
Al Barcelona se le atragantaba el partido con el que iniciaba la Liga en Getafe y Xavi perdió la paciencia. “Le he dicho al árbitro que estaban permitiendo muchas faltas y a nosotros no. Por eso me ha expulsado”, explicó el técnico azulgrana en referencia a la roja que vio en el segundo tiempo. “Protestó de manera ostensible una de mis decisiones”, justificó el árbitro en el acta. El enfado de Xavi no terminó ahí. Al contrario. Al término del encuentro, el técnico se volvía a encender. “El otro día tuvimos una reunión con los árbitros y el primer cambio en la norma nos dijeron que iba a ser que nos entenderían más a los técnicos, que soportamos mucha tensión durante los partidos”.
Xavi dejó claro desde la primera jornada que durante esta temporada -en principio última como entrenador azulgrana- su relación con los colegiados no sería la más afectuosa. “En el banquillo siempre hablo, soy pasional, protesto, me enfado, vivo el partido… Soy así y no voy a cambiar”, explicaba tras la victoria del Barcelona ante el Oporto en Do Dragao, de donde Xavi se marchó amonestado. Ver al técnico catalán de pie en el área pequeña, gesticulando y dirigiéndose al cuarto árbitro se ha convertido en la clásica postal del banquillo azulgrana esta temporada. Xavi se desespera, se desgañita y se sulfura. Lo hace con el juego de su equipo y lo paga con los árbitros.
Tensión en todas las áreas
Las protestas del técnico, que vive la mayoría de los partidos de pie en el área técnica, son una constante desde que llegó al Barcelona. Del mismo modo que lo es para el colectivo arbitral ver a un colegiado acercarse a la banda para amonestarle. Ocho amarillas y una expulsión evidencian las reprimendas recibidas por el catalán esta temporada. Desde que se estrenó en noviembre de 2021, a Xavi ya le han enseñado 22 tarjetas, 21 de ellas amarillas y una roja.
Decisiones que han llevado a Xavi a tomar una decisión drásticas. “No voy a hablar más de árbitros. Ya dije mi opinión la semana pasada. Con toda la educación del mundo no os voy a contestar”, expresó tras la expulsión de Vitor Roque ante el Alavés en Mendizorroza. “Intentaré no recibir la quinta amarilla”, dijo Xavi antes de visitar al Athletic en San Mamés, algo que no consiguió. “Pero no me podéis decir que no estoy implicado, eh”, decía, medio en broma, en la previa.
“Trato de transmitir esa intensidad a los jugadores”, trataba de explicar sobre sus actuaciones en la banda y sus protestas. Por segunda temporada consecutiva tendrá que cumplir un partido de sanción por acumulación de amonestaciones. Siempre por protestar airadamente las decisiones del equipo arbitral. Hay otro dato que habla del nerviosismo con el que Xavi vive los partidos en el área técnica y es que 17 de esas 22 tarjetas las vio cuando el equipo no ganaba en el marcador.
Banquillo volcánico
Por si fuera poco, en el volcánico banquillo azulgrana también habita José Ramón de la Fuente, entrenador de porteros que atesora el récord de haber visto ocho tarjetas rojas en cinco temporadas desde el curso 2016/2017. La última la vio esta campaña ante el Athletic en Montjuic. Otro de los líderes de las protestas y reprimendas del banquillo azulgrana es Óscar Hernández, hermano y mano derecha de Xavi, que ya suma tres expulsiones desde su llegada. Una por temporada. En la 2021/2022 contra el Atlético; 2022/2023 ante el Mallorca y este año ante el Barbastro en Copa del Rey.

Sanción, esta última, que además le acarreó dos partidos de suspensión y una multa de 600 euros por sus “protestas exaltadas”, según recoge el acta arbitral de dicho encuentro. Sergio Oriol Alegre también ha vivido su cuota de sanciones al ser expulsado durante el partido de esta temporada ante el Rayo por “salir del área técnica con los brazos en alto protestando una decisión del árbitro asistente número uno”, refleja el acta.
Ni Guardiola ni Luis Enrique superan a Xavi
Ni en tiempo ni en forma. Ningún entrenador de la época reciente del Barcelona ha sido tan amonestado en tan corto periodo de tiempo. Guardiola fue expulsado en tres partidos -Bayern Múnich, Osasuna y Almería- y vio cuatro amarillas -Athletic, Valencia, Osasuna y Sporting- a lo largo de sus cuatro temporadas en el banquillo del azulgrana. Todas ellas por protestar. Luis Enrique tuvo más roces con la prensa que con los árbitros. Solo vio una tarjeta amarilla, en la vuelta de la Supercopa de España contra el Athletic.
Su sucesor en el cargo, Ernesto Valverde, en dos temporadas y media -2017-2020-, fue amonestado en seis ocasiones y siempre con cartulina amarilla: Leganés, Celta, Getafe, Cultural Leonesa, Osasuna y Levante. Registros, todos ellos, lejos del acumulado por Xavi Hernández desde que es entrenador azulgrana en general y esta temporada en particular. Su manera de vivir los partidos siempre es intensa, metido dentro de ellos, pero sólo él sabe cuanta incidencia tiene la inestable situación que atraviesa el club en la vehemencia de sus protestas.
Últimas Noticias
Las 10 películas más populares de Netflix España para relajarte el fin de semana
El auge de las plataformas por streaming ha revolucionado la forma de ver y disfrutar el cine; Netflix no se quiere quedar atrás

Los cruces del Mundial 2026: cuál sería el camino de España a la gran final
La selección española de fútbol cae en el grupo H y deberá enfrentarse a duros rivales en su camino hacia la final, que se disputará en New Jersey

Así fue el encuentro entre Luis de la Fuente y Lionel Scaloni en el sorteo del mundial: “Nos hemos echado una sonrisa ambos…”
En Cadena Ser, el seleccionador español relata el encuentro con su homólogo argentino durante el sorteo del Mundial 2026

Comprobar Bonoloto: los resultados ganadores de este 5 de diciembre
Con Bonoloto no sólo puedes ganar millones de euros en premios, sino que parte del dinero recaudado va para beneficios sociales

El PSOE quiere que Mark Zuckerberg y otros dos directivos de META declaren en el Congreso ante el posible espionaje de millones de usuarios Android
Una investigación realizada por varios centros internacionales ha revelado que la compañía habría rastreado la actividad de varios usuarios de Android a través de un ‘espionaje silencioso’


