Esta es la diferencia entre manipular una rebanada de pan con las manos limpias o sucias

Miguel Ángel Lurueña (@gominolasdepetroleo), tecnólogo de alimentos, avisa de los peligros de ignorar este sencillo paso de higiene en la cocina

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(iStock)
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Es una de las primeras normas de un buen cocinero. Las manos, siempre, han de limpiarse antes de tocar cualquier alimento. Esta regla de higiene es fundamental para mantener la seguridad alimentaria en nuestras cocinas, incluso en nuestra propia casa. Sin embargo, aún hay personas que se saltan este paso por pereza o simple olvido.

Para convencer a aquellos descuidados que no prestan atención a esta norma de higiene básica, Miguel Ángel Lurueña, divulgador y doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos, ha compartido un ejemplo que no deja lugar a la duda. “¿Por qué es tan importante lavarse las manos antes de manipular alimentos? Este experimento, que ya es todo un clásico, lo muestra muy bien”, comienza explicando el experto.

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El tecnólogo de alimentos acompaña su publicación con una imagen, que muestra, a la izquierda, un bocadillo de pan de molde en buen estado y, a la derecha, el mismo bocadillo, pero lleno de moho. Se trata de un experimento llevado a cabo por una profesora de colegio de Estados Unidos (J.A. Metcalf).

Para comprobar la importancia de la higiene a la hora de manipular alimentos, la maestra ofreció a sus alumnos dos rebanadas de pan de molde: sobre una, los estudiantes pusieron su mano sucia y sobre otra, su mano limpia, tras lavarla con agua y jabón. Tras esto, guardaron cada una de las rebanadas en una bolsa, las cerraron y esperaron unos días. Pasado este tiempo, los alumnos pudieron observar cómo, en la rebanada tocada por la mano limpia, no se aprecian cambios, mientras que, en la sucia, creció moho.

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La diferencia entre manipular un alimento con manos limpias y sucias. (Tuit de @gominolasdpetro)
La diferencia entre manipular un alimento con manos limpias y sucias. (Tuit de @gominolasdpetro)

El aspecto no lo es todo

En efecto, como demuestra este experimento, lavarse las manos es una de las cosas más sencillas a la vez que fundamentales que podemos hacer para prevenir intoxicaciones alimentarias cuando preparemos alimentos para nosotros o para nuestros seres queridos. Nuestras manos pueden propagar microbios en la cocina y algunos de ellos, como la Salmonella, pueden hacernos enfermar gravemente.

Lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón es una forma fácil de prevenir que se propaguen microbios alrededor de nuestra cocina mientras manipulamos y preparamos los alimentos. De hecho, como explica el tecnólogo de alimentos, no solo es necesario lavarnos las manos antes de manipular los alimentos, sino también mientras lo hacemos, durante el proceso de cocinado. Especialmente importante es este paso con alimentos concretos en los que los patógenos crecen con facilidad. Un ejemplo de ello es el pollo; “si tocamos pollo crudo cuando cocinamos, debemos lavar las manos antes de manipular otro alimento”, asegura rotundamente Lurueña.

A pesar de lo visual de estas imágenes, Miguel Ángel Lurueña ha querido destacar un dato. “La presencia de microorganismos patógenos no siempre se aprecia de forma tan evidente. No nos fiemos del aspecto de la comida para decidir si está en buen estado o no”, avisa el experto. Para evitar que esto suceda, el divulgador asegura que las mejores medidas siempre serán “respetar fechas de duración, lavar las manos, refrigerar los alimentos perecederos y cocinarlos suficientemente”.

¿Cómo lavarse correctamente las manos?

No sirve con un poco de agua. Lavarse las manos correctamente es fundamental y, para hacerlo, hay una serie de pautas que debemos seguir. Dentro de la formación impartida para conseguir el título de manipulador de alimentos, existe una parte dedicada a las pautas para una correcta higiene de las manos, algo totalmente lógico si tenemos en cuenta la gran importancia que tiene este aspecto para garantizar la calidad y seguridad de los alimentos. Estos son los pasos recomendados en dicho curso:

  • Humedece antes las manos y antebrazos con agua.
  • Aplica suficiente jabón para cubrir toda la superficie de las manos y antebrazos, y distribúyelo de manera uniforme.
  • Frota tus manos palma contra palma y después coloca la palma de una sobre el torso de la otra para frotar las zonas internas que hay entre los dedos.
  • Repite el gesto de frotar las manos palma contra palma, pero ahora con los dedos entrelazados.
  • Frota rotativamente los dedos pulgares, ayudándote de la mano contraria para hacerlo.
  • Frotar las uñas con un cepillo individual e intransferible que debes desinfectar cada cierto tiempo.
  • Aclara las manos con abundante agua para eliminar todo resto de jabón.
  • Utiliza una toallita desechable para secar las manos y otra para cerrar el grifo.

Esta operación debe tener una duración de unos 20 segundos y repetirse tantas veces como sea necesario, especialmente después de manipular alimentos crudos, antes de manipular alimentos manufacturados, tras realizar tareas de limpieza…