Una década deambulando por Segunda

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José Luis Sorolla

Zaragoza, 29 may. El Real Zaragoza ha completado esta temporada 2022/2023 una década completa en la que sigue deambulando por Segunda división sin ser capaz de encontrar el camino de retorno a la máxima categoría. En la 2023/2024 comenzará una segunda década que espera finiquitar por la vía rápida.

El decimotercer puesto que ha ocupado el equipo zaragocista en la clasificación final no es sino el fiel reflejo de una nueva campaña en la que fue necesario rectificar un rumbo que conducía directamente a la Primera Federación antes de alcanzar el ecuador de la competición .

Este décimo proyecto en la categoría de plata lo arrancó Juan Carlos Carcedo como técnico, pero en la decimoquinta jornada ya fue cesado por los malos resultados y antes de que la tragedia pudiese ser mayor.

Poco después fue el director deportivo Miguel Torrecilla el que acabó cayendo, a pesar de haber comenzado con el apoyo del director general, Raúl Sanllehí, como representante de la nueva propiedad que llegó a la SAD al finalizar la temporada 2021-2022.

Fran Escribá tomó los mandos de la nave zaragocista y, aunque tardó en tomarle la medida a la plantilla que tenía a su disposición, únicamente reforzada en el mercado de invierno con la llegada del caboverdiano Tiago Manuel Dias Correia 'Bebé', que le dio más incisividad en el ataque, finalmente hizo entrar al conjunto en una buena racha que sirvió para certificar la permanencia sin agobios.

Por su parte, Juan Carlos Cordero, tras desvincularse del CD Tenerife, llegó para sustituir en la dirección deportiva a Miguel Torrecilla, y además de buscar soluciones rápidas también lo hizo con el claro objetivo de empezar a pensar en la siguiente temporada.

Una mayor disponibilidad económica en el límite salarial, tras haber zanjado la nueva propiedad su deuda histórica con Hacienda previamente, es uno de los principales estímulos que presenta el equipo aragonés para afrontar con mayor esperanza que los últimos años el intento de retorno a la máxima categoría.

Otro aspecto y no menos relevante para el devenir zaragocista es el resultado de las elecciones de este domingo 28 de mayo, ya que ahora con el Ayuntamiento en manos del Partido Popular y el acceso al Gobierno de Aragón del hasta ahora alcalde zaragozano, Jorge Azcón, la construcción del nuevo estadio de La Romareda debería ser una realidad, salvo judicialización. La propiedad de la SAD ya ha presentado su proyecto de campo y está vivamente interesada y comprometida en llevarlo a cabo.

El verano se presenta movido en la entidad zaragocista, que deberá darle un completo lavado de cara a la plantilla con la que tratará de poner punto y final a su infausto paso por la Segunda división.

Los primeros pasos ya se han dado, como ha sido el caso de la salida de la entidad del veterano capitán Alberto Zapater, que el pasado viernes se despidió de La Romareda en loor de multitudes.

En los 92 años de historia que cumplirá el club aragonés el próximo mes de marzo de 2024, esta década ha sido la más nefasta de toda su historia, ya que nunca había pasado un periodo tan largo alejado de la Primera división, ni siquiera en los años de sus inicios y su consolidación.

Entre la temporada 1956/57 y la 2012/13, el equipo aragonés únicamente estuvo en Segunda división cuatro años en la categoría de plata, en lo que fueron pasos efímeros de una única campaña para retornar a la elite.

En esos 56 años, el club blanquillo pasó dos largos periodos ininterrumpidos en la máxima categoría, de 1956/57 a 1970/71 y de 1978/79 a 2001/02, en los que además sumó seis Copas de España y otras cinco finales, en sus diferentes nomenclaturas, una Supercopa y dos títulos internacionales, una Copa de Ferias y una Recopa, y una final de Copa de Ferias.

En agosto, cuando arranque la nueva temporada, para los zaragocistas será la undécima temporada consecutiva penando en el pozo de Segunda división, en el que además ha coqueteado más a menudo con el peligro del descenso que con dar el salto a Primera.

En los próximos meses, la afición maña, que ni en los peores momentos ha dado la espalda a sus colores, sabrá si las perspectivas son las de ilusionarse por estar de nuevo con los mejores o, como ha ocurrido en estos últimos años, casi todo queda en mera palabrería y fachada. EFE

jls/nam