La palabra “Relax” se volvió un elemento esencial durante el rodaje de Jerry Maguire para Tom Cruise, quien pidió al director Cameron Crowe que se la recordara cuando percibiera que su actuación alcanzaba niveles excesivos. Esta anécdota, relatada por Crowe y recogida por Sensacine, revela el método que el actor utilizó para mantener el equilibrio en su interpretación y evitar sobrepasar los límites en el set.
Contexto profesional y rodaje de “Jerry Maguire”
En 1996, Tom Cruise atravesaba un momento clave en su carrera. Tras el reciente estreno de Misión Imposible, el actor buscaba alternar grandes producciones comerciales con proyectos de corte más independiente y autoral.
Según Sensacine, Jerry Maguire representó para él la oportunidad de explorar un personaje alejado de los héroes habituales, un reto que sorprendió incluso a los allegados de Cameron Crowe, quienes no imaginaban a Cruise interpretando a un “perdedor”. Sin embargo, el propio actor estaba decidido a asumir ese tipo de papeles y a demostrar su versatilidad.
La película tiene como protagonista a Jerry Maguire, uno de los empleados más competentes de una prestigiosa agencia dedicada a la promoción de deportistas. Su vida transcurre sin sobresaltos hasta que se dio cuenta de que las personas son más importantes que el dinero. Ese día es despedido y abandonado por sus amigos. Debido a esto, no le queda entonces más remedio que partir de cero, con un futbolista de segunda como único cliente y una madre soltera como secretaria.
Intensidad y método de trabajo de Tom Cruise
La entrega de Cruise durante la filmación fue total. Cameron Crowe describió cómo el actor se preparaba antes de cada escena con una intensidad poco común. Por ejemplo, antes de una secuencia en la que su personaje debía aparecer sin aliento, Cruise saltaba la cuerda con energía y, acto seguido, se lanzaba a la acción con un enérgico “¡Vamos!”.
En otras ocasiones, cuando la escena requería lágrimas, prefería aislarse con su música para alcanzar el estado emocional necesario, rechazando el uso de lágrimas artificiales o dobles. Esta dedicación, según el director, era una muestra del compromiso absoluto de Cruise con su trabajo.
La palabra “Relax” como herramienta de control
Preocupado por la posibilidad de excederse en su interpretación, Cruise solicitó a Crowe una ayuda muy concreta. “Tengo un pedazo de papel cerca del espejo, y lo veo todos los días. Dice ‘Relax’. Si me suelto, puedo ir a sitios donde nunca he estado antes como actor. En cualquier momento, dime ‘Relax’. Ayudará”, relató el actor al director, según Sensacine.
Esta palabra funcionó como un recordatorio para que Cruise mantuviera el control y no sobrepasara los límites de su personaje.
Crowe solo necesitó utilizar la palabra en un par de ocasiones, después de algunas tomas en las que Cruise intentó propuestas especialmente arriesgadas. Esas escenas no llegaron al montaje final, pero las siguientes, en las que el actor ajustó su intensidad, sí formaron parte de la película.
Compromiso y preparación de Cruise con el personaje
La implicación de Cruise con Jerry Maguire se manifestó desde el inicio del proyecto. El actor llegó al set procedente de Europa, llevando el guion en un cuaderno negro donde había organizado distintas capas de colores para comprender a fondo a su personaje.
Además, mostró disposición para compartir sus ideas y opiniones con Crowe, lo que enriqueció el proceso creativo. Esta actitud, según Sensacine, reflejó tanto la fascinación como la intensidad que caracterizan el trabajo de Cruise en cada uno de sus proyectos.
La dedicación y el método de Tom Cruise no solo marcaron el tono del rodaje, sino que también contribuyeron a la calidad y el impacto de Jerry Maguire, consolidando su reputación como un actor comprometido y meticuloso en cada faceta de su carrera.