El año 2023 fue turbulento tanto en términos políticos, con un drástico giro ideológico en la llegada de Javier Milei a la Presidencia, como económicos, pues la Argentina enfrenta un cambio de ciclo que parece apuntar a la libre flotación de todos los precios, incluido el tipo de cambio.
No obstante, el “cepo” cambiario continúa por ahora vigente y por ese motivo todavía conviven en la economía múltiples precios para un mismo bien, el del dólar norteamericano, que es una referencia siempre influyente para el resto de los precios de la economía.
Cabe preguntarse entonces, ¿cuál es el dólar que más se encareció a lo largo del año? La realidad es que la reciente devaluación del peso ayudó a reducir las brechas y parece que en un corto plazo las diferentes referencias podrían encontrar un valor de equilibrio en la zona de los 1.000 pesos.
1) Dólar mayorista. El dólar comercial o tipo de cambio oficial, cuya evolución es regulada por el Banco Central -que interviene con compras o ventas en la plaza de contado y, a la vez, autoriza la demanda privada-, avanza 354,4% en 2023, desde los 177,16 a los 803,20 pesos. La necesidad de eliminar la distorsión que genera la brecha cambiaria en la economía obligó a aplicar enormes devaluaciones para morigerar el atraso cambiario. Por ejemplo, Sergio Massa aplicó un salto cambiario de 21,8% el 14 de agosto -llevó al dólar mayorista a $350- y hace una semana el ministro Luis Caputo decidió un salto de nada menos que el 118,3%, para elevar al dólar oficial a la zona de los 800 pesos.
2) Dólar al público. El dólar minorista al que acceden los particulares a través de su cuenta bancaria, con un cupo mensual de USD 200, también varió de forma considerable. Por una parte, sube a la par del mayorista -al que se le añade la comisión que cobran los bancos por su intermediación-, pero su precio fluctúa con fuerza debido a la carga tributaria que se le aplica para disuadir la demanda.
Por este motivo, es el dólar más caro en el menú. Desde el 10 de octubre tanto el dólar para atesoramiento (”solidario” o “ahorro”) como aquel para pagar consumos con proveedores en el exterior (”turismo”) están equiparados y ahora, con un 60% de impuestos, promedian los 1.344,61 pesos.
Es el más caro, pero no el que más aumentó. Desde que empezó el año, el dólar “ahorro” subió un 343%, desde los $303,50 a fin de 2022, mientras que el “turismo” o “Qatar” se encareció un 265,4 por ciento.
3) Dólar MEP. Este tipo de cambio implícito en acciones y bonos es hoy el más utilizado por empresas y ahorristas para dolarizarse. El dólar MEP o “Bolsa” se diferencia del “contado con liqui” en que las divisas obtenidas a través de la compraventa de activos bursátiles queda depositada dentro del sistema financiero local.
El “grueso” del volumen dólar MEP se canaliza a través del bono más líquido del mercado, el Bonar 2030 (AL30D) a liquidar a 48 horas en el segmento PPT (Prioridad precio Tiempo) de ByMA. Por ejemplo, este lunes se pactaron negocios por USD 68 millones con este título. Por este motivo, este tipo de cambio no es plenamente libre, pues es muy intervenido por el BCRA -que vende AL30 contra dólares y los recompra contra pesos- para que la paridad no se dispare. Se estima que la autoridad monetaria sacrificó reservas este año por unos USD 4.500 millones para ponerle un techo a los precios.
El MEP registra en 2023 una ganancia de 199,1%, desde los 327,94 a los 982 pesos.
4) Dólar libre. El dólar paralelo es quizás el menos intervenido de todos y, por lo tato, podría considerarse como aquel con valor más genuino. Sin embargo, hay factores “distorsivos” sobre su precio que pueden llevar a conclusiones erróneas acerca del nivel de estabilidad de esta paridad. En momentos de “pánico” puede sobre reaccionar y alcanzar un precio exagerado, por la fuerte incertidumbre política y económica, una disparada de la inflación o una gran masa de pesos que no encuentra una vía para canalizarse en el sistema financiero formal. Al contrario, cuando las familias y pequeñas empresas se quedan sin liquidez de pesos -por ejemplo debido a una presión inflacionaria asfixiante- abunda la oferta y el precio podría caer más de lo que indica la lógica.
El dólar libre, ahora negociado en los $995 para la venta anota una ganancia en 2023 del 187,6%, desde los $177 del cierre de 2022. Así, es uno de los que menos ha subido de precio a lo largo del año. Además, de confirmarse este valor y una IPC por encima del 20% en diciembre, el dólar informal podría perder contra la inflación anual.
5) “Contado con liqui”. El dólar “contado con liquidación” o “Cable”, una paridad que se negocia por fuera del “cepo” y que es utilizada para hacerse de divisas que quedan depositadas en una cuenta en el exterior, es operado este martes entre los 955 y los 974 pesos, según el activo bursátil que sea utilizado para la operatoria, sean acciones o bonos que operan en simultáneo en pesos en la Bolsa local o dólares en el exterior.
El “liqui”, con una suba en torno al 180% en lo que va de 2023, es el que menos sube. Pese a que sus negocios son libres y entre privados, la decisión del Banco Central de permitir la liquidación de una parte de las divisas ingresadas por exportaciones a través de este mercado -hoy en el 20% del volumen- incrementó la oferta por encima del nivel que puede ser absorbido. Por lo tanto, quedó sobre el cierre del año más barato que el dólar MEP o el “blue”, una tendencia que no es la habitual, pues siempre exteriorizar divisas tiene un sobrecosto que se traslada a precios.