Los empresarios le reclaman al Presidente que avance con el acuerdo con el FMI a pesar de la grieta interna

La carta de Máximo Kirchner en la que oficializa su renuncia a la presidencia del bloque oficialista en Diputados generó nuevamente ruido respecto de la negociación. La posición del sector privado

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El presidente de Argentina, Alberto Fernández, posa junto a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, posa junto a la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva

Si el viernes de la semana pasada el sector empresarial y la sociedad en su conjunto festejaban con cautela el anuncio del principio del acuerdo del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), hoy confirma lo que temía: que lo que comunicaron el presidente Alberto Fernández, y posteriormente el ministro de Economía, Martín Guzmán, sobre el entendimiento con el organismo internacional no tenía el consenso de toda la coalición de gobierno y que estas divisiones fuertes podrían complicar el acuerdo y su aprobación en el Congreso.

La reciente carta que dio a conocer Máximo Kirchner, a través de la cual renunció a la presidencia del bloque oficialista en la Cámara de Diputados, volvió a imprimirle un alto grado de incertidumbre a la negociación con el Fondo. En este contexto, y en línea con las palabras del jefe de Estado ni bien se conoció la misiva del hijo de la Vicepresidenta, los empresarios creen que debe avanzarse con la negociación a pesar de las diferencias internas y de la inestabilidad institucional que estas divisiones genera. “No hay otra alternativa”, aseguran los hombres de negocios. “La Argentina no puede darse el lujo de no acordar con el FMI”, agregan.

“El Presidente tomó una decisión responsable, asumiendo todo el costo político que le pueda significar. Lo hizo pensando en el interés del país, no en términos ideológicos. Fue una decisión pragmática. Y ahora hay que seguir” (Mario Grinman)

De hecho, apenas se conoció la noticia de este preacuerdo con el FMI, las principales cámaras empresarias salieron a respaldarlo, aún con las dudas que tenían sobre la posición del kirchnerismo duro al respecto. En algunos casos, el comunicado de apoyo justamente tuvo el sentido de mostrar el aval en medio de estas diferencias internas y en contra de las voces radicalizadas que hasta estuvieron fogoneando el default días antes del vencimiento del viernes pasado.

“Alberto -por el Presidente- no tiene más remedio que tomar las riendas cortas y seguir con el acuerdo. En este contexto, vamos a llegar al último día de marzo con la incertidumbre de si se firma algo o no, y si es aprobado por el Parlamento. Hoy lo más simple sería no pasar por el Congreso, aunque se seguiría deteriorando la imagen institucional”, afirmó a Infobae el dueño de Aluar y Fate, Javier Madanes Quintanilla, respecto del ruido que generó la carta de Máximo Kirchner.

“La posición de Máximo Kirchner agrega un factor de incertidumbre porque no sabemos si es compartida por todo el frente. Pero la alternativa de no acordar es dramática” (Miguel Blanco)

A su turno, el CEO de Syngenta, Antonio Aracre, respaldó fuertemente al Presidente al sostener que “demostró tener una capacidad de liderazgo y centralidad política grande al haber conseguido este acuerdo, que es excelente dentro de lo que se podía lograr”. “Espero que se apruebe en el Congreso, con una parte de la oposición, con una parte del oficialismo, que tendrán que demostrar más racionalidad y menos especulación política, porque no le cabe otra a la Argentina. Cualquier otra realidad es caótica y me parece muy riesgosa”, remarcó el directivo a este medio.

En la misma línea se ubicó el coordinador del Foro de Convergencia Empresarial, Miguel Blanco, quien se mostró esperanzado en que los dirigentes dentro del Frente de Todos se pongan de acuerdo, ya que “la negociación con el FMI debe seguir adelante porque es imprescindible para la etapa que viene en la Argentina”. “La posición de Máximo Kirchner agrega un factor de incertidumbre porque no sabemos si es compartida por todo el frente. Pero la alternativa de no acordar es dramática”, afirmó el dirigente.

Alberto Fernández, Martín Guzmán y Máximo Kirchner
Alberto Fernández, Martín Guzmán y Máximo Kirchner

La Cámara Argentina de Comercio (CAC) fue de las primeras entidades en salir públicamente a apoyar el principio de acuerdo alcanzado con el FMI, e insisten en que pese a las diferencias internas, ése debe ser el camino que debe seguir la Argentina. “El Presidente tomó una decisión responsable, asumiendo todo el costo político que le pueda significar. Lo hizo pensando en el interés del país, no en términos ideológicos. Fue una decisión pragmática. Y ahora hay que seguir, tratando de acordar la letra chica, que nadie conoce. Sería deseable que lo hagan todos juntos, oficialismo y oposición y que las discusiones que se tengan que dar se hagan hacia adentro de la coalición”, afirmó el titular de la entidad, Mario Grinman.

El empresario no cree que esta posición vaya a complicar el acuerdo, pero sí la gobernabilidad, y “lo que necesita el sector empresario es tener tranquilidad, previsibilidad y confianza”. “Lo importante es que la Argentina transite un camino que consolide la recuperación del año pasado y este acuerdo ayudará a generar confianza externa e interna para lograr este objetivo. Va a requerir el esfuerzo de todos los sectores; por eso, tenemos que poner lo mejor y acompañar al gobierno en este proceso de reordenar la macroeconomía”, dijo, por su parte, el presidente de la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires (UIPBA), Martín Rappallini.

“El camino de convertir la reactivación en crecimiento necesita de una base de certidumbre y de la posibilidad de cumplir con los compromisos internacionales” (Daniel Funes de Rioja)

También opinaron al respecto los presidentes de la UIA, Daniel Funes de Rioja, y de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, quienes coincidieron con sus pares en torno a la importancia de llegar a un acuerdo con el organismo internacional. Para el representante de los industriales, si bien era sabido que la negociación de la deuda iba a implicar distintos puntos de vista dentro del arco político, avanzar con un acuerdo es necesario debido a que “el camino de convertir la reactivación en crecimiento necesita de una base de certidumbre y de la posibilidad de cumplir con los compromisos internacionales para acceder a los mercados y a la tecnología e insumos requeridos para producir, exportar y generar divisas”.

En tanto, Weiss remarcó que a pesar del ruido que genera la fragmentación dentro del oficialismo, “no hay dudas de que el Gobierno debe seguir adelante para tratar de llegar a un acuerdo”. “Lo ideal sería que todos apoyen, pero si no es así, con una mayoría que lo haga, es fundamental porque la alternativa de caer en default es infinitamente peor que cualquier acuerdo con el Fondo”, dijo el empresario de la construcción.

Los empresarios saben perfectamente que más allá del discurso de Guzmán y de las promesas de que no habrá ajuste, las pautas de déficit fiscal y de emisión monetaria anunciadas con el organismo contemplarán decisiones que implicarán un crecimiento bajo o nulo, que se sumará a una inflación todavía alta este año y los que vienen. Pero también admiten que la Argentina hoy no puede darse el lujo de no acordar.

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