Cada vez tiene más costos para el Banco Central mantener quietos a los dólares alternativos

La venta masiva de bonos por parte de la autoridad monetaria contiene las cotizaciones pero es lo que impide que las reservas crezcan lo que podrían crecer

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Esta vez el Banco Central tuvo que trabajar a destajo para evitar que los dólares alternativos quiebren el techo de $150. Vendió bonos AL30D durante toda la rueda. El tema es que los compra en dólares y los revende en pesos para controlar los valores de las divisas y esto afecta el crecimiento de las reservas. En el mercado de 48 horas vendió USD 20 millones nominales en bonos y en el de contado USD 5 millones. Esto equivale a USD 10 millones en efectivo. Semejante esfuerzo solo sirvió para que la divisa cerrara neutra.

Pero hay que reconocer que el contexto internacional no ayuda. En Estados Unidos la tasa de los bonos del Tesoro a 10 años está en 1,42% y se explica por la baja del precio de los títulos norteamericanos que está arrastrando a todos los bonos de la región, en particular en Brasil donde el Banco Central sigue vendiendo dólares para evitar caídas más fuertes del real. El dólar había llegado ayer a 5,77 reales, pero la intervención del Banco Central brasileño lo hizo cerrar en 5,66, un valor levemente más bajo que el del día anterior.

La venta masiva de bonos por parte del Central es lo que impide que las reservas crezcan lo que deben crecer. Con esta fuerte venta de bonos en la plaza oficial, donde se mueve el AL30C, el título que utiliza el Central para controlar el dólar y que tiene limitaciones para ser adquirido por los inversores, el dólar MEP quedó sin cambios en $ 146,11 con negocios por USD 37,8 millones, un volumen elevado. En la plaza donde se opera el GD30 y no hay restricciones, el precio se mantuvo sin cambios respecto al día anterior en $ 146,50.

El contado con liquidación, que operó USD 85,3 millones, aumentó 97 centavos a $ 148,28 en la plaza oficial y se mantuvo en $ 150 en la libre.

La caída del precio de los bonos con ley Nueva York hizo que el riesgo país aumentara 10 unidades a 1.554 puntos básicos y batiera otro récord desde que la Argentina salió del default. En esto la Argentina se diferencia de Brasil, donde el riesgo país ayer subió a 193 puntos básicos. Brasil consigue dólares al 3,6% anual, a pesar del disgusto por el cambio de rumbo de la economía.

El dólar, en tanto, se fortaleció en el mundo. Subió nada menos que 0,22% contra las seis principales monedas.

En la plaza mayorista, la moneda estadounidense subió apenas 7 centavos a 90,23 lo que muestra la decisión del Banco Central de desacelerar el ritmo de devaluación. Por supuesto, el rendimiento de los bonos dollar linked, es decir los que están atados a la devaluación, se han convertido en un pésimo negocio y así lo demuestra su caída. El Central pudo comprar en la plaza mayorista, USD 100 millones y sus reservas aumentaron 63 millones a USD 39.718 millones.

El freno que le puso el gobierno al dólar tuvo un costo en reservas y cada vez tiene que emplear más divisas para contener el crecimiento de las cotizaciones

La Bolsa negoció apenas $ 639 millones y el S&P Merval, el indicador de las acciones líderes, se unió a la decadencia de los mercados del planeta y retrocedió 1,67%. Las caídas más importantes fueron las de Grupo Mercado de Valores con 4,42%, seguido de Banco Supervielle con 3,92% y Transportadora Gas del Sur con 3,86%. Entre las alzas, lo más destacado pasó Pampa Energía (+0,58%) y BYMA (+0,08%).

Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en la Bolsa de Nueva York- tuvieron otro crecimiento interesante en los negocios y operaron casi $ 2.100 millones. Sin embargo, los certificados argentinos no la pasaron bien. Las bajas superaron ampliamente a las alzas. Solo 4 papeles cerraron en territorio positivo. Lo mejor fue Ternium con 6,28% y Edenor con 2,96%. La contracara estuvo en MercadoLibre (-6,97%) que está padeciendo los avatares de Brasil. Globant (-5,20%) y Galicia (-5,18%) fueron los otros grandes perdedores.

El freno que le puso el gobierno al dólar tuvo un costo en reservas y cada vez tiene que emplear más divisas para contener el crecimiento de las cotizaciones. Mientras, desacelera su ritmo de devaluación para contener la inflación, pero se encuentra con las empresas de servicios públicos que reclaman actualizaciones de tarifas y empresas del sector privado que no se pueden sostener con los aumentos que autoriza el Gobierno. Las presiones son intensas y desde varios flancos. Lo único cierto, es que el entusiasmo por ahorrar en pesos para aprovechar la momentánea debilidad del dólar, desapareció.

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