Video: el temible batallón checheno, un polémico aliado de Vladimir Putin en el conflicto con Ucrania

Fiel a su líder Ramzán Kadýrov e incondicional del Kremlin, este polémico grupo de combatientes chechenos destaca por sus métodos despiadados y su rudeza. Su presencia en Ucrania inquieta a la comunidad internacional

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En la guerra en curso en Ucrania, uno de los actores que están colaborando con las fuerzas rusas es el temible batallón checheno. Estos soldados, fogueados en entrenamientos de máxima exigencia, responden de manera absoluta al Kremlin. En este informe de DEF, te contamos qué es y cómo opera este despiadado grupo de combatientes, ya fogueados dentro y fuera de su territorio, en el corazón del Cáucaso.

UN ORIGEN SALVAJE

A fines de 1999, el entonces primer ministro ruso Vladimir Putin daba sus primeros pasos en el Kremlin. Uno de sus primeros focos de atención fue el conflicto en Chechenia, que buscó explotar para ganarse el apoyo de la opinión pública de cara a las elecciones presidenciales de marzo de 2000. Como candidato oficialista, elegido por el entonces mandatario Boris Yeltsin, necesitaba unificar a una sociedad que venía de ser sacudida por la dura crisis económica de 1998.

Tras la fallida primera guerra de 1994-1996, Putin tomo conciencia de que, para garantizarse un triunfo definitivo sobre los rebeldes independentistas chechenos, debía ir por todo. Por eso, recurrió a un personaje astuto y de pocos escrúpulos: Akhmad Kadýrov. Este implacable líder checheno no dudó en cambiar de bando y poner a sus mercenarios al servicio del ejército ruso. Los críticos de Putin, sin embargo, sostienen que la decisión de haberle cedido el poder absoluto en esa república, a cambio de estabilidad y control del territorio, tuvo un costo muy alto.

Ramzán Kadyrov tomó las riendas del poder en Chechenia y constituyó un ejército brutal. (Reuters)
Ramzán Kadyrov tomó las riendas del poder en Chechenia y constituyó un ejército brutal. (Reuters)

La aparente tranquilidad, conseguida tras la segunda guerra en Chechenia, se vería alterada el 9 de mayo de 2004. Ese día, Akhmad Kadýrov moría asesinado en un atentado en Grozny, la capital de ese territorio del Cáucaso Norte.

UN EJÉRCITO BRUTAL

Rápidamente, su hijo Ramzán, con el apoyo de los hombres más fieles a su padre, tomó las riendas del poder y consiguió llenar el vacío dejado por su padre. Para ejercer el gobierno, se basó en dos premisas fundamentales: la obediencia total al Kremlin y el aplastamiento de cualquier atisbo de disidencia.

Para lograr la obediencia absoluta de la población, Akhmad había consolidado una fuerza militar que lo rodeaba como una guardia pretoriana. Ese batallón, heredado por Ramzán, está conformado por aguerridos combatientes fogueados en la guerra contra la guerrilla chechena. Se caracterizan por su temeridad y salvajismo. Sus métodos despiadados les han granjeado acusaciones y denuncias por desapariciones, asesinatos y ejecuciones dentro y fuera de las fronteras de su país.

Esos actos brutales han llevado a la ONG Amnistía Internacional a acusar al régimen de Ramzán Kadýrov por la comisión de crímenes de lesa humanidad. El Consejo de Europa, que Rusia acaba de abandonar, también pidió el año pasado investigar los abusos a los derechos humanos en Chechenia.

NACIDOS PARA MATAR

En la operación militar desatada por el Kremlin en Ucrania, el pasado 24 de febrero, el batallón checheno cumple una misión clave. Desde las primeras horas de la invasión, se especuló con que los hombres de Kadýrov entrarían rápidamente en combate. “Estos voluntarios están listos para partir en cualquier momento con el fin de proteger a nuestro estado y a nuestra gente”, dijo Kadýrov al día siguiente del anuncio de Putin.

Hoy se estima que los soldados chechenos presentes en Ucrania son más de 10.000. (Reuters)
Hoy se estima que los soldados chechenos presentes en Ucrania son más de 10.000. (Reuters)

Hoy se estima que los soldados chechenos presentes en Ucrania son más de 10.000. Su experiencia en combate les da un rol clave en esta guerra, que actualmente parece estancada. Su misión es reforzar, a cualquier costo, el dominio ruso sobre los territorios ocupados. Se especuló, incluso, con que una de sus misiones sería asesinar al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky.

La fidelidad del líder checheno al Kremlin ya tuvo su recompensa. Ramzán Kadýrov acaba de ser ascendido por Putin, quien le dio el grado de teniente general en la Guardia Nacional de la Federación Rusa. Y, si hacía falta algún gesto más, el líder checheno llevó a su hijo Adam, de 14 años, a Ucrania y se fotografió con él y sus hombres en la martirizada Mariúpol.

Kadýrov, fiel a su estilo, suele compartir sus actividades en las redes sociales. En las últimas semanas, se atrevió incluso a dar sugerencias a Putin y al liderazgo ruso: “Debemos terminar lo que empezamos y hacerlo rápido”.

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