Adrián Dárgelos, una estrella de rock que reafirma su voz de poeta

El segundo libro del cantante y compositor de Babasónicos comprueba que su instrumento es la palabra, con un estilo en donde resuenan ecos del clasicismo de Rubén Darío y la modernidad de Baudelaire

Compartir
Compartir articulo
El esperado nuevo libro de poemas de Adrián Dárgelos, titulado "La voz de nadie", llega como una revelación literaria
El esperado nuevo libro de poemas de Adrián Dárgelos, titulado "La voz de nadie", llega como una revelación literaria

La noticia de un nuevo libro de poemas de Adrián Dárgelos me fue ciertamente oportuna, porque el 16 de diciembre salí del show de Babasónicos en el Campo de Polo con la sensación de haber asistido a una lectura de poesía. Es verdad que la noche se había llenado de estribillos, pero la banda tocó también la mayoría de las canciones de Trinchera, su último disco: algunas, como ”Anubis” o ”Bye Bye”, eran movidas, pero otras tenían algo de recitado y declamación, y creo que fue con ”Vacío”, que es imposible de corear y produjo un silencio rotundo entre el público, que sentí que eso era una lectura de poesía.

De hecho, es fácil imaginar esa letra como uno de los poemas de La voz de nadie, que acaba de publicar Sigilo: “La vida está empapada de segmentos de vacío / que amenazan crecer / y formar un universo donde / lo absorba todo el gran azul”. La sonrisa de Adrián, siempre tan asociada a la provocación, se volvió inocente durante esa canción. El gesto parecía decir: “miren lo que escribí”. Fue como si debajo de las luces y el sonido del recital se hubiera dejado ver, al través de un artista que siempre está insistiendo sobre lo nuevo y lo actual, una actividad más antigua y más solitaria.

Babasónicos en su show del Campo Argentino de Polo, en diciembre de 2023 (Foto: Guido Adler)
Babasónicos en su show del Campo Argentino de Polo, en diciembre de 2023 (Foto: Guido Adler)

De la poesía lo ignoro todo, pero una vez leí El tesoro de la lengua, de Ariel Schettini, que era mi profesor amado en la dorada época de Puan. El libro recorre y analiza los poemas más conocidos del castellano en América, y el cuarto capítulo está dedicado a Cantos de vida y esperanza, de Rubén Darío. Schettini viene hablando del gesto bifronte de la modernidad, de cómo es ir hacia el pasado para mirar el futuro, del trabajo de revitalizar lo arcaico, y en la página 119 hace una descripción de Darío que siempre me pareció secretamente dedicada a Adrián Dárgelos: “eso que estamos acostumbrados a escuchar de una estrella de rock y que es la manera más común de presentarse de un artista desde hace ya un siglo (”Yo soy nuevo, siento algo jamás antes sentido (…) y expreso lo inaudito (…) entonces, para llegar a ese lugar oscuro de la cultura me sacrifico por todos”) fue dicho en Latinoamérica por primera vez por Rubén Darío”.

***

En 2019 salió Oferta de sombras, el primer poemario de Dargelos, también por Sigilo, y fue por esa época que la revista Hablar de poesía publicó una muy buena entrevista al cantante y compositor de Babasónicos, que de todos modos se resistía a hablar como poeta: “Yo no soy poeta, vos estás acá porque yo escribo canciones. No voy a hablar de poesía sino de composición de canciones”. Subrayo que la frase “no voy a hablar de poesía” salió publicada en la revista Hablar de poesía, y que esa reticencia volvió a aparecer un poco después, cuando Paz Busquet, la entrevistadora, le preguntó “¿Por qué empezaste a escribir poemas?” y él respondió “Porque encontré una voz nueva. Pero yo no te hablo como poeta, ya te dije eso y quiero que lo entiendas. Hablo como compositor de canciones”.

En esa entrevista Dárgelos remonta el tiempo para armar su linaje y decir: “la canción es algo pop del siglo XX… pero viene desde Orfeo, él fue el primer Elvis”. No era la primera vez que se refería al mito griego. En ″Rápido y juntos”, que cierra la banda de sonido de Las mantenidas sin sueños, hay una estrofa que dice “Descenderé hasta el Hades, / hasta donde Orfeo no pudo”. Y en “Orfeo”, incluida en Discutible, está la referencia más clara: ahí Dárgelos es un Orfeo moderno que habla y dice: “Quiero saber quién es mi gente / vengo a ofrecerme como su cantor”.

Adrián Dárgelos acaba de publicar su segundo poemario (Foto: Pía Figueroa)
Adrián Dárgelos acaba de publicar su segundo poemario (Foto: Pía Figueroa)

La identificación insiste: en una entrevista para Página 12 del 22 de noviembre de 2019 Dárgelos dice “Y un disco es una llamada, un cuerno que llama a su grey”. La repetición da a pensar en un trasfondo antiguo, sin parlantes ni luces, como antigua es la palabra “grey” y ese cuerno de visos entre bíblicos y pastoriles. Además Dárgelos suele hablar, por ejemplo en su entrevista para Caja Negra, de un miniaturismo antiindustrial, de los detalles de orfebrería en la construcción de la música, de lo artesanal de su trabajo. Y finalmente: hace ya tiempo que Dárgelos viene usando más ropaje que ropa: son quizá túnicas, acaso prendas inidentificables, telas que simplemente caen.

Y ese mundo clásico aparece en La voz de nadie: en “Siracusa”, página 26, vemos a un Dárgelos inusitado paseando por Europa. Un Dárgelos turista que camina entre la muralla y el teatro de Apolo, entre heladerías y yates. Y es, si entiendo bien, el momento más autobiográfico del libro: aparecen, por ejemplo, los nombres de su pareja y su hijo, cuyo nombre también viene de la mitología.

***

En esa misma entrevista para Hablar de poesía Dárgelos dice: “Fijate lo que escribe Baudelaire al principio de Spleen”. Agarro mi edición de Las flores del mal, que gracias a la hermosa traducción de Américo Cristófalo es la única que puedo concebir. En la página 11 encuentro el poema ”Bendición”: “Cuando, por decreto de potencias supremas, / aparece el Poeta en este mundo hastiado, / su madre, aterrorizada y llena de blasfemia / crispa sus puños hacia Dios que la recibe con piedad: / «¡Ah! ¡Hubiera sido mejor parir un nudo de víboras / antes que alimentar este esperpento!»”.

Adrian Dargelos durante el primer concierto de la gira Babasónicos Tour 2023 en Montevideo, Uruguay, el 29 de agosto de 2023 (Foto: AP/Matilde Campodonico)
Adrian Dargelos durante el primer concierto de la gira Babasónicos Tour 2023 en Montevideo, Uruguay, el 29 de agosto de 2023 (Foto: AP/Matilde Campodonico)

Es algo que Dárgelos se ha cansado de repetir: se hizo músico para defraudar a sus padres. Ellos no podían concebir nada peor que un hijo artista. Pero él, el hijo, el Poeta, “se embriaga de sol / y en todo lo que bebe y en todo lo que come / encuentra ambrosía y néctar rojo”. Su trayectoria es una reescritura de ese poema de Baudelaire en el Lanús del siglo XX.

Esto está en La voz de nadie. En el poema ”Lugares negados”, página 19, se lee: “Me crié a la sombra de un padre / a la sombra del ascenso social”.

***

Hace una década y media estaba en una reunión en una casa de Boedo y me puse a hablar con un flaco al que, como a mí, le gustaba Babasónicos. Ponderamos una canción oculta, no muy conocida por el gran público, y él hizo un retrato muy interesante de Dárgelos que podía resumirse en la frase: “si no tuviera un peso y estuviera en su casa, haría lo mismo que ahora: escribir”. Nunca me olvidé de esa apreciación, y hace un par de meses iba por Corrientes y de pronto lo vi vendiendo sus artesanías sobre la avenida. En todo este tiempo me lo había cruzado solamente una vez en el subte. Me acerqué, charlamos un poco y le conté que no había olvidado su mirada sobre Dárgelos. Y lo desafié: “¿te acordás de qué canción estábamos hablando cuando dijiste eso?”. Se quedó pensativo unos segundos y después acertó.

Tapa de "La voz de nadie", segundo libro de poemas de Adrián Dárgelos
Tapa de "La voz de nadie", segundo libro de poemas de Adrián Dárgelos

***

En Hablar de poesía la entrevistadora le preguntaba “¿Qué te gusta de la poesía?” y Dárgelos respondía: “Me gusta la poesía como última trinchera de la cultura”. La entrevista es de 2019 y el siguiente disco de Babasónicos, que salió en 2022, se llamó Trinchera. A su vez la banda sacó la canción “Trinchera”, que no está incluida en Trinchera sino en Trinchera avanzada, una versión ampliada del disco. La letra apunta claramente a la vida privada: “Cada cual a su casa / a trincheras. / Será la única chance de estar en silencio y a solas”.

Y en La voz de nadie, en el poema “Tesoro”, página 40, se lee: “En el único lugar / en el que todavía queda oro / es entre las páginas de un libro”.

***

En ”Mentira nórdica”, octavo tema de Trinchera, se escucha: “Voy a usar esas palabras / que usan todos y que nadie siente propias”. Es una ajustada descripción de una época de algoritmos en la que las expresiones de moda se difuminan a toda velocidad convirtiendo a los seres humanos en meros repetidores de lo que hay que decir: “es por ahí”, “es un montón”, “en una”, “team algo”.

Con reminiscencias de Rubén Darío y Baudelaire, Dárgelos reafirma su identidad como poeta (Foto: Infobae México - Cinthia Flores)
Con reminiscencias de Rubén Darío y Baudelaire, Dárgelos reafirma su identidad como poeta (Foto: Infobae México - Cinthia Flores)

Y es en este mundo feliz que, inversamente, Adrián Dárgelos hizo suya una zona del idioma; por eso es imposible usar algunas palabras sin escuchar el rumor de Babasónicos: bambula, zafarrancho, voluta, caireles, lupanar, palestra, estertor, charada, vórtice, cadalso, casquivana, rubí, desfachatado, vergel. El cantante de la sonrisa provocadora ya está detrás del lenguaje y es nadie.

Así las cosas, la publicación de La voz de nadie viene a confirmar por enésima vez una especificidad fuerte de Dárgelos: su instrumento es la palabra. E incluso: su único instrumento es la palabra. Por eso fue tan impactante la publicidad que hizo hace un tiempo para una empresa de telefonía: esa vez abandonó por un momento el estamento de quien solamente escribe y canta y agarró una guitarra, acaso para confirmar la regla.