Policía le disparó a su esposa y al que sería su amante tras encontrarlos en un motel de Bogotá y luego se quitó la vida

El triángulo amoroso entre un oficial de Policía, su esposa y un tercero, del que no se tiene mayor información, terminó de la peor manera la madrugada de este lunes 9 de septiembre, luego de que el uniformado llegara hasta el parqueadero del motel en la que la pareja pasó la noche y les disparara.

Ocurrió en la localidad de Kennedy, donde el supuesto oficial, que trabajaría para el CAI de Bosa Piamonte, irrumpió en una de las habitaciones del motel Las Vegas. Se desconoce cómo es que dio con la ubicación de la que sería su compañera sentimental, pero en un ataque de celos decidió abrir fuego contra los amantes.

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Pensando que habían muerto, el presunto uniformado decidió quitarse la vida. Sin embargo, la esposa y el amante fueron encontrados con vida por el personal del motel que, al escuchar los disparos, se puso en contacto con los servicios de emergencia

Ambos fueron traslados al Hospital de Kennedy y, de acuerdo con el más reciente reporte médico, se encuentran fuera de peligro. Caso contrario al del oficial, cuyo cuerpo fue examinado por el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) antes de realizarse el levantamiento.

Fuentes oficiales revelaron al Ojo de la noche que la mañana del lunes, esposa y amante serán visitados por quienes asumieron el caso para tomar su versión de los hechos y dar continuidad a la investigación. Además, el teniente coronel Juan David Arango, oficial de inspección de la Policía de Bogotá, se refirió al caso.

“La información está siendo verificada y aún no se tiene certeza sobre si el agresor era miembro activo de la Policía Nacional. El Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía General de la Nación está llevando a cabo todas las diligencias necesarias para esclarecer los hechos”, expresó el uniformado.

Horas más tarde, el agresor fue identificado como Jhon Jairo Acuña Salazar y, según información oficial, el arma con la que atacó a su esposa y la persona con la que se encontraba no era de dotación, sino un revolver que guardaba para “emergencias”.

De acuerdo con un estudio realizado por las plataformas Gleeden y Ashley Madison, Colombia ocupa el segundo lugar en Latinoamérica por mayor número de infieles, superado únicamente por Brasil, un país con una población de 214 millones de habitantes, comparados con los 51 millones de Colombia. Mientras que en tercer lugar, se ubica México, con una población cercana a los 127 millones.

Un dato que sugiere que un mayor porcentaje de colombianos estarían engañando a sus parejas, si se comparan los números con países de mayor densidad poblacional. El fenómeno ha sido relacionado con diversos factores como la rutina, la monotonía en las relaciones, la tentación y la seducción, según explicó el psicólogo clínico y experto en fenómenos sociales Andrés Gutiérrez en una entrevista concedida a Blu Radio. Gutiérrez destacó que la infidelidad puede manifestarse tanto a través de medios digitales como en encuentros físicos.

Además, el impacto emocional en las personas que sufren de infidelidad es significativo, provocando altos niveles de estrés y dificultades para tomar decisiones, afectando su vida personal, laboral y social. La infidelidad, como problema social, podría estar más presente en ciudades como Rionegro, Medellín y Bucaramanga, según la investigación.

Los datos sugieren que 6 de cada 10 colombianos han sido infieles en algún momento de su vida, mientras que en el caso de los hombres, esta cifra asciende a 8 de cada 10, de acuerdo con Gleeden, aplicación que brinda un espacio de encuentro para infieles. Silvia Rúbides, directora de marketing de la plataforma, detalló que el 70% de los usuarios son hombres. Sin embargo, las mujeres suelen ser más estigmatizadas, hasta en un 68%, a pesar de que su infidelidad responde más a la falta de atención que al deseo sexual.

Y, adicionalmente, sugirió que existen tres tipos principales de infidelidad entre los colombianos: el contacto físico, la conexión emocional y el sexting o coqueteo a través de redes sociales.

Ante semejante panorama, incluso desde el Gobierno se han planteado medidas para abordar el problema. La congresista liberal Kelly Karina Espinosa radicó en abril del 2023 la ley “Cero Cachos”, argumentando que la infidelidad está generando violencia, depresión y suicidios en el país. De ahí su llamado a actuar, frente a una situación que, según ella, implica cierta responsabilidad colectiva.