Víctimas de las farc contaron dolorosos relatos de su cautiverio: “Nos dieron arroz con vidrios”

Ante la JEP, distintas víctimas expusieron lo que vivieron con el extinto Bloque Oriental de las Farc

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Foto del expolicía César Augusto Díaz - crédito cortesía JEP
Foto del expolicía César Augusto Díaz - crédito cortesía JEP

Durante las recientes audiencias de la JEP (Jurisdicción Especial para la Paz), exvíctimas de secuestro del Bloque Oriental de las FARC han compartido estremecedores relatos sobre sus experiencias de cautiverio bajo el control de este extinto grupo armado.

Entre ellos, se destaca el testimonio del expolicía César Augusto Díaz, que sufrió durante la toma guerrillera de Mitú (Vaupés) y relató las condiciones inhumanas a las que fueron sometidos, incluyendo la ingesta forzada de alimentos contaminados con vidrio molido.

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Díaz, al revelar detalles de las torturas vividas, recordó: “Para un almuerzo, nunca se me va a olvidar, que nos dieron arroz con vidrios”, describiendo este acto no solo como una agresión física, sino como una forma de tortura psicológica.

Además, destacó las extenuantes marchas a las que fueron forzados, diciendo: “Las caminatas eran de cuatro, cinco, o seis días, de noche, amarrados para poder hacer nuestras necesidades”, lo que refleja la severidad del trato recibido durante el cautiverio.

El sargento retirado de la Policía César Augusto Lasso revivió ante una audiencia de justicia los duros momentos vividos durante su cautiverio. Testificó cómo, en una flagrante violación a los derechos humanos, se les negaba incluso el acceso a necesidades básicas como un baño, obligándolos a hacer sus necesidades en bolsas de plástico. “A veces uno no quisiera recordar para no sentir el quebranto de la voz y la bajeza del ser humano”, confesó Lasso.

Según los relatos de las víctimas los hacían caminar por varios días seguidos. Imagen de ilustración - crédito Colprensa
Según los relatos de las víctimas los hacían caminar por varios días seguidos. Imagen de ilustración - crédito Colprensa

Lasso, cuyo testimonio se suma al de otros que buscan visibilizar los crímenes de lesa humanidad, destacó el trato inhumano que se le otorgaba a los prisioneros, describiendo cómo les ponían lazos al cuello y los usaban para controlar su ritmo durante las marchas forzadas, “como si fueran mulas de carga”.

Durante la diligencia, la magistrada Julieta Lemaitre instó a los excomandantes del Bloque Oriental de las Farc a que reconozcan las secuelas y el daño causado a las víctimas. Lemaitre, en un gesto que busca justicia y reparación, subrayó que tales actos constituyen “crímenes violatorios del derecho internacional”.

Una de las magistradas de la JEP, reconocí la importancia de estos relatos para la construcción de la verdad - crédito Carlos Ortega/EFE
Una de las magistradas de la JEP, reconocí la importancia de estos relatos para la construcción de la verdad - crédito Carlos Ortega/EFE

La intervención de Lasso, quien tuvo el valor de mostrar en vivo las cadenas que simbolizan su sufrimiento y el de muchos otros, no deja lugar a dudas sobre la severidad y la atrocidad de los crímenes cometidos. Este acto de valentía pone en la luz la necesidad de reconocer las heridas del pasado y de trabajar hacia la reparación de las víctimas y la reconstrucción del tejido social que ha sido desgarrado por años de conflicto.

El testimonio de Lasso y el llamado de la magistrada Lemaitre constituyen un momento crucial en la lucha contra la impunidad y en la búsqueda de la verdad y la justicia. La comunidad internacional y la sociedad en su conjunto deben tomar nota de estas voces que claman por el reconocimiento de sus sufrimientos y por acciones concretas que garanticen la no repetición de tales crímenes.

Las víctimas recordaron que los hicieron comer vidrios con arroz - crédito Yahya Arhab/EPA/EFE
Las víctimas recordaron que los hicieron comer vidrios con arroz - crédito Yahya Arhab/EPA/EFE

Los testimonios de estas víctimas, quien los guerrilleros se referían como “prisioneros de guerra”, brindan una visión cruda de las violaciones de derechos humanos perpetradas por las Farc durante el conflicto armado en Colombia. Este tipo de narrativas resalta la importancia de las audiencias de la JEP en el proceso de recopilación de verdad, justicia y reparación para las víctimas del conflicto.

La participación de las víctimas en estos espacios de justicia transicional no solo contribuye a la construcción de memoria histórica, sino que también ofrece una plataforma para que sus voces sean escuchadas y reconocidas. Es fundamental para el país entender la magnitud de los sufrimientos causados y asegurar que tales actos no se repitan en el futuro.

César Augusto Díaz, mediante su relato, pone de manifiesto la crueldad de las tácticas empleadas por las Farc para someter a quienes consideraban sus enemigos. “Eso no fue un paseo como unos creen”, afirmó, desmintiendo cualquier intento de minimizar las atrocidades vividas por los secuestrados. A través de sus palabras, Díaz busca contribuir a un relato nacional que reconozca plenamente el dolor y el sufrimiento infligidos a las víctimas.

La JEP instó a los exmiembros de las Farc a que reconozcan el daño que han hecho. Imagen de ilustración - crédito Mauricio Dueñas/EFE
La JEP instó a los exmiembros de las Farc a que reconozcan el daño que han hecho. Imagen de ilustración - crédito Mauricio Dueñas/EFE

Este compendio de testimonios de secuestrados ante la JEP marca un episodio significativo en el camino de Colombia hacia la paz y reconciliación. A medida que la nación sigue enfrentando los desafíos del post-conflicto, la valentía de las víctimas al compartir sus historias se convierte en un pilar esencial para asegurar que el proceso de paz sea inclusivo y representativo de todas las voces afectadas por décadas de violencia.