Joven de 21 años murió al manipular un cilindro con explosivos en Nariño

El accidente ocurrió en el municipio Olaya Herrera. Otros dos menores resultaron heridos y se recuperan en un centro de salud de Tumaco

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En los tres primeros meses de 2023 se registraron 73 víctimas en Colombia por uso y abandono de artefactos explosivos. Foto: Ejército Nacional.
En los tres primeros meses de 2023 se registraron 73 víctimas en Colombia por uso y abandono de artefactos explosivos. Foto: Ejército Nacional.

Las Fuerzas Armadas de Colombia informaron, por medio de un video compartido por Última Hora Caracol, sobre la muerte de un joven de 21 años por manipular un artefacto explosivo, en la vereda Barro Caliente, ubicada en el municipio Olaya Herrera (Nariño). El accidente ocurrió el lunes 19 de junio y también repercutió en dos hermanos menores del joven, de 14 y 16 años respectivamente, quienes resultaron heridos.

De acuerdo con el coronel Gabriel Maje, de las Fuerzas Armadas, el accidente ocurrió por falta de conocimiento en la manipulación de este tipo de materiales por parte de la población civil. Además, informó que, apenas tuvieron conocimiento del caso, por medio de las autoridades municipales, las Fuerzas Armadas iniciaron la gestión para evacuar a los heridos hacia el municipio de Tumaco. Sin embargo, hubo retrasos en esa tarea.

“Dicho procedimiento no se pudo realizar por las condiciones meteorológicas en el sector; se hicieron las coordinaciones pertinentes con las autoridades ya antes mencionadas del municipio, y en el día de hoy [20 de junio] fueron trasladados vía fluvial al municipio de Tumaco, para que reciban la atención adecuada”, explicó el vocero de las Fuerzas Militares. Por ahora, los jóvenes se encuentran estables, pero su pronóstico es reservado.

“La Fuerza de Tarea Conjunta Hércules rechaza categóricamente estas acciones que son infracciones al Derecho Internacional Humanitario y violan los derechos humanos”, enfatizó el coronel. Además, dijo que hasta el momento han destruido de manera controlada más de 786 artefactos explosivos. “De esta manera seguiremos ratificando nuestro compromiso con la población de nuestro pacífico nariñense”, añadió el coronel Maje.

Las víctimas que han dejado los explosivos en Colombia

El Comité Internacional de la Cruz Roja aseguró que hubo 73 víctimas de artefactos explosivos en Colombia durante los primeros tres meses de 2023. De estas personas, 18 fallecieron, 37 son civiles, tres son menores de edad, 33 son integrantes de la Fuerza Pública y tres son miembros de grupos armados ilegales.

Todas estas personas fueron víctimas de accidentes con minas antipersona (41), con restos de explosivos de guerra (6), con artefactos de detonación controlada (3) y de artefactos explosivos que fueron lanzados (23).

“La presencia, uso y abandono de artefactos explosivos genera afectaciones sobre la población civil víctima de los conflictos armados en el territorio colombiano. Los lugares o los departamentos donde más víctimas hemos registrado han sido Nariño, Antioquia, Cauca, Norte de Santander, Putumayo, Bolívar, Chocó y Arauca”, reportó Anamaría Hernández Montoya, coordinadora de la Unidad de Contaminación por Armas, Cicr Colombia.

Según los datos registrados por la Cruz Roja, el departamento de Nariño fue el que más casos presentó, con 20 víctimas. El segundo fue Norte de Santander, con 18; le sigue Cauca, con nueve; Antioquia, Chocó y Putumayo, con seis; Bolívar, con cinco; Huila, con dos, y Arauca, con una víctima.

“Desde 1990 y hasta el 31 de marzo de 2017, la Daicma (Dirección para la Acción Integral Contra Minas Antipersonal) registró un total de 11.481 víctimas de MAP y REG, de las cuales 7.028 son de la Fuerza Pública y 4.453, civiles (...) El 98% de los atentados suceden en zonas rurales. No toda Colombia está minada. En 25 municipios se concentra aproximadamente el 50% de la afectación. Vista Hermosa (Meta) es el municipio más afectado por Minas Antipersonal en Colombia”, según información suministrada por el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz).

La coordinadora Hernández señaló que las consecuencias de estos artefactos no solo recaen sobre las víctimas directas, sino también sobre los pobladores de los territorios. Pues, se pueden presentar desplazamientos forzados, confinamientos, dificultades para acceder a bienes y servicios, así como a las actividades de pesca y de caza, que ayudan a la alimentación y al comercio de las familias campesinas.

“Esta es una de las razones por las que no consideramos que la problemática por el uso de artefactos explosivos esté disminuyendo en territorio colombiano, aunque el número de víctimas sea menor que el del año pasado (2022)”, explicó la coordinadora de la Unidad.