El municipio de Buenaventura, en el Valle del Cauca, se encuentra en un momento crítico al aproximarse el fin de la tregua este 5 de mayo entre dos notorias bandas delincuenciales, Los Shottas y Los Espartanos.
Por eso, a fin de prevenir posibles escaladas de violencia, las autoridades locales, encabezadas por la secretaria de Gobierno María Liliana Vivas Paz, han intensificado las medidas de seguridad, contando con el apoyo de la Policía, la Armada, la Procuraduría y la Fiscalía.
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En un esfuerzo por preservar la tranquilidad en el reconocido puerto sobre el Pacífico colombiano, se ha convocado un consejo extraordinario de seguridad que marcó la pauta para el refuerzo en zonas ya identificadas por anteriores enfrentamientos entre las mencionadas bandas. “Por instrucciones de la alcaldesa Ligia del Carmen Córdoba Martínez, hemos llevado a cabo este consejo extraordinario con la participación de la Fuerza Pública... para tomar todas las medidas de seguridad”, afirmó Vivas Paz.
La representante de la administración local destacó la respuesta inmediata de la Fuerza Pública tras la convocatoria al consejo realizado el sábado, lo cual subraya la dedicación y el compromiso para con la seguridad de Buenaventura. Este encuentro, que contó con la presencia de altos mandos policiales y militares, resultó en la decisión de aumentar los patrullajes y fortalecer los puntos críticos previamente identificados.
“Estamos previniendo, tomando todas las medidas para garantizar la seguridad en Buenaventura”, remarcó Vivas Paz, asegurando la continuación de los esfuerzos hasta después del vencimiento de la tregua. A lo que el comandante de la Policía de Buenaventura, coronel Hernando Alexánder Barajas, agregó: “La Policía ya en territorio se encuentra con un despliegue de capacidades focalizándose en sitios ya priorizados... La idea es que estos puntos los reforcemos, los mantengamos, para contener cualquier situación”.
Por otro lado, el coronel de Infantería de Marina, Ricardo Alberto Visbal Heilbut, enfatizó el apoyo continuo a las labores policiales. “Vamos a incrementar las labores de inteligencia militar en coordinación con la inteligencia policial”, señaló, destacando la disposición de recursos significativos para la operación. Además, el comandante de la Policía Valle, coronel Giovanni Cristancho, confirmó acuerdos para patrullajes conjuntos en los puntos más conflictivos.
De igual forma, el Alto Comisionado para la Paz, Otty Patiño, arribó a Buenaventura junto con el aniversario de un evento significativo en la historia reciente del país: la conmemoración de los 50 años del robo de la espada de Bolívar por el grupo guerrillero M-19. Su presencia sugiere esfuerzos adicionales por mediar en las conversaciones entre Los Shottas y Los Espartanos, buscando prolongar la tregua e instaurar un periodo extenso de paz.
“Nosotros creemos y es un reclamo de toda la comunidad, la presencia real del Ejecutivo. Desde que salió el doctor Danilo Rueda no hemos tenido la presencia del nuevo alto comisionado en Buenaventura y esto desgasta las partes. Necesitamos que venga la presencia del alto Gobierno, encabeza del alto comisionado para que dé ruta y vuelva encaminar y encarrilar esos procesos que estamos llevando”, dijo en su momento el obispo de Buenaventura, Rubén Darío Jaramillo.
Este acercamiento de las autoridades con las bandas subraya la complejidad de la violencia urbana en Buenaventura y la necesidad de estrategias integrales que aborden tanto la seguridad inmediata como las causas subyacentes del conflicto. La situación en el puerto de Buenaventura es un recordatorio de los desafíos que enfrentan muchas comunidades en Colombia, donde la violencia de las bandas delincuenciales sigue siendo una realidad cotidiana.
Mientras la comunidad de Buenaventura y las autoridades locales y nacionales aguardan los resultados de estas medidas de seguridad reforzadas y las negociaciones en curso, la esperanza de una paz duradera permanece cautelosamente optimista entre los ciudadanos. La determinación expresada por los funcionarios de continuar trabajando por la seguridad de la ciudad culmina en un compromiso compartido por restaurar y mantener el orden y la tranquilidad en uno de los puertos más estratégicos y culturalmente ricos de Colombia.