En su informe semanal que se publica los jueves, el Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires anunció el final de la campaña de maíz 2019-2020, donde luego de 20 años la producción total superó a la de soja. Según el relevamiento y con un área sembrada de 6.120.000 hectáreas, la cosecha del cereal con destino a grano comercial llegó a 50 millones de toneladas, mientras que la oleaginosa se ubicó en 49.600.000 toneladas.
El rendimiento del cereal fue de 81,7 quintales por hectárea, por debajo del valor de la campaña anterior cuando se ubicó en 83,1 quintales por hectárea . En cuanto a las pérdidas, las mismas ascendieron a 180.000 hectáreas en todo el país.
De acuerdo a lo expresado por los técnicos de la bolsa porteña, “gran parte de los lotes cosechados durante la última semana, se ubicaron en el norte y sur del área agrícola nacional. A la fecha, aún quedan cuadros puntuales por recolectar en el Sudeste de Buenos Aires, pero los mismos no afectarían nuestra estimación nacional de producción para la campaña”.
Al analizar las diferentes regiones maiceras, en el NEA la cosecha obtuvo un rendimiento medio zonal de 65,2 quintales por hectárea, y en el NOA, la producción total alcanzó las 2,27 millones de toneladas. Por su parte, en el Centro-Norte de Santa Fe, la falta de lluvias durante el período crítico del cereal se vio reflejada en un rendimiento medio zonal de 66,8 quintales por hectárea, y hacia las zonas oeste de Buenos Aires, norte de La Pampa, Cuenca del Salado y el centro de Buenos Aires la cosecha terminó con rendimientos por sobre el promedio de los últimos cinco años, pero menores a los recolectados en la campaña 2018/19. En paralelo, aún se registraban lotes puntuales en pie en el sur del área agrícola nacional.
A su vez, la siembra de maíz del ciclo 2020-2021, que comenzaría en las próximas semanas, atraviesa un panorama incierto, por la situación climática y los efectos de la crisis económica y financiera.
En lo climático, y de acuerdo a los comentarios realizados por los técnicos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), “las reservas en profundidad son escasas, y están por debajo del promedio. Todo eso se transforma en un gran impedimento para el cereal. Hay coincidencia en que con estas condiciones es imposible la próxima siembra, y algunos ya hablan de un mínimo de 30 milímetros, pero el problema es grave y en el distrito cordobés de Monte Maíz, señalan que no llueve desde el 15 de marzo”.
Y bajo este panorama, los especialistas de la BCR proyectan que tendría que llover al menos unos 100 milímetros antes de sembrar maíz. “Si llueve por debajo de eso, estaríamos con menos del 60% de capacidad de campo y eso es correr mucho riesgo.”
Sigue complicada la siembra de trigo
El informe de la bolsa porteña también contempló el avance de la siembra de trigo del ciclo 2020-2021, que se encuentra muy afectada por la falta de precipitaciones y en los últimos días por el impacto de las elevadas temperaturas.
Hasta el momento, la siembra del cereal alcanzó el 98,3 % del área proyectada en 6,5 millones de hectáreas, y la misma se concentró en el Sudeste de Buenos Aires, donde la ausencia de lluvias permitió retomar las labores a campo que en esa zona se encuentran demoradas por excesos hídricos.
Todo lo contrario sucede en el centro y norte del área agrícola donde continúa empeorando bajo el escenario de sequía, comprometiendo las expectativas de rinde a cosecha. En la región núcleo el panorama es muy complejo, donde los datos aportados por la Bolsa de Comercio de Rosario señaló que hay 400 mil hectáreas en estado regular y 80 mil hectáreas en malas condiciones.
“La continuidad del escenario seco debe evaluarse cuidadosamente”, dijo José Luis Aiello, experto en Ciencias Atmosféricas, y agregó: “Los acumulados necesarios para volver a la normalidad están en el orden de 80 a 120 milímetros. Y en esta época son muy poco probables”.
Al contexto de falta de lluvias se sumaron en los últimos días las elevadas temperaturas. Las máximas en la región núcleo oscilaron entre los 30 y 34 grados centígrados. “Si bien la mayor parte de los trigos de la región se encuentran en macollaje, hay lotes, como en los alrededores de Cañada de Gómez, que se adelantaron y comienzan a encañar por las elevadas temperaturas. El calor aceleró la pérdida de agua. Ya no hay más humedad en los primeros 20 centímetros del suelo los lotes regulares. El deterioro del cultivo es preocupante, y sin precipitaciones se perdería hasta un 30% del rendimiento del cereal”, dijeron desde la Bolsa de Rosario.
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