El Servicio Federal de Seguridad de Rusia frustró un ataque terrorista en una sinagoga de Moscú

El supuesto terrorista ofreció “resistencia armada” cuando iba a ser detenido durante una operación policial, por lo que los agentes abrieron fuego y el sujeto “fue neutralizado”

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FOTO DE ARCHIVO. Coches pasan por delante de la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB) en el centro de Moscú, Rusia (REUTERS/Sergei Karpukhin)
FOTO DE ARCHIVO. Coches pasan por delante de la sede del Servicio Federal de Seguridad (FSB) en el centro de Moscú, Rusia (REUTERS/Sergei Karpukhin)

El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) ha informado de que en la víspera logró abatir a un ciudadano procedente de Asia Central que había planificado un atentado terrorista contra una sinagoga de Moscú durante un momento de gran afluencia de personas.

Según han relatado este jueves las autoridades rusas, y recoge la agencia de noticias TASS, el supuesto terrorista ofreció “resistencia armada” cuando iba a ser detenido durante una operación policial, por lo que los agentes abrieron fuego y el sujeto “fue neutralizado”.

“El extranjero hizo preparativos para cometer un acto terrorista: realizó un reconocimiento del área alrededor de una de las sinagogas de Moscú, y también adquirió componentes para fabricar un artefacto explosivo improvisado”, ha explicado el FSB.

El Servicio Federal de Seguridad ha añadido que el supuesto terrorista, nacido en 2002, cumplía condena en su país de origen por un “delito común” cuando comenzó a entablar relación con otros condenados por actividades terroristas.

“Bajo su influencia, comenzó a compartir la ideología de una organización terrorista internacional prohibida en la Federación Rusa. Tras su liberación en noviembre de 2023, el hombre entró en territorio ruso”, han explicado desde Moscú.

Este incidente se produce menos de un mes después del atentado terrorista ocurrido en una sala de conciertos a las afueras de Moscú, cuando cuatro sujetos armados irrumpieron en el lugar y acabaron con la vida de más de 140 personas. Las autoridades rusas han confirmado ya la detención de más de una docena de presuntos implicados en el atentado, incluidos los cuatro atacantes.

Varias personas depositan flores y encienden velas en las inmediaciones del Crocus City Hall, donde se registró un ataque que dejó más de 100 fallecidos, a las afueras de Moscú, Rusia, el 23 de marzo de 2024 (AP Foto/Alexander Zemlianichenko)
Varias personas depositan flores y encienden velas en las inmediaciones del Crocus City Hall, donde se registró un ataque que dejó más de 100 fallecidos, a las afueras de Moscú, Rusia, el 23 de marzo de 2024 (AP Foto/Alexander Zemlianichenko)

Gran parte de ellos son ciudadanos nativos de Asia Central, región que ahora está en el punto de mira de Moscú. Aunque Estado Islámico Provincia de Jorasán -filial de la organización terrorista en Afganistán- reivindicó el ataque, Rusia ha deslizado en reiteradas ocasiones que Ucrania podría estar de algún modo involucrada, si bien Kiev lo niega rotundamente.

A pesar de la retórica de Putin que busca implicar a Ucrania, analistas, ex funcionarios de seguridad estadounidenses y miembros de la élite rusa dijeron que el ataque subrayó las vulnerabilidades del régimen de Putin en tiempos de guerra, que también fueron evidentes cuando Yevgeniy Prigozhin dirigió sus mercenarios wagnerianos en un breve motín con el objetivo de destituir a altos funcionarios de defensa en junio.

“El régimen muestra su debilidad en situaciones tan críticas, tal como lo hizo durante el motín de Prigozhin”, dijo Andrei Kolesnikov, investigador principal del Centro Carnegie Rusia Eurasia. Aunque Prigozhin abandonó el levantamiento, el daño fue evidente. Luego, como durante los eventos de este fin de semana, Putin no apareció durante horas. antes de abordar finalmente la emergencia. “En los momentos difíciles, Putin siempre desaparece”, dijo Kolesnikov.

Apenas tres días antes del asalto a Crocus City, Putin desestimó la advertencia de Estados Unidos sobre un posible ataque terrorista inminente como “chantaje abierto” y “un intento de asustar y desestabilizar nuestra sociedad”.

Pero con su control autoritario del poder y prácticamente nadie dispuesto a desafiarlo, es poco probable que el líder ruso enfrente críticas o consecuencias por no tomar la advertencia más en serio.

(Con información de EP)