El canciller chino Qin Gang y el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, comenzaron este domingo una reunión que marca el inicio de la visita del funcionario estadounidense a China, en la que ambas partes tratarán de limar asperezas después de meses de tensiones, informó la agencia Xinhua.
Blinken llegó la mañana de este domingo a Beijing, convirtiéndose en el funcionario estadounidense de mayor rango que visita China desde que el presidente del país, Joe Biden, comenzó su mandato en 2021.
El secretario permanecerá en la capital china durante dos días para un viaje en el que se tratarán asuntos como “la cooperación económica, el conflicto entre Rusia y Ucrania, las relaciones con Taiwán y la preparación de las siguientes reuniones de alto nivel”, según medios del país asiático.
Ninguno de los dos países espera grandes avances durante los dos días de visita de Blinken, dadas sus diferencias sobre una amplia gama de temas como comercio, tecnología y seguridad regional.
Pero Beijing y Washington han expresado el deseo de alcanzar mayor estabilidad en sus relaciones.
Antes de partir, Blinken declaró en Washington que el objetivo del viaje es “abrir líneas directas de comunicación para que nuestros dos países puedan gestionar nuestra relación de manera responsable, lo que incluye abordar algunos desafíos y percepciones erróneas y evitar errores de cálculo”.
“La competencia intensa requiere una diplomacia sostenida para garantizar que no se convierta en confrontación o conflicto”, agregó Blinken.
Blinken habló acompañado de la ministra de Relaciones Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan, quien afirmó que la región desea que Estados Unidos encuentre formas de coexistir con China.
Señaló que el viaje de Blinken “es esencial pero insuficiente”.
Durante el vuelo de 20 horas, Blinken conversó por teléfono con sus colegas de Japón y Corea del Sur.
El consejero de Seguridad Nacional estadounidense, Jake Sullivan, viajó separadamente a Tokio para un diálogo con delegados de Japón, Corea del Sur y Filipinas.
Estados Unidos alcanzó acuerdos recientes sobre el envío de tropas al sur de Japón y el norte de Filipinas, ambos estratégicamente cerca de Taiwán, la isla de gobierno autónomo que China reclama como propia y ha prometido recuperar.
La creciente presión china sobre Taiwán ha sido uno de los principales focos de tensión entre Washington y Beijing.
China efectuó en agosto pasado grandes maniobras alrededor de Taiwán, las cuales fueron consideradas un ensayo para una invasión, luego de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, visitara la isla.
En abril, China realizó tres días de simulacros militares luego de que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, visitara Estados Unidos.
Qin y Blinken ya intercambiaron reproches este miércoles durante una conversación telefónica que supuso el primer contacto bilateral de alto nivel en meses.
El canciller exhortó entonces a Estados Unidos a cesar en su empeño de dañar los intereses soberanos en materia de seguridad y desarrollo de China “en nombre de la competencia”.
En una señal de la fragilidad del esfuerzo, la visita de Blinken estaba originalmente programada para febrero pero fue cancelada luego de que Washington dijera que detectó un globo de espionaje chino sobre territorio estadounidense.
El presidente estadounidense Joe Biden bajó el tono al episodio del globo al declarar: “No creo que los dirigentes supieran dónde estaba o qué tenía adentro o supieran lo que estaba ocurriendo”.
Hablando en momentos en que Blinken viajaba a Beijing, Biden manifestó su deseo de reunirse nuevamente con su homólogo chino Xi Jinping, después del cordial encuentro que tuvieron en noviembre pasado en Bali, durante la cumbre del G20.
“Espero que, en los próximos meses, me reúna nuevamente con Xi y conversemos sobre las legítimas diferencias que tenemos pero también sobre cómo hay áreas en las que nos podemos entender”, agregó Biden.
Los dos gobernantes podrían coincidir en la próxima cumbre del G20, en septiembre en Nueva Delhi, y Xi fue invitado a viajar a San Francisco en noviembre para el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.
(Con información de EFE y AFP)
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