El ministro de Inteligencia israelí, Elazar Stern, del partido centrista Yesh Atid, declaró que Siria no puede tener armas químicas un día después de la publicación de un informe que afirma que Israel atacó varias instalaciones de armas químicas en el país.
“Tenemos un vecino que ha demostrado que no tiene miedo de usar armas químicas contra su pueblo. No deben tener armas químicas, y esto no es solo un asunto israelí”, declaró el ministro en la radio Galatz, que publicó el mensaje en redes sociales.
Según un informe difundido por el periódico estadounidense The Washigton Post, Israel habría llevado a cabo estas operaciones contra arsenales químicos en Siria después de haber recibido información de los servicios de inteligencia sobre la intención del presidente de Siria, Bashar al Assad, de activar el programa de armas químicas que acordó desmantelar en 2014.
Estados Unidos fue informado, aunque no está claro si se logró el objetivo de destruir los arsenales químicos, informó el periódico estadounidense, tal y como recoge el diario israelí ‘The Times of Israel’.
Esta semana, se conoció que las Fuerzas de Defensa de Israel atacaron instalaciones sirias donde se presume que el régimen de Bashar al Assad buscaba relanzar su programa de armas químicas, según fuentes de inteligencia con conocimiento de los operativos desplegados en junio y el año pasado.
Es habitual que Israel despliegue operativos contra milicias iraníes o destinadas a evitar el envío de armas por parte de Teherán. En las dos operaciones en cuestión, según reportó este lunes el Washington Post, el objetivo fue destruir instalaciones militares que estarían vinculadas al programa de armas químicas del país, que habría renovado la producción de agentes nerviosos mortales.
Si Al Assad, dictador conocido por usar armas químicas sobre su propia población durante la larga guerra civil, lograse reconstituir el programa científico-militar, sería una amenaza directa para la seguridad de Israel y otros países de la región. De hecho, el arsenal químico de antaño tenía como principal destino ser utilizado en una eventual guerra con Israel. “Es un arma estratégica para el régimen”, dijo un funcionario de inteligencia occidental consultado por el Post.
(Con información de Europa Press)
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