La delicuencia ambiental inesperada: el robo de arena

Diversas playas alrededor del mundo están en peligro de extinción debido a esta problemática

Guardar
La extracción de arena del fondo marino ensucia la arena con sal, y esta debe ser eliminada (Grosby)
La extracción de arena del fondo marino ensucia la arena con sal, y esta debe ser eliminada (Grosby)

La arena es un recurso vital de la tierra y su demanda ha superado las capacidades de reposición de la naturaleza. Según científicos de la Universidad de Hawái, estimaron que en una cucharadita de café caben incontables granos de arena. No obstante, la arena no es infinita y está en proceso de agotamiento debido a su uso intensivo en la industria de la construcción. Cada año, este sector consume alrededor de 60.000 millones de toneladas de arena y grava, cifra suficiente para crear un muro de 27 metros de alto y 27 metros de ancho que rodee el ecuador terrestre. El consumo de arena ha duplicado la capacidad de regeneración natural, agravado por el aumento continuo de la demanda, que ha crecido un 60% desde el inicio del siglo y en China, más del 400%.

El boom de la construcción en países emergentes como India, Brasil, Turquía y China ha incrementado la presión sobre los recursos de arena. China, en la última década, utilizó más arena que Estados Unidos durante todo el siglo XX. Shanghái ha superado a Manhattan en número de rascacielos, y el gigante asiático produce 2.410 millones de toneladas de cemento anualmente, lejos de la India con 290 millones de toneladas y Estados Unidos con 86 millones. En Europa, aunque España tiene uno de los consumos más bajos en áridos, en 2015 rozó los 12 millones de toneladas de cemento, lo que reflejó el repunte del sector inmobiliario.

Expertos advierten que el 70% de las playas del mundo están en peligro debido a la extracción de arena. En California, desaparecen 30 kilómetros cuadrados de playas anualmente. El sedimento removido de los ríos, como los del delta del Mekong en Vietnam, facilita la intrusión de agua salada en los acuíferos, lo que impacta en la cadena alimentaria. La arena de cantera en España cuesta entre 11 y 18 euros por tonelada, pero en Singapur puede multiplicarse por diez debido a la extrema demanda en construcción.

La arena es un recurso vital de la tierra y su demanda ha superado las capacidades de reposición de la naturaleza
(Alamy)
La arena es un recurso vital de la tierra y su demanda ha superado las capacidades de reposición de la naturaleza (Alamy)

El uso de arena no se limita al hormigón. También se emplea en acero, cerámica, pulimentos, pinturas, detergentes, y productos tecnológicos como chips de ordenadores. Está presente hasta en la pasta de dientes y cosméticos, y se usa en el balasto de las vías del tren. César Luaces, director de la Asociación Nacional de Empresarios Fabricantes de Áridos, señala: “Cada español consume, sin ser consciente de ello, 11.650 kilos de arena al año”, debido a estos múltiples usos.

El impacto ambiental es significativo. La extracción de arena del fondo marino, como la realizada para las islas artificiales en Dubái, ensucia la arena con sal, y esta debe ser eliminada. La acción del viento hace que los granos de arena del desierto sean demasiado lisos para su uso en construcción, lo que obliga a países ricos en desiertos a importar arena, como ocurre con la torre Burj Khalifa en Dubái que requirió arena de Australia.

El problema no se queda solo en la explotación legal. En países como la India, la mafia de la arena controla gran parte de la extracción ilegal, y en Mumbai, antiguos pescadores ahora bucean hasta ocho metros de profundidad repetidas veces al día para extraer arena del lecho de ríos contaminados. Sumaira Abdulali, una activista india, denuncia: “Los políticos temen que combatir a las mafias provoque escasez de arena y detenga la construcción”.

El boom de la construcción en países emergentes como India, Brasil, Turquía y China ha incrementado la presión sobre los recursos de arena
(REUTERS/Feisal Omar)
El boom de la construcción en países emergentes como India, Brasil, Turquía y China ha incrementado la presión sobre los recursos de arena (REUTERS/Feisal Omar)

El mercado mundial de la arena y la grava genera unos 57.000 millones de euros al año y el mercado negro es una porción considerable de este monto. En algunos casos, islas han desaparecido debido a la extracción de arena, como sucedió en islas indonesias que alimentaron la expansión territorial de Singapur. Pascal Peduzzi del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, señala: “Una isla sumergida no cuenta como frontera, lo que significa que Indonesia perdió territorio”.

Alternativas sostenibles están siendo exploradas. En Goa se prueba sustituir el 10% de la arena con plástico reciclado, y algunos diseñadores abogan por utilizar escombros de edificios demolidos. También se debate reducir el uso excesivo de vigas en las construcciones, optimizando materiales sin comprometer la seguridad estructural. Peduzzi advierte: “Se está llegando al fin de la extracción de arena fácil. Está pasando en todas partes, y los gobiernos tienen que entender que estamos ante una emergencia que está pasando inadvertida”.

Guardar