En nueve meses del Piloto de Carro Compartido se hicieron 1.382 viajes y se evitó la emisión de 2,49 toneladas de CO2

Desde mayo se registraron 2.260 usuarios. La Universidad Javeriana, la entidad más comprometida con este modelo de movilidad

Compartir
Compartir articulo
En el Piloto participaron seis organizaciones públicas y privadas, representantes del sector productivo y la comunidad académica de Bogotá. (Alcaldía de Bogotá)
En el Piloto participaron seis organizaciones públicas y privadas, representantes del sector productivo y la comunidad académica de Bogotá. (Alcaldía de Bogotá)

Con el objetivo de reducir el número de viajes de ocupación única en vehículo particular en organizaciones de la ciudad (tanto públicas como privadas y universidades), facilitando el uso de plataformas tecnológicas para carro compartido, y con el objetivo último de promover un uso racional del vehículo particular, desde mayo comenzó a rodar en Bogotá un piloto a cargo de la secretaría de Movilidad: el del Carro Compartido.

“Si no compartimos el carro, no la vamos a lograr, va a llegar un momento en el que no nos vamos a mover. Lo que queremos es racionalizar ese modo de transporte; primero no usándolo, solo si es indispensable, y segundo, si lo va a usar, compártalo”, indicó cuando se instauró el piloto la alcaldesa Claudia López, quien se refirió a esta iniciativa como parte de un proceso de transformación cultural.

En este periodo de prueba participaron las entidades de Telefónica Movistar, Servientrega, Coca Cola Femsa, la Pontificia Universidad Javeriana, el Grupo Energía Bogotá y la Secretaría Distrital de Movilidad que, internamente, comenzaron a promover el empleo del carro compartido a través de la priorización de rutas.

Efectivamente, todas estas fueron organizaciones que aunaron esfuerzos para involucrar a sus colaboradores y estudiantes en la cultura de compartir el carro en sus recorridos a lugares de trabajo y estudio, no solo en pro de aligerar la congestión vehicular que padece la capital colombiana, sino también del medioambiente y de la calidad del aire. Dicho esto, pasados nueve meses desde que se instauró este modelo de seguridad, ¿cuál es el balance del mismo?

Pues en un balance inicial tímido, en estos meses se hicieron un total de 1.382 viajes de carro compartido, y se contó con la participación de 2.260 usuarios registrados en las plataformas que apoyaron el piloto (Try My Ride e iLiKKO).

La evaluación de desempeño de las organizaciones participantes se estimó a partir del porcentaje de viajes de carro compartido sobre el total de viajes potenciales en vehículo particular, referidos por cada organización en la encuesta de línea base.

Con ese rasero de medición, la Secretaría Distrital de Movilidad obtuvo el mayor porcentaje de viajes, con un total de 62 viajes registrados. No obstante, vale aclarar que no fue la entidad que tuvo el mayor número de viajes.

Reducción de dióxido de carbono

Telefónica Movistar registró 356 viajes, Servientrega 43, y la Pontificia Universidad Javeriana un total de 921, y como resultado de este esfuerzo, se logró mitigar un total de 2,49 toneladas de CO₂, siendo la Universidad Javeriana la que presentó un mayor aporte a este indicador con 1,53 toneladas, seguida por Telefónica Movistar con 0,98 toneladas.

Otros aspectos que se midieron y se destacaron fueron el de una mayor participación de mujeres en viajes de carro compartido, sobre todo en la experiencia de Telefónica Movistar Colombia, y la persona que más compartió el carro fue el profesor Carlos Alberto Ramos, con un total de 63 viajes compartidos.

También vale referir que la empresa Preserva, compañía promotora proyectos de restauración, conservación y preservación ambiental, apoyó el piloto brindando incentivos a las ganadoras representados en siembra de árboles y en entrega de certificaciones de compensación de emisiones, de esta manera, se logró que el piloto sea carbono neutro.

Este piloto hizo parte de la transformación cultural que se está dando en Bogotá, encaminada hacia una movilidad sostenible, teniendo en cuenta que la ocupación promedio de los vehículos particulares en Bogotá es de 1,5 personas por viaje, lo que genera impactos negativos en cuanto a contaminación del aire, emisión de gases de efecto invernadero, incremento de la congestión vehicular y de siniestralidad vial.

Seguir leyendo: