Por qué el cáncer de mama puede volver a aparecer

Un científico argentino lideró en los Estados Unidos el descubrimiento de un mecanismo que hace que células tumorales que estaban latentes se despierten. Cuáles son los 3 caminos que se abren hacia potenciales terapias

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Gran parte de los tumores de mama se pueden controlar. Pero en algunas personas las células cancerosas se dispersan a otros órganos. En algunos casos esas células se mantienen dormidas. Se investiga qué las despierta y hace que se forme metástasis (Imagen ilustrativa Infobae)
Gran parte de los tumores de mama se pueden controlar. Pero en algunas personas las células cancerosas se dispersan a otros órganos. En algunos casos esas células se mantienen dormidas. Se investiga qué las despierta y hace que se forme metástasis (Imagen ilustrativa Infobae)

Hay animales, como los osos, los murciélagos y las serpientes, que pasan un tiempo en hibernación y sobreviven en condiciones difíciles. En los seres humanos, se da un fenómeno similar pero en células tumorales: pueden dispersarse a otros órganos y mantenerse en latencia. En algún momento, se pueden reactivar y eso hace que el cáncer regrese en las personas.

Un científico argentino, que se formó en biología en la Universidad de Buenos Aires, el doctor Julio Aguirre-Ghiso, lideró el equipo que consiguió el descubrimiento de un mecanismo que puede explicar por qué las células tumorales dormidas pueden despertarse en los pulmones después de que se había controlado un tumor de mama.

La investigación se hizo en ratones y fue publicada en la revista especializada Cell. Si bien es un estudio preclínico, abrió al menos tres posibilidades para que se desarrollen de intervenciones que podrían servir como tratamientos frente a lo que se conoce como “cáncer de mama metastásico”.

Qué es el cáncer de mama metastásico

El científico Julio Aguirre-Ghiso lideró una investigación sobre el cáncer de mama metastásico. Se hizo en ratones/
Crédito Albert Einstein College of Medicine
El científico Julio Aguirre-Ghiso lideró una investigación sobre el cáncer de mama metastásico. Se hizo en ratones/ Crédito Albert Einstein College of Medicine

Es una etapa avanzada de la enfermedad en la cual las células cancerosas se han diseminado desde la mama hacia otros órganos del cuerpo, como los pulmones, el hígado, el cerebro o los huesos. En esa fase, el cáncer es más difícil de tratar, ya que las células malignas pueden no responder de manera efectiva a las terapias convencionales.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de mama es la principal causa de muerte por cáncer en mujeres a nivel mundial. Se estima que cada año fallecen más de 685.000 personas. En la etapa con metástasis, las opciones terapéuticas hoy son más limitadas para las personas afectadas.

El doctor Aguirre-Ghiso trabaja ahora en el Centro Oncológico Integral Montefiore Einstein (MECCC), designado por el Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos. Fue el primer instituto en el mundo que se dedica a estudiar el misterio del cáncer dormido.

En la investigación publicada en la revista Cell, se determinó que los macrófagos de los alvéolos pueden mantener en estado latente a las células cancerosas diseminadas en los pulmones/Archivo
En la investigación publicada en la revista Cell, se determinó que los macrófagos de los alvéolos pueden mantener en estado latente a las células cancerosas diseminadas en los pulmones/Archivo

El científico argentino es un pionero en ese tema. En 1999 realizó el hallazgo sobre un mecanismo de control del fenómeno de latencia que mantiene a las células cancerosas como “hibernando”, un avance que fue considerado como uno de los hitos en la investigación mundial en una revisión publicada por la revista Nature Reviews Cancer.

Se sabe que hasta el 30% de las personas diagnosticadas previamente con cáncer de mama en etapas tempranas pueden desarrollar metástasis en el futuro, incluso después de haber completado su tratamiento inicial.

Qué se encontró ahora sobre el cáncer de mama metastásico

Lo que el doctor Aguirre Ghiso, su estudiante de doctorado Erica Dalla, y otros colegas encontraron ahora es un mecanismo del sistema inmune natural que impide que las células cancerosas que han escapado se conviertan en tumores en otras partes del organismo.

Las células que migran desde los tumores primarios y producen metástasis se conocen como “células cancerosas diseminadas”. Algunas de ellas se comportan de forma agresiva: inician inmediatamente tumores en nuevos tejidos. Mientras que otras células diseminadas permanecen como “inactivas” o en el estado de latencia.

El cáncer de mama y muchos otros tipos de tumores pueden hacer metástasis en los pulmones(Getty)
El cáncer de mama y muchos otros tipos de tumores pueden hacer metástasis en los pulmones(Getty)

“Siempre ha sido un misterio cómo algunas células cancerosas diseminadas pueden permanecer en los tejidos y no causar metástasis”, dijo a Infobae Aguirre-Ghiso, quien también es profesor de la Facultad de Medicina Albert Einstein.

En la investigación, los científicos usaron tres modelos de ratón de cáncer de mama metastásico. Determinaron que cuando las células cancerosas diseminadas de cáncer de mama se extienden a los alvéolos de los pulmones, las células inmunitarias conocidas como macrófagos son las que se ocupan de mantenerlas en estado latente.

Generalmente, los macrófagos defienden al órgano frente al avance de bacterias y sustancias peligrosas como los contaminantes ambientales, explicó. “Aparecen en las primeras fases del desarrollo embrionario y residen de por vida en el tejido de los pulmones”, añadió.

Los macrófagos alveolares secretan la proteína TGF-β2, la cual envía señales a las células cancerosas para mantenerlas inactivas en los pulmones
(Getty Images)
Los macrófagos alveolares secretan la proteína TGF-β2, la cual envía señales a las células cancerosas para mantenerlas inactivas en los pulmones (Getty Images)

“Nuestro estudio identifica una nueva función de los macrófagos. Pueden reconocer a las células cancerosas que migran al pulmón e interactúan activamente con ellas”, señaló.

Esos macrófagos secretan una proteína (llamada TGF-β2) que produce señales que llegan a las células cancerosas. Así consiguen que esas células se mantengan en estado latente y no se despierten.

“Como cada órgano del cuerpo tiene su propio conjunto de macrófagos residentes en los tejidos, es posible que también funcionen para mantener a raya a las células cancerosas diseminadas en otros órganos. Nuestro estudio ha demostrado por primera vez que la función de estos macrófagos especializados es inducir activamente la latencia de las células cancerosas diseminadas en los pulmones”, aclaró Aguirre-Ghiso.

La investigación reveló que cuando las células diseminadas se vuelven más agresivas, se tornan resistentes a las señales de latencia enviadas por los macrófagos (Imagen Ilustrativa Infobae)
La investigación reveló que cuando las células diseminadas se vuelven más agresivas, se tornan resistentes a las señales de latencia enviadas por los macrófagos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Descubrieron que si eliminaban a los macrófagos en los ratones, el número de células cancerosas diseminadas que se activaban aumentaba y se observaban metástasis en los pulmones, en comparación con los ratones con niveles normales de macrófagos.

“En los casos en los que las células se despiertan, los macrófagos pasan a un estado inflamatorio. También reclutan otras células inflamatorias, como los neutrófilos y las células inmunosupresoras como T-regs”, precisó.

A medida que las células cancerosas diseminadas se vuelven más agresivas, se tornan resistentes a las señales a favor de latencia que son producidas por los macrófagos. “En última instancia, este mecanismo de evasión permite a algunas células cancerosas despertar del letargo y reactivarse para formar metástasis”, dijo.

Qué implica el hallazgo para el futuro

A partir de los resultados del estudio se abre la posibilidad de desarrollar tratamientos que controlen el despertar de las células tumorales diseminadas que están dormidas /MD Anderson Center
A partir de los resultados del estudio se abre la posibilidad de desarrollar tratamientos que controlen el despertar de las células tumorales diseminadas que están dormidas /MD Anderson Center

Ahora entonces se sabe el papel de los macrófagos como células que mantienen a raya a las células dormidas, y “podría conducir a nuevas terapias celulares anti-metastásicas”, afirmó, y detalló las tres posibilidades:

  1. Se podría desarrollar una terapia para reforzar la señalización de los macrófagos para que las células cancerosas nunca despierten de la latencia
  2. Se podría encontrar una manera de evitar que las células cancerosas más agresivas se vuelvan resistentes a la señalización de la latencia
  3. Se podría estudiar el trasplante a partir de células del paciente que serían reprogramadas para que al volver a ingresar en el organismo se controle la latencia de las células cancerosas diseminadas

Tampoco se descarta la posibilidad de que se desarrolle un test para la detección temprana de la metástasis, cuando la célula cancerosa diseminada se ha despertado.

Deberán hacerse más investigaciones incluyendo ensayos clínicos para probar los potenciales tratamientos que controlen la latencia (Imagen Ilustrativa Infobae)
Deberán hacerse más investigaciones incluyendo ensayos clínicos para probar los potenciales tratamientos que controlen la latencia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Consultada por Infobae, Valeria Cáceres, médica oncóloga y jefa del departamento de oncología clínica del Instituto Ángel H. Roffo de la Universidad de Buenos Aires, comentó sobre el estudio en Cell:

“Se trata de una línea de investigación interesante para abordar al cáncer de mama metastásico. Aunque vale aclarar que es un estudio preclínico y todavía no se han desarrollado y autorizado tratamientos específicos relacionados con el mecanismo identificado”.

La especialista comentó también “se apuesta a los llamados tratamientos conjugados bi-modales con inmunoterapia. Combinan inmunoterapia con conjugados de anticuerpos. Con ellos, se busca potenciar la respuesta inmunológica del organismo humano contra el cáncer, y se espera que nuevas aprobaciones lleguen en los próximos años a medida que se demuestre su eficacia y seguridad en ensayos clínicos”.

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