Un total de 3.090 personas migrantes murieron intentando llegar a España 2025, un 70% menos que en 2024, según ONG

El informe de Ca-minando Fronteras alerta sobre el repunte de tragedias en rutas marítimas hacia territorio español, destaca que la letalidad no disminuyó y denuncia demoras en el rescate y falta de coordinación internacional que agravan el peligro para miles

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La organización Ca-minando Fronteras ha registrado un seguimiento específico de 70 embarcaciones que desaparecieron sin dejar rastro durante los trayectos migratorios hacia el Estado español, en un contexto en el que el número de víctimas ha disminuido, pero la letalidad de las rutas se mantiene elevada. Según informó Ca-minando Fronteras en su informe "Monitoreo Derecho a la Vida 2025", un total de 3.090 personas, entre ellas 192 mujeres y 437 niños, fallecieron entre enero y el 15 de diciembre de 2025 en los distintos recorridos migratorios hacia España. El documento detalló que esta cifra representa una reducción del 70,3% frente a los datos de 2024, año en el que la ONG contabilizó 10.400 fallecidos o desaparecidos.

El informe, divulgado por Ca-minando Fronteras, analiza las rutas migratorias en la denominada Frontera Occidental Euroafricana, zona que comprende tanto la frontera marítima y terrestre entre España, como el litoral que se extiende desde Guinea Conakry hasta Argelia. La coordinadora de la investigación, Helena Maleno, subrayó que “la reducción del número global de personas fallecidas en las fronteras no es consecuencia de una mayor protección del derecho a la vida”. Maleno añadió que, pese a una disminución estadística, “hemos visto un aumento del número de tragedias, ya que muchas de las rutas actuales utilizan embarcaciones con menos personas a bordo, lo que fragmenta las cifras sin reducir la letalidad”.

El reporte detalla un incremento de los intentos de cruce y de los episodios mortales, en particular en la ruta argelina y en los cruces a nado dirigidos hacia Ceuta, junto con la apertura de nuevas rutas de mayor extensión, alejamiento y peligrosidad, donde las personas migrantes se exponen a niveles extremos de riesgo. De acuerdo con Ca-minando Fronteras, el análisis del año incluye un total de 303 tragedias documentadas a lo largo de las diferentes rutas migratorias, evidenciando la persistencia de episodios fatales pese al descenso parcial en la cantidad total de víctimas.

Según describió la organización, la ruta desde Argelia se ha convertido en el principal cruce migratorio hacia España, superando la tradicional ruta atlántica hacia el archipiélago canario. En este trayecto argelino se documentaron 1.037 personas muertas o desaparecidas en un total de 121 tragedias marítimas. Además, el camino marítimo desde Argelia hacia las Islas Baleares, con especial incidencia en los itinerarios hacia Ibiza y Formentera, se reafirma como uno de los recorridos de mayor dificultad y extensión, lo cual incide directamente en su peligrosidad. Esta ruta se caracteriza también, explicó la ONG en su informe, por un alto grado de opacidad e invisibilidad institucional, lo que contribuye a la desprotección del derecho a la vida y provoca retrasos en la activación de sistemas de búsqueda y rescate, así como una limitada cooperación entre los Estados implicados.

En cuanto a la ruta atlántica hacia las Islas Canarias, sigue representando el itinerario con mayor letalidad, con 1.906 víctimas contabilizadas, pese a que la organización señala un retroceso relevante en número de llegadas y tragedias respecto a años previos. No obstante, Ca-minando Fronteras advirtió sobre la apertura de una nueva ruta más distante y peligrosa hacia Canarias, con salidas identificadas desde Guinea Conakry. La mitad de las embarcaciones que eligieron este trayecto llevaban a bordo mujeres, niños, niñas y adolescentes, lo que incrementa las vulnerabilidades en estos desplazamientos.

Por otra parte, el cruce del Estrecho mostró un aumento significativo en los intentos de llegada y en los episodios trágicos durante el año, especialmente en los accesos a nado hacia Ceuta. En total, se contabilizaron 139 víctimas en este contexto, con un 24% de ellas menores de edad, según consignó Ca-minando Fronteras en su documento. Estos datos reflejan que las rutas marítimas y terrestres hacia el territorio español conservan altos niveles de riesgo, aunque la distribución de víctimas y el perfil de los viajes haya variado.

El informe de Ca-minando Fronteras concluye que las muertes y desapariciones en las rutas hacia España aparecen en un contexto marcado por la insuficiente activación de los dispositivos de rescate y por procesos de externalización del control y la gestión fronteriza, en los que la responsabilidad recae en terceros países. Entre las deficiencias registradas, el colectivo destaca las demoras en el comienzo de las operaciones de búsqueda, la falta de coordinación entre diferentes Estados y la omisión de rescates incluso en casos en los que se tenía la posición conocida de las embarcaciones afectadas.

A estos factores estructurales, la ONG suma el empleo recurrente de infraembarcaciones, la elección de rutas de largo recorrido, la sobrecarga en las naves y las condiciones meteorológicas desfavorables, circunstancias que multiplican el peligro para quienes emprenden el cruce. En este sentido, el colectivo también pone el foco en la dificultad para obtener información y apoyo institucional cuando los trayectos se desarrollan en rutas poco transitadas o visibilizadas, y donde la cooperación internacional resulta escasa o nula.

Además, el colectivo Ca-minando Fronteras recordó que desde 2007 mantiene operativa una línea telefónica de alertas, activa durante todo el año y con atención permanente. Este canal de comunicación permite recibir avisos de emergencia e información procedente de personas o comunidades en situación de riesgo en la frontera. Los datos recogidos a través de este sistema se centralizan en el Observatorio de Derechos Humanos, fundado por la organización en 2014, donde se concentra una base de datos actualizada sobre alertas de embarcaciones en peligro en el mar, junto con un registro específico de fallecidos y desaparecidos, elaborado en colaboración con familiares y redes de migrantes.

De acuerdo con los datos recogidos y el análisis presentado por Ca-minando Fronteras, las cifras de mortalidad en las rutas migratorias hacia España mantienen una tendencia preocupante, aunque muestran variaciones sustanciales respecto a los años anteriores. El seguimiento de los trayectos, las características de las embarcaciones utilizadas, la identidad y vulnerabilidad de los pasajeros y los tiempos de respuesta de los sistemas de rescate componen un panorama complejo y cambiante para la migración en el contexto de la Frontera Occidental Euroafricana.