La Nochebuena más tensa en casa de Terelu Campos: con Alejandra Rubio y Carlo Costanzia pero sin José María Almoguera

El tradicional encuentro familiar reunió a varios miembros del clan en el domicilio madrileño, marcado por declaraciones reservadas, gestos discretos ante los medios, la ausencia de José María y la intención de preservar cierta normalidad en medio de tensiones

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El reparto tradicional de las celebraciones navideñas dentro del clan Campos volvió a estar presente en la Nochebuena del 24 de diciembre. Según informó el medio, Carmen Borrego explicó al llegar al domicilio de su hermana Terelu Campos que su hijo, José María Almoguera, tenía previsto pasar la velada en compañía de su padre, como ha ocurrido en anteriores ocasiones. Borrego afirmó que la celebración de Navidad se llevaría a cabo al día siguiente en su propio hogar, expresando que mantendrían el habitual acuerdo familiar respecto al reparto de las fiestas para evitar controversias adicionales. Esta decisión se produjo en un contexto donde la familia intentó preservar la normalidad a pesar de la atención mediática y las relaciones familiares atravesadas por diferencias internas.

La celebración, que se desarrolló nuevamente en casa de Terelu Campos, congregó a varios miembros del grupo familiar, aunque no logró reunir a todos sus integrantes. De acuerdo con la cobertura ofrecida, Alejandra Rubio y su pareja, Carlo Costanzia, asistieron juntos junto a su bebé, optando por mantener la discreción durante su llegada. Ambos evitaron el contacto con los periodistas apostados en los alrededores y accedieron directamente al garaje del edificio, sin realizar declaraciones públicas o gestos hacia los medios. Tal como publicó la fuente, este comportamiento buscaba preservar la privacidad y proteger la intimidad de su hijo en una fecha especialmente significativa para la familia.

El ambiente tenso que se percibió durante la reunión tuvo su reflejo en los rostros serios y en el silencio de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia, quienes eligieron mostrar un perfil bajo ante la prensa, según detalló el medio. La ausencia de José María Almoguera se consolidó como uno de los elementos destacados de la noche, ya que esta se repite desde hace varios años. La familia, en especial Carmen Borrego, insistió en justificar esta ausencia señalando que responde a acuerdos previos y no a nuevos conflictos. De este modo, Borrego intentó restar peso a las especulaciones acerca de posibles tensiones entre familiares y a las controversias públicas recientes relacionadas, como la cuestionada relación entre su hijo y su prima Alejandra Rubio.

A la cena habitual también se unió Carmen Almoguera, hija menor de Carmen Borrego, quien llegó sola al domicilio de su tía Terelu. Según consignó la fuente, al ser consultada, la joven comentó que asistiría a la celebración “como siempre”, dando a entender que su intención era la de continuar con la rutina familiar pese a las circunstancias y el foco mediático que rodean al apellido Campos. La actitud de Carmen Almoguera reflejó el deseo de algunos de los miembros del clan por mantener una aparente normalidad y preservar la tradición navideña sin introducir elementos adicionales de conflicto.

Tal como detalló el medio, la velada transcurrió en un contexto de ausencias justificadas, gestos reservados hacia la prensa y un esfuerzo evidente por preservar ciertas costumbres familiares. Borrego, visiblemente animada al llegar junto a su esposo José Carlos Bernal, expresó su satisfacción por mantener “la tradición de siempre de cenar en Nochebuena en casa de mi hermana”, enfatizando que la mayor parte de la familia se encontraba unida bajo el mismo techo, excepto por el hijo que se encontraba cumpliendo con el acuerdo previo con su padre. De esta manera, la familia intentó reforzar la imagen de unidad y continuidad en sus celebraciones pese a las dificultades y rumores públicos.

Las imágenes difundidas y las declaraciones recogidas por el medio pusieron de manifiesto que los Campos, aunque rodeados por la notoriedad y atentos a la reacción del mundo mediático, procuraron resguardar el ambiente privado durante una fiesta señalada. Mientras Alejandra Rubio y Carlo Costanzia rehuían a los flashes y las preguntas, y Carmen Borrego reiteraba los motivos de las ausencias, la festividad adquirió un matiz donde la normalidad convivió con el interés social por los acontecimientos familiares. El clan Campos, según reportó el medio, mantuvo su cita anual, entre equilibrios reservados y acuerdos para sortear las divergencias emergentes.