El Teléfono contra el Maltrato a Personas Mayores de Confemac registra 653 casos en 2025 y 3.714 desde 2019

Las denuncias por situaciones de abuso y desamparo a ancianos aumentan principalmente en Madrid, mientras los expertos destacan que crecen los casos detectados por vecinos y la sociedad pide una intervención más firme frente a estas realidades silenciadas

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La cantidad de casos gestionados por el Teléfono contra el abuso y maltrato a personas mayores en la Comunidad de Madrid aumentó considerablemente en 2025, pasando de 110 a 144 registros respecto al año anterior, mientras que las denuncias realizadas por vecinos y ciudadanos fuera del entorno familiar tuvieron una participación inédita en la detección de estos hechos. Según publicó la Confederación Estatal de Mayores Activos (Confemac), este servicio telefónico operado desde 2019 ha acumulado 3.714 intervenciones en todo el país, de las cuales 653 fueron en el presente año, 53 más que en 2024. La entidad atribuyó el repunte no solo a la persistencia del problema, sino al progreso en la capacidad de detectar, atender y denunciar este tipo de situaciones.

De acuerdo con la información consignada por Confemac, la distribución territorial muestra que Andalucía continúa como la comunidad con mayor volumen de casos atendidos —con una ligera reducción del 31,9% al 31,3% respecto al total nacional— pero destaca especialmente el alza de Madrid, que subió del 18,5% al 22,3%. A nivel provincial, además del incremento registrado en la capital española, también se advirtieron variaciones en otras zonas: Sevilla contabilizó 54 casos frente a los 49 del año anterior, mientras que Barcelona bajó de 60 a 48. El medio detalló que el Teléfono contra el Maltrato a Personas Mayores opera de forma continua, incluso en periodos en los que careció de financiación específica, dependiendo del trabajo voluntario y el esfuerzo sostenido del equipo de Confemac.

Respecto a los tipos de abuso reportados, el maltrato psicológico mantuvo su posición como la modalidad más frecuente, aunque descendió en proporción (del 28,4% al 26,7% del total de llamadas). La negligencia aumentó del 10,9% al 15,5%, mientras que el abandono —entendido como la dejación de responsabilidades básicas— retrocedió del 16,8% al 12%. El maltrato económico, que engloba la sustracción, apropiación indebida o gestión indebida de bienes y rentas, se mantuvo estable con cifras altas, ascendiendo del 15,6% al 16,2%. El abuso físico experimentó una reducción (del 10,5% al 8,5%). Confemac resaltó además la presencia de nuevas categorías en la estadística, como las vulneraciones de libertad y derechos, que representaron el 8,8% de los casos, y el maltrato institucional, con el 4%.

Analizando el perfil de quienes alertan al servicio, la entidad identificó que los hijos y familiares cercanos continúan siendo quienes más comunican casos al teléfono, con un 31,1% y un 22,5% respectivamente, pero los vecinos han pasado a ocupar un lugar relevante, constituyendo el 11,8% de las llamadas. “Esto muestra un avance en la sensibilidad colectiva y deja claro que la comunidad desempeña una función de vigilancia y soporte antes reservada solo a la familia o a la víctima directa”, explicó Confemac al medio. El ámbito familiar siguió siendo el principal escenario de los incidentes denunciados, concentrando el 68,5% de los casos en 2025, cifra similar al año previo; los centros residenciales representaron el 14,9%.

La confederación destacó el impacto de sus campañas enfocadas en la toma de conciencia comunitaria, como la recientemente lanzada ‘Si no lo ves, ¿cómo lo frenas?’. La campaña persigue subrayar la importancia de identificar señales de alerta, no ignorar indicios y tener claro que existe una línea de ayuda disponible. Según publicó Confemac, el anonimato y la accesibilidad del recurso permite que muchas situaciones reciban atención pese al temor, el estigma o la normalización del problema. La entidad señaló: “Gran parte del maltrato se sostiene porque pasa desapercibido, se normaliza o se minimiza”. Por ello, los responsables del servicio llamaron a una identificación activa del problema: “No podemos frenar lo que no nombramos y no podemos nombrar lo que decidimos no ver”.

El 15 de junio de 2025 se registró, según consignó Confemac, una manifestación que marcó un punto de inflexión en la sensibilización social. La organización consideró que la fecha sirvió como recordatorio de que el buen trato no debe limitarse a eventos aislados, sino integrarse en la vida cotidiana y en las prácticas institucionales. El medio reportó que la estrategia de la confederación se basa en la ‘Estrategia hacia el Buen Trato’, que incluye campañas, colaboraciones interinstitucionales y un enfoque de intervención orientado a visibilizar que el abuso contra personas mayores es un problema social que afecta a toda la comunidad.

Confemac también puso el foco en los desafíos pendientes en el sistema de atención, especialmente en los casos en que la víctima padece deterioro cognitivo o trastornos de salud mental que dificultan la percepción adecuada del riesgo o las intenciones del entorno. Según describió la entidad, esta casuística presenta obstáculos adicionales, ya que puede generar una interpretación errónea de hechos o rechazos injustificados a los servicios de apoyo, incrementando el aislamiento o la falta de protección. El colectivo profesional a cargo del servicio observó que la respuesta institucional ante estos escenarios “no siempre ofrece soluciones ágiles, integradas o adaptadas a la edad y la vulnerabilidad específica de las personas afectadas”.

Mirando hacia el futuro, la organización anunció que, a partir de 2026, el proyecto contará con el respaldo del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. En declaraciones recogidas por el medio, la confederación valoró este apoyo institucional no solo como un recurso económico, sino como un reconocimiento explícito al problema y una apuesta por consolidar la protección social de los mayores. Tal como detalló Confemac, el desafío no radica únicamente en garantizar el funcionamiento del teléfono de asistencia, sino en reforzar la respuesta pública ante una cuestión que implica una vulneración de derechos y que, según la entidad, no puede asumirse como un fenómeno anecdótico o excepcional.

El Teléfono contra el Maltrato a Personas Mayores mantuvo su funcionamiento durante 2025 gracias a la implicación de personal especializado y acciones altruistas, sin interrupciones pese a la ausencia de financiación específica durante algunos periodos. El equipo profesional valoró positivamente el incremento de la participación social en la denuncia de los hechos, interpretándolo como un paso hacia la ruptura del silencio y la invisibilización. Según el medio, la experiencia acumulada desde el lanzamiento del servicio en 2019 refuerza la percepción de que la problemática, lejos de reducirse, requiere un abordaje más coordinado entre los recursos sociales y sanitarios, así como una intervención más efectiva en contextos de especial complejidad, como aquellos en los que se cruzan situaciones de abuso y trastornos de salud mental o deterioro cognitivo.

En declaraciones incluidas en el informe, Confemac insistió en que abordar el fenómeno implica sostener no solo recursos específicos, sino también promover una mayor coordinación institucional y fortalecer la capacidad de actuar cuando aparecen señales de vulnerabilidad, miedo o desconfianza. La organización concluyó que “no se trata solo de sostener un teléfono; se trata de sostener una respuesta social y pública frente a una vulneración de derechos que no puede normalizarse”, subrayando la necesidad de mantener abiertos los canales de denuncia y apoyo como parte esencial de una sociedad comprometida con la dignidad y el bienestar de las personas mayores.