China impone sanciones simbólicas a 20 empresas de defensa de EE.UU. por la venta de armas a Taiwán

Autoridades chinas endurecen restricciones contra fabricantes estadounidenses ligados al acuerdo armamentístico entre Washington y Taipéi, bloqueando sus activos e impidiendo que ciudadanos y empresas del país asiático mantengan relaciones comerciales con ellos y sus directivos

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Las restricciones que afectan la entrada a China, Hong Kong y Macao para altos directivos del sector de defensa de Estados Unidos forman parte de una serie de medidas anunciadas en respuesta a la transacción de venta de armas firmada entre Washington y Taipéi, por una suma cercana a 11.000 millones de dólares (9.341 millones de euros). Estas acciones, según informó el Ministerio de Asuntos Exteriores de China, incluyen la congelación de activos de 20 empresas estadounidenses vinculadas al sector armamentístico, así como la prohibición para empresas y ciudadanos chinos de mantener cualquier tipo de relación comercial con las compañías señaladas y sus máximos responsables.

El medio de comunicación reportó que, de acuerdo con las autoridades chinas, las sanciones recaen sobre firmas estadounidenses que, en su mayoría, registran una presencia comercial limitada o casi inexistente en territorio chino. Muchas de ellas ya aparecían previamente en listas de proveedores considerados no seguros para el país asiático. Según consigna la misma fuente, aunque las sanciones anunciadas revisten en principio un carácter simbólico, amplían las restricciones al señalar directamente a las operaciones de empresas específicas y a sus ejecutivos clave, y constituyen una reacción diplomática frente al reciente acuerdo armamentístico entre Estados Unidos y Taiwán.

Entre las compañías incluidas en el listado figuran Boeing en St. Louis, Vantor (anteriormente conocida como Maxar), Northrop Grumman Systems, L3Harris Maritime Services, Gibbs & Cox, Advanced Acoustic Concepts, VSE Corporation y Sierra Technical Services. También figuran Red Cat Holdings, Teal Drones, ReconCraft, High Point Aerotechnologies, Epirus, Dedrone Holdings, Area-I, Blue Force Technologies, Dive Technologies, Intelligent Epitaxy Technology, Rhombus Power y Lazarus Enterprises, según detalló el medio.

El impacto de las medidas también alcanza a directivos destacados de la industria armamentística. Los afectados incluyen a Palmer Luckey, fundador de Anduril Industries; John Cantillon, vicepresidente y contable principal de L3Harris; Michael Carnovale, presidente y consejero delegado de Advanced Acoustic Concepts; y John Cuomo, presidente y CEO de VSE Corporation, de acuerdo con lo consignado en la nota original. La relación se completa con Mitch McDonald, presidente de Teal Drones; Anshuman Roy, fundador y CEO de Rhombus Power; Dan Smoot, presidente y CEO de Vantor; Aaditya Devarakonda, CEO de Dedrone Holdings; Ann Wood, presidenta de High Point Aerotechnologies; y Jay Hoflich, cofundador y CEO de ReconCraft.

El contexto de este endurecimiento de posiciones responde, según publicó el medio, al reciente contrato entre Washington y Taipéi para el suministro de armas, operación valorada en cerca de 11.000 millones de dólares. Pekín considera este acuerdo una injerencia en sus asuntos internos y una violación al principio de una sola China, que sostiene que Taiwán forma parte de su territorio. Como parte del paquete de sanciones, además de excluir a las empresas de cualquier negocio con entidades chinas, las autoridades han dispuesto que los ejecutivos incluidos en la lista pierdan la posibilidad de realizar cualquier desplazamiento a China continental y a las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao.

El medio puntualizó que la mayoría de las compañías afectadas cuentan con una presencia casi nula en el mercado chino, por lo que la eficacia económica directa de estas sanciones resulta limitada. Sin embargo, la decisión busca enviar una señal política de desaprobación al acuerdo suscrito entre Estados Unidos y Taiwán, así como fortalecer la postura china frente a futuras operaciones de este tipo. Las restricciones afectan potencialmente la reputación internacional de las empresas sancionadas y complican cualquier intento de cooperación o ingreso en el mercado chino a futuro.

En la comunicación oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores chino se subraya que la imposición de sanciones responde a la protección de los intereses nacionales y a la salvaguarda de la soberanía e integridad territorial de China, que considera a Taiwán como parte inseparable de su territorio.

Las recientes medidas forman parte de una serie de respuestas reiteradas por parte de China ante distintas acciones de apoyo de Estados Unidos hacia Taiwán en materia de defensa. Los castigos muestran que, aunque las sanciones sean sobre todo de carácter simbólico frente a la poca actividad de las firmas estadounidenses en el país asiático, funcionan como instrumento de presión diplomática en el contexto de la rivalidad estratégica entre Pekín y Washington.