El presidente de Somalia vota en Mogadiscio en las primeras elecciones directas en más de cinco décadas

Las históricas votaciones locales celebradas este jueves en la capital somalí permiten a miles de ciudadanos incidir directamente sobre sus autoridades, un avance fundamental en la reconstrucción democrática tras décadas de conflictos y elección indirecta en el país africano

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Diversos actores políticos han puesto en cuestión los esfuerzos para restablecer el sufragio universal en Somalia, reportó la agencia estatal somalí de noticias, SONNA, y algunos de ellos incluso han desencadenado episodios de violencia, como se observó a finales de 2024 en los enfrentamientos entre el Ejército nacional y las fuerzas de Jubalandia, tras la celebración de unas elecciones regionales donde Ahmed Mohamed Islam, conocido como Ahmed Madobe, obtuvo un nuevo mandato. En este contexto de tensión, la capital del país, Mogadiscio, vivió este jueves una jornada histórica al celebrarse las primeras elecciones locales con voto directo en más de cincuenta años, lo que constituye un paso central en los intentos de reconstrucción democrática somalí, según SONNA.

El presidente de Somalia, Hasán Sheij Mohamud, acudió personalmente acompañado por su esposa, Qamar Alí Omar, a su centro de votación en Mogadiscio para participar en la elección. Según informó SONNA, Mohamud destacó la importancia de este acontecimiento para el avance democrático y animó a los residentes de la región de Banadir a ejercer su derecho al voto. El mandatario calificó las elecciones directas como un componente central para promover la transparencia y el desarrollo sostenible en el país. Mohamud subrayó que la calma con la que se desarrollaban los comicios reforzaba la legitimidad y eficacia del proceso, en una de las pocas experiencias recientes en que la ciudadanía somalí vota directamente por sus representantes.

Estas elecciones locales suponen el primer paso visible en la restauración del sufragio universal, un derecho suspendido en Somalia desde 1969 tras el golpe de Estado liderado por Mohamed Siad Barre. Según consignó SONNA, el nuevo contexto electoral surgió a raíz de la aprobación, en noviembre de 2024, de una ley que reinstauró el principio de “una persona, un voto” en el marco de un acuerdo político destinado a poner en marcha este esquema. Hasta ahora, Somalia se regía por un sistema indirecto basado en la representación de clanes y parlamentos regionales, cuyos integrantes elegían a su vez al Parlamento federal, responsable de escoger al presidente. El propio Mohamud accedió al poder en mayo de 2022 a través de este mecanismo y asumió el compromiso de avanzar hacia una verdadera participación ciudadana.

El proceso electoral en Mogadiscio involucra la disputa por 390 escaños del Consejo de Distrito de la capital, con alrededor de 1.600 aspirantes presentados para cubrir estas posiciones. La convocatoria fue interpretada por las autoridades como una oportunidad inédita para que miles de residentes puedan incidir directamente en la gestión local, un hecho que, según repitieron distintas fuentes oficiales, fortalece tanto la representatividad como la capacidad de rendición de cuentas de los dirigentes electos.

El primer ministro Hamza Abdi Barre llevó a cabo un recorrido por diversas sedes de votación para supervisar el ambiente y monitorear los dispositivos de seguridad, debido a la amenaza vigente que plantea el grupo armado Al Shabaab, vinculado con Al Qaeda. Según reportó SONNA, Barre resaltó que la jornada materializaba “una aspiración largamente sostenida” por la sociedad somalí y representaba “un hito” en la consolidación de la gobernanza democrática y en la recuperación de los derechos políticos para la ciudadanía.

Las autoridades insistieron en la responsabilidad de los votantes frente a una coyuntura que calificaron como “histórica”. En palabras de Mohamud, recogidas por SONNA, las elecciones son “el pilar de un liderazgo transparente y un desarrollo sostenible”. Asimismo, la implantación del sufragio universal enfrenta resistencias de sectores que recelan de modificar las estructuras tradicionales de poder y de representación, según SONNA. Tales tensiones han originado episodios como los mencionados enfrentamientos en Jubalandia, evidenciando las dificultades para extender plenamente este nuevo modelo de participación en todo el territorio nacional.

La reintroducción del voto directo en Somalia abre el debate acerca de la representatividad y la legitimidad de las instituciones en un contexto que hasta hace poco se dominaba por la elección indirecta orientada por acuerdos entre clanes. El avance registrado en Mogadiscio surge como respuesta a una demanda recurrente por parte de la población y del movimiento reformista que lidera el actual Ejecutivo nacional, según publicó SONNA.

La organización de estos comicios requirió del diseño de dispositivos especiales de seguridad, sobre todo ante el riesgo que implica la presencia de grupos armados hostiles a los procesos democráticos. SONNA informó que tanto el Gobierno federal como las fuerzas presentes en la capital concentraron sus esfuerzos en garantizar la tranquilidad y permitir el normal desarrollo de la votación. Tanto Mohamud como otros miembros del Ejecutivo hicieron llamados a la población a desempeñar un papel activo en la elección, presentando esto como una oportunidad para sentar las bases de un sistema más participativo y abierto.

En el plano legal, la adopción de la ley que regula el sufragio universal se gestó tras negociaciones entre actores políticos que buscaban fijar un marco estable para los próximos procesos electorales. Este acuerdo se produjo en un escenario marcado tanto por las demandas de mayor apertura como por la presión de colectivos que buscaban preservar el mecanismo de elección indirecta argumentando su arraigo histórico, según relató SONNA.

Los resultados de esta consulta en Mogadiscio serán observados como indicio del grado de aceptación social y política que logra el nuevo modelo, así como de la capacidad de las autoridades para resistir presiones desestabilizadoras internas y externas. El Gobierno remarcó la importancia de que el ejercicio democrático en la capital sirva como referencia para reeditar futuras elecciones en otras regiones del país, una meta que, según varios funcionarios citados por SONNA, permanece en la agenda institucional inmediata después de décadas de conflicto y fragmentación política.

La experiencia de Mogadiscio, reportó SONNA, se inscribe en un proceso más amplio destinado a transformar el sistema electoral nacional somalí y a recuperar mecanismos de participación popular ausentes desde hace más de cinco décadas. Para observadores y participantes, estas elecciones suponen el inicio formal de una nueva etapa en la reconstrucción política de Somalia y una señal tentativa del rumbo que podría tomar la gobernabilidad democrática en los años venideros.