
La Unión Europea (UE) ha aprobado este lunes sanciones contra el expresidente de Haití Michel Martelly y otros dos políticos haitianos por patrocinar a pandillas implicadas en la escalada de la violencia y las graves violaciones de los Derechos Humanos en el país.
La nueva ronda de sanciones afecta a Martelly y dos políticos aliados, responsables armar y financiar a varias bandas criminales para promover su agenda política, defender sus intereses personales y económicos y controlar el territorio.
En concreto, la UE señala al expresidente y un antiguo asesor por respaldar a Base 257, grupo que ayudó a formar, pero también otras bandas influyentes como Village de Dieu, Ti Bois y Grand Ravine. A estos grupos les asistió para armarse y financiarse, por lo que el bloque europeo le hace participe de los abusos cometidos por las bandas, lo que ha desestabilizado al país caribeño.
El otro político sancionado es Rony Celestin, al que la UE implica en la violencia vinculada a grupos armados, incluyendo el asesinato del periodista Néhémie Joseph, quien había expuesto sus actividades ilegales y casos de corrupción.
La UE añade a su 'lista negra' a la banda criminal 5 Segond, considerado un poderoso grupo criminal con base en Puerto Príncipe y al que la UE atribuye robos, violaciones, secuestros, asesinatos, piratería, extorsión, obstrucción de la ayuda humanitaria y tráfico de armas y drogas.
Como es habitual en las sanciones europeas, las personas sancionadas están sujetas a la congelación de activos tienen vetado viajar a la UE.
Las bandas armadas han sumido en la violencia a Haití, además de influir en todos los aspectos políticos del país, después de que en 2021 asesinaran al entonces presidente, Jovenel Moise. En 2024 las pandillas atacaron el aeropuerto internacional de Puerto Príncipe, cerrando su actividad durante semanas, lo que impidió que el primer ministro, Ariel Henry, regresara al país.
La inestabilidad ha agudizado también la crisis humanitaria en la isla, que contabiliza más de 1,4 millones de personas desplazadas internas por la ola de violencia.