El Tratado de Aguas EE.UU. México, un acuerdo octogenario para salvar crecientes disputas

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Redacción Internacional, 13 dic (EFE).- El conflicto diplomático y político por el cumplimiento del Tratado de Aguas entre Estados Unidos y México ha vivido momentos especialmente críticos en los últimos cinco años antes del acuerdo que acaban de alcanzar ambos países bajo la amenaza del presidente Trump de imponer un arancel del 5 %.

Durante la vigencia del Tratado, firmado en 1944, las tensiones se han ido multiplicando por el aumento de las temperaturas y las largas sequías, una creciente demanda agrícola y un mayor uso industrial, por lo que los ríos compartidos son cada vez más valiosos para la actividad económica y el abastecimiento humano.

El objetivo del Tratado es garantizar el uso equitativo del recurso hídrico entre ambos países y se aplica mediante la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), la entidad binacional responsable del cumplimiento de los acuerdos y de promover soluciones conjuntas ante los retos ambientales e hídricos en la frontera.

Desde hace 81 años, regula el reparto del agua de los ríos fronterizos Colorado, Bravo y Conchos. Establece que EE.UU. debe enviar 1.850 millones de metros cúbicos anuales desde el río Colorado a su país vecino y México 2.185 millones de metros cúbicos del río Bravo a Estados Unidos en ciclos de cinco años.

El río Colorado abastece a más de 44 millones de personas en varios estados estadounidenses (Colorado, Arizona y California, entre ellos) y dos mexicanos (Sonora y Baja California), así como 2,2 millones de hectáreas agrícolas.

Por su parte, el río Bravo suministra agua a 15 millones de personas en tres estados de EE.UU. (Colorado, Nuevo México y Texas) y cuatro en México (Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas), y riega 1,2 millones de hectáreas agrícolas.

A continuación las fechas claves del conflicto desde el año 2000 hasta hoy:

11 de septiembre de 2020: El Gobierno mexicano enfrenta masivas protestas de agricultores de Chihuahua, que acusan a las autoridades de poner en riesgo el agua para sus cultivos y la viabilidad de sus cosechas debido a los compromisos del tratado bilateral.

La situación deriva en enfrentamientos, una joven manifestante fallece en un choque con la Guardia Nacional, y se vive una crisis política interna.

29 de septiembre de 2020: El embajador estadounidense Christopher Landau exige el cumplimiento del tratado y aumenta la presión diplomática sobre México, mientras el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, advierte sobre posibles sanciones de EE.UU. si su país no entrega la cuantía de agua comprometida.

22 de octubre de 2020: López Obrador anuncia un acuerdo con Estados Unidos para cumplir con la entrega periódica de agua que establece el tratado.

2024: Una grave sequía en sus más de 3.000 kilómetros de fronteras compartidas vuelve a tensar la relación entre EE.UU. y México pese al Tratado de Aguas de 1944.

13 de mayo de 2024: El conflicto resurge cuando congresistas estadounidenses piden congelar fondos a México por los retrasos en las entregas de agua.

Abril de 2025: Estados Unidos y México alcanzan un nuevo acuerdo para resolver la polémica del agua fronteriza, tras advertencias de sanciones del presidente Donald Trump. México se compromete a entregar entre 400 y 518 millones de metros cúbicos entre mayo y octubre.

9 de diciembre de 2025: La presidenta Claudia Sheinbaum anuncia una reunión bilateral con Estados Unidos para buscar “el mejor acuerdo posible” ante nuevas amenazas de aranceles por parte de Trump.

12 diciembre de 2025: Ambos gobiernos confirman un acuerdo que desactiva la amenaza de sanciones y establece la liberación de 249.163 millones de metros cúbicos de agua, con entregas programadas desde mediados de diciembre y la intención de concluir el plan antes del 31 de enero de 2026. EFE