Albares defiende una salida pacífica en Venezuela ante amenazas de EEUU: "España no va a atizar ningún fuego"

José Manuel Albares rechaza la opción militar, insiste en una resolución dialogada respetando el Derecho Internacional y afirma que España mantiene comunicación tanto con el Ejecutivo de Maduro como con la oposición para lograr un acuerdo democrático en el país

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La posición diplomática de España ante la crisis venezolana ha quedado reflejada en los contactos que el ministro José Manuel Albares sostiene tanto con el Gobierno de Nicolás Maduro como con la oposición, una labor que busca una salida dialogada y pacífica al conflicto. Según reportó el medio, Albares manifestó que la única vía para abordar la situación debe ser democrática, respetando el Derecho Internacional y excluyendo cualquier intervención militar, incluso en momentos de fuertes presiones internacionales.

Albares, titular de Asuntos Exteriores y Cooperación, reafirmó la política de España durante su estancia en una reunión con ministros de la OTAN, según detalló la fuente. En ese contexto, respondió a las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump, quien expresó la inminencia de ataques terrestres contra Venezuela. El ministro insistió en que España mantiene un enfoque invariable sobre Venezuela: "La crisis de Venezuela se tiene que resolver por medios pacíficos. Una solución democrática y ante todo dialogada y genuinamente venezolana", declaró al llegar al encuentro multilateral, según consignó la plataforma informativa.

El medio puntualizó que Albares ha seguido la evolución de la situación en Venezuela sin perder de vista el despliegue del ejército de los Estados Unidos en el Caribe. En ese clima, el ministro rechazó de manera tajante cualquier opción militar en la crisis venezolana, argumentando que España no participará ni respaldará iniciativas bélicas en la región. Albares lo explicitó así: "No van a encontrar nunca a España atizando ningún fuego con respecto a un país hermano latinoamericano, sea cual sea".

Frente a preguntas sobre un posible apoyo de la OTAN a eventuales movimientos estadounidenses en Venezuela, Albares se abstuvo de pronunciarse en concreto, subrayando que Venezuela "no está dentro de la órbita de la OTAN, ni de las acciones de la OTAN", de acuerdo con lo recogido por el medio. De este modo, España delimita el alcance de su compromiso en el marco de la Alianza Atlántica y desvincula la crisis venezolana de cualquier implicación institucional de la organización militar occidental.

Entre los argumentos expuestos por Albares figura la defensa activa de los principios de "paz, democracia y justicia social" para la sociedad venezolana. A su vez, remarcó que la interlocución española comprende a ambas partes del conflicto, en aras de encontrar una solución interna al país y respetuosa de las normas internacionales, de acuerdo con la cobertura del medio. Esta estrategia diplomática busca facilitar un acuerdo que cuente tanto con la legitimidad venezolana como con el aval legal internacional.

La noticia surge tras declaraciones del presidente Trump, quien intensificó su postura pública al afirmar que "muy pronto" los ataques estadounidenses contra objetivos en Venezuela iniciarían. Durante una reunión de seguridad de su gabinete difundida por la Casa Blanca, Trump afirmó: "Vamos a empezar a realizar esos ataques también por tierra. Es mucho más fácil, conocemos las rutas que toman y lo sabemos todo sobre ellos", replicó el medio. Este anuncio representó un aumento en el tono y la presión sobre el gobierno de Maduro, mientras los Estados Unidos mantenían posiciones militares en la región.

El despliegue estadounidense en las inmediaciones de Venezuela y la retórica empleada por la administración Trump generaron preocupación en los foros multilaterales y en diversas cancillerías, según la información proporcionada. Frente a este panorama de tensiones, España argumenta que las soluciones externas que recurren a la fuerza solo profundizan la crisis y alejan la posibilidad de reconciliación interna, como se desprende de las manifestaciones de su canciller.

De acuerdo con la fuente, la apuesta por el diálogo se traduce en una interlocución activa con las instituciones venezolanas y sus adversarios políticos, promoviendo escenarios en los que la sociedad civil y los actores institucionales puedan participar en un pacto que garantice el futuro democrático del país. Esta orientación diplomática se sitúa en contraste con los llamados a la acción militar por parte de Estados Unidos, que a juicio de las autoridades españolas, no corresponden ni a las prioridades de la comunidad internacional ni a los principios que rigen la cooperación internacional para la solución de conflictos.

La crisis venezolana, contextualizada por la presencia militar estadounidense en el Caribe y las amenazas de Trump de una intervención directa, alcanza así una dimensión internacional de alta complejidad. Dentro de este marco, el gobierno español reafirma su enfoque orientado al Derecho Internacional y a la construcción de consensos internos, rechazando cualquier opción que pase por el uso de la fuerza armada, según lo consignó el medio. Las declaraciones de Albares inscriben la postura española en una línea de continuidad diplomática, donde la vía pacífica y dialogada prevalece sobre las alternativas militares propuestas por Washington.