El acusado del asesinato del ex primer ministro de Japón Shinzo Abe se declara culpable de los cargos

Tetsuya Yamagami reconoció ante un tribunal japonés su responsabilidad en la muerte de Shinzo Abe, expresando “todo es cierto”, durante la apertura de su proceso judicial tras ser interrogado sobre los delitos imputados y su motivación personal

Guardar

“No hay duda de que lo hice”, expresó Tetsuya Yamagami este martes ante el tribunal japonés presidido por el juez Shinichi Tanaka, en la sesión de apertura de su juicio por el asesinato del ex primer ministro Shinzo Abe. Según informó el diario japonés Asahi Shimbun, Yamagami reconoció su responsabilidad penal tanto por el cargo de homicidio como por las infracciones relacionadas con la tenencia y el uso de armas, admitiendo la veracidad de los hechos que le imputa el pliego acusatorio. El acusado, de 45 años, respondió de manera directa tras ser interrogado, pronunciando también la frase: “Todo es cierto”. Esta declaración representa la primera intervención pública de Yamagami desde su detención hace más de tres años.

De acuerdo con Asahi Shimbun, los cargos contra Yamagami incluyen asesinato y violaciones a las estrictas leyes japonesas sobre control de armas, tras el ataque perpetrado contra Abe el 8 de julio de 2022 en la ciudad de Nara. Durante aquel evento, el ex primer ministro participaba en un acto de campaña electoral en respaldo a un candidato del Partido Liberal Democrático (PLD), cuando fue abatido con un arma de fabricación casera. El caso conmocionó a Japón y al ámbito internacional, y puso de relieve problemáticas relacionadas con la seguridad de las figuras políticas y la proliferación de armas de confección artesanal.

El medio Asahi Shimbun detalló que, durante la investigación, Yamagami manifestó que el motivo de su acción se relaciona con las dificultades económicas a las que enfrentó su familia por la vinculación de su madre con la Iglesia de la Unificación. Según consta en el sumario, Yamagami sostuvo que el patrimonio familiar se esfumó a causa de las cuantiosas donaciones que su madre entregó a dicha organización religiosa. El acusado asoció a Shinzo Abe con la Iglesia y lo identificó como figura afín a ese grupo, argumento que utilizó para fundamentar su acto en el interrogatorio ante las autoridades.

El diario Asahi Shimbun especificó que la Iglesia de la Unificación se estableció en Japón en 1968 y mantiene una trayectoria de relación y apoyo a ciertos miembros del PLD, al que pertenecía Abe. El templo central de la organización en Nara está ubicado cerca de la estación ferroviaria donde se llevó a cabo el atentado. Esta organización religiosa nació en Corea del Sur y en su discurso ha prevalecido el anticomunismo, enmarcado en el contexto de la Guerra Fría, según antecedentes históricos recogidos por medios de comunicación.

En Japón, la Iglesia de la Unificación es conocida por sus celebraciones de bodas en masa y por ofrecer pronósticos sobre el futuro a sus fieles. Además, integra redes de influencia política en varios países y cuenta con organizaciones como la Coalición Internacional para la Libertad Religiosa, con filiales en Estados Unidos. Este grupo ha obtenido respaldo de figuras políticas como el expresidente Donald Trump, quien aparece como uno de sus apoyos internacionales.

Según publicó el medio estadounidense The Hill, Donald Trump se encuentra de visita en Japón y mantuvo una reunión con la nueva primera ministra Sanae Takaichi. Takaichi es identificada como aliada política de Abe y promotora de sus políticas económicas denominadas “Abenomics”. Trump felicitó a la jefa de gobierno por el reciente ascenso al cargo, transmitiéndole que Abe “hablaba muy bien de ella”, y añadió: “No me sorprende ver que ahora es usted la primera ministra. Él estaría muy contento de saberlo y yo le felicito en nombre de Estados Unidos”, declaración reportada por The Hill.

El asesinato de Shinzo Abe, ocurrido durante la campaña previa a los comicios para la cámara alta del Parlamento japonés, generó repercusiones sobre la relación entre política y organizaciones religiosas en Japón. El atentado, ejecutado con un arma artesanal pese a las políticas restrictivas de Japón sobre armamento, condujo a una revisión tanto de las medidas de seguridad como del escrutinio público en torno a las alianzas entre partidos y entidades religiosas. Según Asahi Shimbun, la Iglesia de la Unificación continúa vinculada de diversas formas a la vida pública japonesa a través de su apoyo a candidatos y actividades sociales.

En la audiencia judicial celebrada este martes, Yamagami compareció por primera vez ante el juzgado desde su arresto en 2022. El proceso continuará con la evaluación de las pruebas por parte de los jueces y la fiscalía, mientras la atención pública recae tanto en las declaraciones del acusado como en las consecuencias del caso para la vida política japonesa, según consignaron Asahi Shimbun y otras fuentes relevantes.