Santiago de Chile, 12 jul (EFE).- Casa Igualdad, el primer espacio de cuidado en Santiago, la capital chilena, acogió en su primer año a más de 4.500 personas que cuidan y son cuidadas, donde, además, el foco principal de apoyo se ha centrado en el acompañamiento psicológico.
“Es un espacio que no solo está con el enfoque tradicional del cuidado, como la perspectiva de género con las personas que cuidan -que han sido mayoritariamente mujeres- sino que en esta gestión lo que hemos querido hacer es crear un espacio que tenga un profundo carácter interseccional”, dijo a EFE la subdirectora del Departamento de Género, Diversidad Sexual e Inclusión de la Municipalidad de Santiago, Rosario Olivares.
Casa Igualdad se inauguró en marzo de 2023, y hasta junio de este año, han atendid a 4.558 personas, según explicó la encargada del lugar, Alejandra Arenas.
Ubicada en la zona sur de Santiago, un barrio abandonado durante mucho tiempo, donde “no hay supermercados ni bancos” y viven muchas personas mayores, se construyó este pequeño lugar con el objetivo de estar cerca de las personas que “van requiriendo cuidado” con el paso del tiempo.
También explicó que fue por la colaboración entre los nueve trabajadores del centro y los apoyos externos que se lograron aportar servicios de activación y movimiento; soporte psicológico, legal y social a quien lo necesitara; acompañamiento al colectivo LGTBIQ+; mediación migrante, impartición de talleres y guardería.
“Dan muchos talleres de conocimiento, yo los aprovecho mientras mi esposo está en su terapia, mi nieta está en el salón de juegos. Yo también estoy en un taller, aprovechamos el tiempo constantemente”, contó la venezolana Delia Osorio, de 65 años, quien se encarga de cuidar de su esposo.
José Humberto Rivas, venezolano de 65 años, es esposo de Osorio y llegó a Casa Igualdad hace cinco meses sin ganas de caminar. Ahora, debido a esta iniciativa no solo camina, sino que su mente cambió por completo.
“Parecen psicólogos por el trato tan bonito y la atención hace que uno se motive, porque yo estaba que no quería ni caminar ni nada, pero ahora gracias a ellos he tratado de caminar y me siento muy bien, muy agradecido”, confesó Rivas.
“Uno anda en estado de depresión y hablas con ellos y te levantan la moral (...) Uno ha vivido etapas difíciles, desgraciadamente en el país hemos vivido etapas difíciles, y uno viene acá y es un cambio total”, añadió.
Otra usuaria de Casa Igualdad, es la chilena de 70 años Olga Maraboli, quien tras una operación de menisco ha sido cuidada y, tras esa experiencia, opina lo mismo que el matrimonio de José y Delia.
“El hecho de venir acá te hace distinta, a mi me hace feliz”, compartió Maraboli con una sonrisa en el rostro.
Esta iniciativa social, que recibe a todas aquellas personas mayores de edad que lo deseen, acoge mayoritariamente a mujeres, siendo que históricamente las mujeres son las que se han dedicado al cuidado redondeando en un 70 % de los usuarios totales.
De las 4.558 personas atendidas, el 73 % son mujeres, el 4 % personas no binarias y el 60,3 % son de nacionalidad chilena y el 39,7 % personas migrantes, principalmente de nacionalidad venezolana (17,4 %)
Casa Igualdad fue financiada, en su momento, por la “fundación filantrópica internacional” Open Society Foundations (OSF), pero ahora forma parte del municipio de Santiago, donde, según aseguró Olivares, “es la primera parte de un proyecto más grande”.