Los Reyes y el COE homenajean a los deportistas que "brillaron como nunca" en Barcelona y Albertville

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El Comité Olímpico Español (COE) homenajeó este viernes a los y las deportistas que participaron y "brillaron como nunca" en los Juegos Olímpicos de Verano de Barcelona, un acontecimiento deportivo "inigualable" que supuso "una gran celebración social" y dejó "un magnífico legado", y de Invierno de Albertville (Francia) en 1992 El acto, celebrado en la sede del organismo en Madrid, contó con la presencia de SSMM los Reyes Felipe VI y Doña Letizia, así como de los deportistas que compusieron aquel Equipo Olímpico Español que conquistó 22 medallas y 41 diplomas, así como el que participó en la localidad francesa, donde la esquiadora de alpino Blanca Fernández-Ochoa logró el bronce. Después de la apertura del evento con la interpretación del tema 'Barcelona 92' por los cantantes Momo Cortés y Pilar Jurado --hace más de 30 años fueron Freddie Mercury y Montserrat Caballé los intérpretes--, llegaron los parlamentos, con Felipe VI confesando que la generación de 1992 se siente "especial" por haber participado en esos Juegos de Barcelona. "Barcelona'92 fue un grandísimo éxito colectivo. Los protagonistas más visibles, los atletas y equipos, se batieron y brillaron como nunca antes en las competiciones, y marcaron una verdadera referencia para el deporte español. Pero fue más que eso, porque también fueron aquellos JJ.OO todo un logro organizativo y una manifestación impresionante de entusiasmo y aprecio popular. Pusieron a Barcelona, Cataluña y España en lo más alto", celebró el monarca. Felipe VI puso de relieve el "esfuerzo aunado" de España, reconocido "con especial cariño" por "la familia olímpica mundial". "Les debemos ese éxito a tantos que trabajaron duro, algunos muchos años antes, para que así fuera; para que fuera un acontecimiento deportivo inigualable, una gran celebración social y dejara un magnífico legado", recordó. "Entre el 25 de julio y el 9 de agosto de aquel año, Barcelona fue una fiesta. No fueron los Juegos en una ciudad, sino de una ciudad. Los barceloneses compartieron su alegría y acogieron a miles de personas de todo el mundo, que vinieron a España para disfrutar de una experiencia irrepetible", comentó sobre el legado del evento. El Rey rememoró una ceremonia inaugural "que fascinó al mundo", así como "el mágico instante en que la flecha de Antonio Rebollo encendió el pebetero de Montjuic". "Y por supuesto, el desfile. Tuve el inmenso honor de formar parte de aquella delegación olímpica y también de ser su abanderado", reveló. "Son recuerdos imborrables para mí, de competir, de sentir la emoción colectiva con cada triunfo de España; y estoy seguro de que los compañeros aquí presentes sentís lo mismo, especialmente en un día como hoy", agregó el monarca. Felipe VI afirmó sentir "un enorme orgullo" del país, cuando Barcelona "invitó al mundo a ser 'amigos para siempre'", superando "el reto, con nota muy alta". "Los Juegos de la unidad y el reencuentro del movimiento olímpico habían sido, como dijo Juan Antonio Samaranch en la ceremonia de clausura, los mejores de la historia", aplaudió. "Barcelona'92 significó además el salto de calidad definitivo del deporte español. Vuestra gesta señaló el camino del éxito para las generaciones que tomaron el relevo. Recordar aquellos Juegos ayuda a entender el lugar tan destacado que, en los últimos años, ocupa España en el contexto deportivo mundial", añadió Don Felipe. Con Barcelona '92, España se convirtió en una de "las grandes potencias" y "referente en competiciones europeas y mundiales", algo que auguró que se repetirá en París. "Todos compartimos la voluntad de superar el palmarés de Barcelona --22 medallas--. Estuvimos cerca en Atenas y Londres. Es, sin duda, un desafío extraordinario", advirtió. "Ya muy pronto París acogerá a la gran familia olímpica y paralímpica mundial para esas semanas únicas de competición, de concordia y amistad, de tantos valores humanos que tan necesario es preservar, cuidar y fomentar. Hay nervios y emoción, hay aspiraciones y expectativas, habrá enormes alegrías, y también habrá reveses", expresó sobre la cita para la que quedan menos de cien días. BLANCO: "UN HOMENAJE SINCERO Y CON MUCHO CARIÑO" El monarca mandó todo su "ánimo" a la generación olímpica que representará a España en París, "una delegación espectacular y con muchísimo talento, preparación y ganas de competir, de ganar limpia y deportivamente, de participar en la mayor y más antigua cita deportiva mundial". "No gané una medalla, sino algo más valioso: conocer los valores humanos en los que se basan los Juegos y que unen a personas de todo el mundo. Animo a todos a seguir trabajando por dichos valores, y apoyando a nuestros deportistas, para mantener siempre viva la llama que se alumbró en Barcelona' 92", concluyó Felipe VI, diploma en vela en los Juegos de 1992. Antes, el encargado de abrir el acto, con la presencia de más de 200 deportistas --con medallistas de oro como Fermín Cacho, Almudena Muñoz, Miriam Blasco, Amavisca o Daniel Plaza-- fue el presidente del COE, Alejandro Blanco, que reiteró que Barcelona y Albertville '92 permitieron "alcanzar un sueño hasta ese momento inalcanzable". "Este es un homenaje sincero y con mucho cariño, para unos deportistas que redefinieron el deporte español. Fueron héroes y heroínas, y su inconmensurable legado", arrancó. "Solo han pasado 32 años, no he podido ver a todos, pero seguro que estáis en el mismo estado de forma, pero con más experiencia", bromeó. "Antes de Barcelona habíamos participado en 15 Juegos Olímpicos, y en Barcelona se consiguieron los mejores resultados de la historia. De los 421 deportistas, 229 volvieron con una medalla o un diploma, el 54% de los deportistas quedaron entre los ocho primeros del mundo", celebró. Para Blanco, en Barcelona '92 "se creó la mayoría de edad del deporte español" y España fue "consciente" de que era "una sociedad moderna y democrática". "Un gran ejemplo para la España de hoy y de ayer, todos con el mismo objetivo liderados por los Reyes", dijo. "El mundo deseaba conocer esta gran España. Nos permitió darnos cuenta de que podíamos competir en igualdad de condiciones. Dejasteis un lacónico 'lo importante es participar' y añadisteis 'a lo que hay que aspirar es a las grandes metas'. El éxito se convirtió en un deseo y una aspiración. A través de vuestro carácter, ambición y ADN que todo es alcanzable para las nuevas generaciones", manifestó. Además, recordó que el Equipo Olímpico llevó a Barcelona "al mejor abanderado que un país pueda tener, que es Su Majestad", porque representa la "identidad" y los "valores" españoles. "El ahora Rey fue un ejemplo de lealtad, dignidad y amor a nuestro país", elogió. "Todos los deportistas seguís convirtiendo en leyenda el 'olímpicos para siempre'. Gracias por derribar barreras y por haber afianzado el deporte en nuestro país. Recibid en este homenaje, nuestro aplauso y nuestro agradecimiento", concluyó Blanco.