Una familia palestina de Jerusalén se atrinchera en su casa con bombonas de gas

Jerusalén, 17 ene (EFE).- Una familia palestina se atrincheró hoy con bombonas de gas en el tejado de su casa en el barrio de Sheik Yarrah, en Jerusalén este ocupado, ante la orden inminente de desalojo, y amenazan con hacerla explotar si se ejecuta su expulsión. La familia Salhiya, que vive en ese domicilio desde los años 50, recibió una orden de expulsión que vencía hoy, ya que el Ayuntamiento de Jerusalén ha expropiado los terrenos donde está su casa para construir una escuela, confirmaron a EFE vecinos del barrio. Ante la llegada de la Policía para ejecutar la expulsión, los quince miembros de la familia se atrincheraron en el tejado de la vivienda y amenazan con "hacerla volar" si les obligan a abandonar la casa, confirmaron a EFE fuentes diplomáticas. "Llevamos en esta casa desde los años 50 y luchamos contra el desalojo durante 25 años. Nos han ofrecido dinero para irnos y hemos luchado para salvar nuestro hogar", indicó Abdallah Ikiramhawi, uno de los miembros de la familia Salhiya, desde el tejado de la casa en un comunicado difundido por grupos de activistas palestinos. "Ahora están usando la excusa de construir una escuela, a pesar de que siguen cerrando las escuelas locales, mientras dan permiso para que los colonos construyan", añadió Ikiramhawi, quien recordó que los Salhiya ya fueron expulsados de su casa en el barrio de Ein Kerem, en el oeste de Jerusalén, en 1948, cuando su familia "lo perdió todo". Ikiramhaw insistió en que los 15 miembros de la familia, incluidos niños y ancianos, no tiene otro sitio adonde ir. La Policía israelí ha formado un fuerte dispositivo de seguridad en la zona y ha cortado las calles que dan acceso a la vivienda, aunque en los alrededores cada vez se congregan más vecinos e incluso se ha formado una pequeña protesta con decenas de activistas pro-palestinos. También se han acercado al lugar de los hechos representantes de las misiones diplomáticas de la Unión Europea (UE), incluida España, para hacer seguimiento de lo que allí sucede y reclamar que el desalojo se posponga hasta que se celebre la vista judicial sobre este caso prevista para el 23 de enero. "Es imperativo desescalar la situación y buscar una resolución pacífica. Los desalojos y las demoliciones son ilegales según el derecho internacional y socavan significativamente las perspectivas de paz, además de alimentar las tensiones sobre el terreno", indicó la misión diplomática de la UE en Jerusalén en un comunicado. El barrio de Sheik Yarrah ha vivido en el último año violentas manifestaciones, ya que decenas de familias palestinas también enfrentan órdenes de desalojo, en ese caso, porque la propiedad de sus casas es reclamada por organizaciones colonas judías. Jerusalén este, donde residen más de 300.000 palestinos y 200.000 colonos israelíes, está ocupado y anexionado por Israel, que impone sus leyes civiles en contra de la norma internacional-