Hong Kong puso fin este lunes al confinamiento de un barrio, el primero decretado por las autoridades desde el inicio de la pandemia, que permitió detectar 13 casos de covid-19 entre los 7.000 habitantes sometidos a test, lo que ha provocado un debate sobre la eficacia de una medida de este tipo.
Durante el fin de semana, la policía fue desplegada para cerrar un barrio desfavorecido y densamente poblado de unos 150 inmuebles donde aparecieron recientemente focos de contagio.
Funcionarios fueron de puerta en puerta para obligar a los residentes a hacerse el test. Sobre unos 7.000 exámenes efectuados, sólo 0,17% dio positivo de nuevo coronavirus.
Algunas voces se levantaron entre los responsables políticos y económicos para denunciar la forma en la que se aplicó la medida.
Las autoridades la justificaron y no descartaron por otra parte decidir nuevos confinamiento de este tipo.
Hong Kong estuvo ya en alerta cuando se detectaron los primeros casos del nuevo coronavirus en China hace más de un año.
La ciudad, con grandes rascacielos, ha registrado oficialmente menos de 10.000 casos y unos 170 muertos desde el comienzo de la pandemia.
Los aproximadamente 7,5 millones de habitantes de Hong Kong viven desde hace un año bajo distintos grados de restricciones, que parecen haber dado resultado para impedir que se disparen los contagios.
En los últimos dos meses, el territorio se ha visto afectado por una cuarta ola de infecciones y las autoridades han introducido nuevas restricciones.
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