Decenas de indígenas ponen fin a invasión en Sao Paulo después de más de un mes

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Unos 200 indígenas guaraníes y manifestantes desalojaron este martes un terreno en el norte de Sao Paulo, tras invadirlo hace más de un mes alegando que la construcción de edificios causó la tala de cientos de árboles en esta región vecina de sus territorios ancestrales.

Con sus vestimentas tradicionales, coronas de plumas y el rostro pintado, los indígenas se resistían a acatar un fallo judicial que los obligaba a salir del terreno de la empresa Tenda, que ocupaban desde el 30 de enero, aledaño de la Terra Indígena Jaraguá, donde hay seis aldeas de guaraníes.

"Estamos aquí para mantener la preservación de la naturaleza pacíficamente, no somos de pelear, de luchar. Pero fue ignorado el componente indígena cuando se hizo el trámite en la alcaldía [de Sao Paulo] para la aprobación" del proyecto, dijo Jaciara, una líder de la comunidad Guaraní Mbya, en declaraciones a la AFP.

Los guaraníes ocuparon la zona, según denuncian, luego de que Tenda talara unos 4.000 árboles sin autorización de la alcaldía, aunque la empresa sostiene que derribó un número mucho menor y con los respectivos permisos.

"Derribaron tantos árboles, estamos luchando contra eso", agregó Jaciara, de 41 años.

Pero los indígenas aceptaron salir del lugar, luego de varias horas de tensión debido a la llegada de una treintena de policías para devolver a Tenda la posesión del terreno, donde se suspendieron las obras hasta mayo.

"La policía se está yendo. Acordamos abandonar la ocupación pero vamos a continuar la lucha", dijo Thiago Henrique Karai Djekupe, líder de la comunidad.

Poco antes los indígenas habían insistido en mantener la invasión.

"Cuando llega un oficial para cumplir órdenes la situación se pone tensa porque los niños, las mujeres, la comunidad en general, no va a salir de aquí mientras no se suspenda la reintegración de la posesión" del terreno a Tenda, afirmó Jaciara.

En un comunicado enviado a la AFP, Tenda reiteró que desde 2014 la zona fue declarada de interés social, que prevé conservar el 50% del área y que sigue "abierta al diálogo con la comunidad indígena y las autoridades" para resolver el "impasse político y socioambiental".

La constructora, no obstante, denunció que el lunes una de sus sedes fue "invadida y destruida por líderes indígenas" que amenazaron a sus funcionarios con "arcos y flechas, como una forma de intimidación".

Tenda explicó que el proyecto busca llevar infraestructura y saneamiento básico a la región y "beneficiar hasta 2.000 familias de baja renta" a través del programa de viviendas sociales "Minha Casa, Minha Vida".

La megalópolis de Sao Paulo, con unos 12 millones de habitantes, sufre un déficit crónico de viviendas, lo que obliga a residentes de bajos recursos a construir edificaciones en lugares de riesgo.

No obstante, las reservas ambientales de los alrededores están amenazadas por la urbanización y la contaminación.

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