Las 10 ciudades coloniales más hermosas de Latinoamérica

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San Miguel de Allende (México)

Esta ciudad de Guanajuato posee edificios bien conservados de los siglos XVII y XVIII, calles empedradas, patios arbolados y una hermosa plaza principal. Fue fundada en 1542 por el monje franciscano Fray Juan de San Miguel y es patrimonio mundial de la Unesco desde 2008. Su imagen más característica es la parroquia de San Miguel Arcángel, edificada en 1709 pero con una fachada neogótica de 1890.

Cartagena de Indias (Colombia)

Al atravesar el arco amarillo bajo la torre del reloj, uno se ve transportado a una ciudad amurallada que se mantiene como hace cuatro siglos. Lo más característico son sus plazas: la de los Coches, la de Fernández Madrid y la de la Aduana, donde una estatua recuerda al madrileño Pedro de Heredia, que fundó la ciudad en 1533.

Antigua (Guatemala)

Los españoles fundaron Santiago de los Caballeros de Guatemala en 1541 y establecieron allí la sede de su administración regional. En 1776 varios terremotos destruyeron la ciudad, por lo que la capital se trasladó a Ciudad de Guatemala. La urbe arrasada se conoció entonces con varios nombres, como "Antigua Ciudad" y "Arruinada Guatemala", aunque finalmente se optó por Antigua Guatemala. El entorno en que se encuadra la ciudad es otro de sus atractivos: laderas cubiertas de cafetales y gigantescas cumbres volcánicas.

Cuzco (Perú)

Fue la capital del Imperio inca y una de las ciudades más importantes del Virreinato del Perú. De ambos hechos enfrentados bebe su historia, que mezcla preciosos edificios de la época de dominio español con impresionantes restos de la civilización precolombina, como los sillares de Sacsayhuaman. Es, además, la puerta de entrada al imponente Machu Picchu, la joya inca. La altitud de Cuzco –3.300 metros– produce una sensación extraña en el visitante que acrecienta el hechizo de sus calles.

Quito (Ecuador)

Construida en la falda del volcán Pichincha, muestra orgullosa su pasado colonial, que se ve en un centro histórico con calles repletas de iglesias, monasterios, mansiones y todo tipo de monumentos. Se destacan la majestuosidad de la Plaza de la Independencia –o plaza Grande-, donde se ubican varios palacios y la catedral, así como la belleza sobria de la plaza de San Francisco.

Potosí (Bolivia)

Vivió un pasado esplendoroso durante la época colonial. La huella de este período puede verse en la Casa de la Moneda, que muestra la historia de una tierra de la que se extrajeron toneladas de plata para financiar al imperio español. Se considera la ciudad más alta del mundo (3.900 metros), de más de 100.000 habitantes, y está en las faldas del Cerro Rico, donde durante un siglo y medio se situó la mina de plata más grande del mundo (hasta mediados del XVII).

Ouro Preto (Brasil)

Una pequeña ciudad (68.000 habitantes) del estado de Minas Gerais con una gran herencia arquitectónica del siglo XVIII. Su nombre procede de las minas de oro que explotó Portugal durante ese siglo. Agotadas las reservas áureas, ahora la ciudad vive del turismo. Sus calles están repletas de obras de arte barrocas, como las esculturas de Aleijadinho o los edificios del conocido como barroco mineiro, que incluyen mansiones y templos católicos.

Granada (Nicaragua)

Es la ciudad más antigua de Nicaragua, ya que fue fundada por el andaluz Francisco Hernández de Córdoba en 1524. Suelen llamarla La Gran Sultana por su apariencia morisca, que la asemeja a la Granada española. El hechizo se encuentra en sus calles empedradas, sus casas de colores y sus iglesias coloniales. Se destacan el convento de San Francisco, con su fachada que parece una doble balaustrada colosal, y su catedral, de vistosos colores amarillo, rojo y blanco.

Trinidad (Cuba)

Es una de las ciudades coloniales mejor conservadas de toda América. Fue fundada en 1514 por Diego Velázquez de Cuéllar en el centro de la isla, una zona donde siglos después (en el XIX) prosperaría la industria azucarera. Los terratenientes levantaron lujosas mansiones que permanecen intactas. Es interesante pasear por sus calles empedradas y contemplar las viviendas de colores y edificios señoriales. De noche, las escaleras que llevan a la Casa de la Música invitan a sentarse mientras los camareros de distintos bares ofrecen mojitos a los turistas.

Colonia del Sacramento (Uruguay)

Situada en la orilla este del Río de la Plata, está mucho más cerca de Buenos Aires que de Montevideo, por lo que la influencia argentina se deja notar. La ciudad fue fundada en 1680 por el portugués Manuel Lobo, lo que explica que el plano de su casco urbano sea de origen portugués. El barrio histórico muestra calles angostas y de piedra y viviendas y edificios que mezclan los estilos portugués, español y poscolonial. Por la noche, el empedrado se ilumina sutilmente con farolas.