La ciudad de Buenos Aires implementó un sistema lector de patentes para controlar el ingreso al microcentro

Ya funciona pero las multas comenzarán en febrero. Detectará los autos que circulen sin estar autorizados. Qué calles abarca, qué monto se deberá abonar y cómo hacer para inscribir el vehículo

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Nicolás Stulberg 162

Uno de los objetivos principales de Mauricio Macri como jefe de Gobierno porteño era que la gente usara cada vez menos el auto. Para ello, implementó el Metrobus, fomentó el uso de la bicicleta mediante la construcción de bicisendas y convirtió en peatonal el área más concurrida del microcentro. En este último caso, el desafío más grande es evitar que los vehículos transiten, con excepción de aquellos que estén habilitados por tener el estacionamiento ya sea de su casa o de su trabajo.

Para lograrlo, primero se utilizaron 34 agentes por turno que caminaban por toda la zona delimitada por las calles Córdoba, Leandro N. Alem, avenida de Mayo y avenida 9 de Julio. El principal problema con esto era que la mayoría de las veces el personal salía de sus tareas para ayudar a controlar algún piquete o desviar el tránsito por un accidente.

Ahora, la Subsecretaría de Transporte y Tránsito, a cargo de Juan José Méndez, implementó el sistema de lector de patentes que controla de forma automática y en tiempo real a los autos que entran y salen del microcentro. El sistema ya funciona, pero las multas comenzarán el 15 de febrero ya que la intención es que haya un período de adaptación y que los usuarios sepan si deben renovar su permiso para ingresar o conseguir uno en caso de no tenerlo.

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¿Cómo funciona?

La circulación de autos particulares está prohibida de 11 a 16 en el perímetro establecido. Esto es así para no influir en los horarios en los cuales la gente entra y sale de trabajar. Las cámaras están colocadas en 24 puntos y sacan dos fotos a cada vehículo: una del auto entero y otra ampliada de la patente. Esa foto automáticamente se traslada a la base de datos de la Ciudad, donde verifica si la patente tiene permiso para ingresar o no. De estar en falta, se genera la multa y es enviada en 30 días al infractor.

¿De cuánto es la multa?

La persona que circule sin permiso deberá pagar 650 pesos. Los ingresos van todos para la ciudad de Buenos Aires. Antes, con el control manual, se labraban entre 200 y 300 multas por día. Se espera que con este sistema alcancen entre las 1.500 y las 2.000.

¿Qué autos están permitidos?

De los particulares, solo aquellos que tengan el permiso para ingresar por tener el estacionamiento dentro de las calles delimitadas. Aplica para quienes trabajen o vivan en la zona. Actualmente hay aproximadamente 7 mil autos habilitados pero se calcula que pueden entrar un máximo de 12 mil. Esto siempre dentro del horario de 11 a 16. Durante todo el día, circulan por microcentro entre 15 mil y 20 mil autos. Antes de que fuera peatonal, circulaban 35 mil.

Los habilitados sin necesidad de un permiso son las motos, las bicicletas y los vehículos de servicios públicos como policía, ambulancia, bomberos, camión de caudales, del correo, entre otros.

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¿Cómo conseguir el permiso?

El trámite se hace online en la página del gobierno de la Ciudad (http://www.buenosaires.gob.ar/movilidad). Cuesta mil pesos y solo se concede si el usuario acredita que tiene ingreso a un estacionamiento. Para eso, debe presentar los papeles del auto y un documento que verifique la tenencia de una cochera. Pueden ser las últimas tres facturas, recibos de alquiler o una carta del lugar que lo vincule. Todo se hace online (con escanear los papeles es suficiente) y debe renovarse anualmente.

¿Cuánto costó implementar el sistema?

Fueron 7 millones de pesos. La licitación la obtuvo la empresa Boldt, que contribuye con la tecnología, el software, el mantenimiento y la comunicación. En el mismo lugar donde se monitorean los autos que entran y salen también se controla que todas las máquinas funcionen. En caso de que alguna se apague o sea atacada por un peatón, el centro de monitoreo alerta a la empresa que se encarga de su reparación.