Cómo se producen los orgasmos durante el sueño

Experimentar un orgasmo no necesariamente deba ser algo que sólo suceda en un plano consciente, sino que muchas veces, el inconsciente abre paso durante el período de descanso a todo tipo de fantasías. Pero, ¿cómo se produce sin la ayuda de una caricia o un beso?

"El mayor y más potente órgano sexual no está entre las piernas de hombres y mujeres, sino detrás de las orejas", dijo el neuroendocrinólogo neozolandés John Money. Y es que a través del cerebro se inicia el proceso de excitación que puede liberarse aún durante el sueño.

Estos 'orgasmos espontáneos' no necesitan de ningún tipo de trabajo, ni físico ni mental. De hecho, hay muchas personas, sobre todo mujeres, que no pueden alcanzar el clímax durante la vigilia, pero sí pueden hacerlo mientras duermen.

"Las fantasías son sanas y cuando uno duerme, la mente se relaja más y el cerebro se libera. Hay muchas mujeres que no pueden experimentar un orgasmo durante el día pero sí durante la noche. Y eso es porque no se permiten ser. Pero el erotismo se libera igual. Es un claro ejemplo para explicar la importancia que tiene la cabeza en todo el plano sexual", dijo a Infobae Mariela Tesler, especialista en sexualidad.

Ya en 1953, el famoso investigador sexual Alfred C. Kinsey descubrió que un 37% de 5.628 mujeres que había entrevistado experimentaron al menos alguna vez en su vida, un orgasmo durante el sueño.

La mayoría de los orgasmos en sueños tienen lugar durante la fase REM

Esto se debe a una sofisticada conjunción cuerpo-mente. En este periodo del descanso nocturno no es solamente cuando se producen los sueños sino, cuando la sangre fluye con más fuerza hacia ciertas áreas del cuerpo como los genitales, algo que ocurre también cuando una persona se excita o tiene actividad sexual.

Según un artículo publicado en la revista Fusión por la psiquiatra y terapeuta sexual Madeleine C. Castellanos, "el cerebro reconoce que hay más flujo sanguíneo en estos tejidos y lo interpreta como excitación sexual". Si a esta información se le une una mente más relajada, en la que los controladores aéreos no han empezado aún su jornada laboral, se obtiene una situación propicia para que se produzca esa maravillosa y placentera descarga mental llamada orgasmo.

Agregó Tesler: "De día están los famosos distractores, que hacen que en el momento de estar con un otro, uno esté pensando en cualquier otra cosa, como la lista del supermercado. Entonces hay que distraer al distractor. Hay que aprender a relajarse y a conectarse con el cuerpo".

Lo interesante respecto a los sueños sexuales y los orgasmos, según Castellanos, es que cuando se duerme, aún más en las mujeres, se puede vivir de manera más intensa que aquellos que se experimentan de manera consciente. "Esto es porque cuando uno está dormido hay menos inhibición y menos restricción consciente. Escáneres de la actividad cerebral muestran que ciertas áreas del cerebro se apagan –las que procesan información del exterior, actividad motora y emociones– cuando hay un orgasmo. Algo muy similar a lo que ocurre cuando se duerme, y que puede explicar por qué hay menos barreras para una intensa excitación sexual. Además, los sueños proporcionan la ventaja de que el inconsciente pueda diseñar un escenario a medida, sin barreras de ningún tipo, apto para nuestras fantasías".

Para la sexóloga, ginecóloga y directora del Instituto Iberoamericano de Sexología Francisca Molero, la anorgasmia –la ausencia del orgasmo– tiene mucho que ver con un excesivo autocontrol y eso en sueños no es posible.

El cerebro es un órgano plástico y que no distingue muy bien entre realidad y ficción. Una mujer puede no haber experimentado nunca un orgasmo, pero seguramente lo haya visto en películas y eso influye en el inconsciente.

"Es increíble que en estos tiempos muchas mujeres aún digan que nunca se tocaron. Que no conocen su cuerpo. Para los hombres es mucho más fácil porque sus genitales están afuera, pero las mujeres deben conocerlos y así, saber qué cosas les gustan y qué no", dijo Tesler a Infobae.

Lo cierto es que no hay edad para tener orgasmos en sueños. Muchas veces son una respuesta a los múltiples estímulos sexuales que se reciben durante el día. Una manera inconsciente y subliminal de manifestar el deseo.