Una medicación económica y segura que se usa para la diabetes tipo 2 puede ser la clave para demorar el envejecimiento y las enfermedades propias de la edad que causan la muerte. Un estudio investiga si las personas podrían vivir con salud más allá de los 100 años.
Con este año 2016, en el invierno boreal comenzará también un ensayo clínico muy particular. Se estudiará en seres humanos una sustancia que se conoce hace unos cinco siglos, y que desde 1957 se utiliza, en una versión sintetizada, para tratar la diabetes de tipo 2.
¿Por qué se estudia la droga metformina luego de tanto tiempo de utilizarla con éxito en una enfermedad?
Porque se cree que puede tener otra aplicación: extender la vida al demorar la aparición de las enfermedades que se presentan con el envejecimiento.
Aunque la prensa internacional anunció este estudio de la metformina como la nueva droga antiedad que podría extender la vida hasta los 120 años, en realidad "eso es falso", según la página web de la Federación Estadounidense para la Investigación del Envejecimiento (AFAR por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro que patrocina este estudio cuyo costo podría llegar a los 65 millones de dólares. "El objetivo es sumar salud a nuestros años. 'Apuntar contra el envejecimiento con metformina' (TAME, Targeting Aging with Metformin), es un ensayo clínico novedoso que comprobará si esta droga puede demorar la aparición de condiciones vinculadas a la edad como el cáncer, la enfermedad cardiovascular y el mal de Alzheimer".
La hipótesis central del experimento supone que demorar el envejecimiento es una manera efectiva (por ahora, la única sobre la cual se especula) de postergar las enfermedades relacionadas con la edad y en consecuencia reducir la morbilidad debida a ellas.
Se especula que con el uso de la metformina las personas de 70 años podrían presentar un cuadro de salud más parecido al de las personas de 50 años. Y el enfoque de los médicos de adultos mayores no se centraría en combatir enfermedades diversas como el cáncer, la diabetes, los problemas del corazón o la demencia, sino en el mecanismo que subyace a todas.
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