La "mula" arrepentida fue sobreseída y ahora es pieza clave en la investigación

Una española se presentó en la comisaría y confesó que tenía previsto viajar a Europa con 33 cápsulas dentro de su cuerpo. Cómo sigue el caso

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La historia comenzó a escribirse hace menos de un mes, cuando la española Luisa Feijoo García, de 39 años, fue reclutada en España para realizar un tráfico de cocaína a la Argentina, en una modalidad denominada "mula". Así fue llevada a Italia, para luego, a través de Alitalia, viajar hasta Buenos Aires.

Con los pocos euros que sus nuevos jefes le habían entregado, tenía ya una reserva hecha en el hotel Los Robles, ubicado en Estados Unidos al 800, en el centro porteño. Allí pasó sus días, junto con dos teléfonos celulares, hasta que le informaron que debía encontrarse en un bar cercano con un hombre para completar la operatoria.

Pelado y con acento europeo, el hombre le entregó 33 cápsulas de cocaína que la mujer debía ingerir, además de detallarle la forma de hacerlo. Los siguientes días, Feijoo García cumplió con la tarea asignada, ingiriendo de a cuatro o cinco cápsulas y después evacuándolas, para acostumbrarse al procedimiento.

El pasaje de regreso a Madrid estaba previsto para el lunes último. Sin embargo, en vez de hacerlo, tras ingerir las cápsulas desistió del plan y procedió a la evacuación de ellas. Sólo 15 logró recuperar, que guardó en una valija. Así fue como se dirigió a la comisaría 4ª de Monserrat.

Los uniformados que escucharon su relato consultaron con el Juzgado en lo Penal Económico número 6, a cargo de Marcelo Aguinsky, Secretaría número 11 de Javier Krause Mayol, respecto de los pasos a seguir. El magistrado interviniente dispuso su traslado al Hospital Argerich, a fin de su atención y la evacuación del resto de las cápsulas.

A su vez, personal de la División Operaciones Federales de Drogas Peligrosas llevó a cabo un allanamiento en la habitación número 9 del hotel donde se hospedaba, donde secuestró un total de 15 cápsulas más con clorhidrato de cocaína, además de un teléfono celular, una valija con efectos personales y tres euros.

Al presentarse en Tribunales se negó a declarar, por lo que el juez toma en cuenta el artículo 29 bis de la Ley 27.737, de tenencia y tráfico de estupefacientes, donde se detalla que cuando una persona se arrepiente en medio de una operación se la sobresee y pasa a ser la principal testigo.

Así fue como finalmente declaró y relató la operatoria paso a paso, además de brindar los identikits correspondientes de las personas con las que trató. Feijoo García se encuentra en libertad en el país, bajo una estricta custodia, y desde España se interesaron en el tema y colaborarán en la resolución del caso.