Una gran cantidad de políticos, economistas y formadores de opinión defienden el gradualismo como la única opción disponible para el próximo gobierno. ¿Qué hay detrás de esa defensa? ¿Es la recomendación de política correcta para un diagnóstico correcto? ¿O estamos frente a un diagnóstico errado? Quienes favorecen el gradualismo ¿perciben correctamente las restricciones políticas y la magnitud de los problemas macroeconómicos que deberá resolver el próximo gobierno? ¿O, incluso desde una óptica más política que económica, un shock resulta más recomendable?