Excluir a los violentos de las canchas

¿Qué interés persigue un individuo al herir en un estadio de fútbol a los jugadores rivales? ¿Lograr que ese equipo se asuste y vaya para atrás en la cancha? ¿Motivar más a su equipo? ¿Ganar el partido? ¿Demostrar a sus secuaces de qué es capaz? ¿Legitimarse dentro de la "pesada"? ¿Disputar un liderazgo mafioso? Sea cual sea la razón, sin dudas nada tiene que ver, ni con el deporte, ni con un espectáculo de disfrute familiar.

Eso ocurrió, hace unos días, en el clásico del fútbol argentino por la Copa Libertadores de América.

Estos aciagos hechos, han ocurrido también de este lado del Río de la Plata.

Y los protagonistas tienen el mismo perfil: son delincuentes, que hacen de las "barras bravas" su modo de ganarse la vida.

Pero más responsables que ellos, son los que les permiten actuar, por acción o por omisión. En Uruguay, por ejemplo, dirigentes del fútbol y jerarcas policiales, se pasan la pelota unos a otros. Y no reparan, que la solución de fondo, depende de ambos y de cierta legislación que les de las herramientas necesarias.

Derecho de admisión

El gobierno pretende que los clubes le pasen una nómina con los nombres de cada uno de esos violentos, para prohibirles el ingreso a los estadios. Los dirigentes se rehúsan a ello, por el temor a las represalias de los mismos.

La solución es sencilla, debe ser la Justicia quien confeccione la nómina de sujetos inhibidos de entrar a un espectáculo de estas características. Al estar en esa nómina, el individuo no podrá acceder a su entrada, la que debe ser codificada y nominada.

Con este mecanismo se logra impedir que personas con antecedentes de violencia puedan ingresar al espectáculo, pudiéndose identificar al 100% de los concurrentes al mismo en caso de ser necesario, como asimismo se impide la reventa de entradas, ya que las mismas sólo podrán expedirse mediante la presentación del documento de identidad y el código correspondiente.

Esta idea es parte de un proyecto de ley que presenté en Uruguay hace dos años, inspirado en los cambios que se han producido en el fútbol chileno. Quienes a su vez se han inspirado en los avances de seguridad del fútbol europeo.

Hace algunas semanas ha sido presentado nuevamente por el senador Pedro Bordaberry.

Repito, esto es parte de la solución, deben existir otros componentes, con el uso de recursos tecnológicos antes, durante y después del desarrollo del evento.

Este sistema lo acabo de ver funcionar en dos estadios de Italia, el San Paolo y el San Siro. No hay forma de errarle.

Los delincuentes y los que los apañan

Todas estas medidas no darán resultado, si no hay un cambio de mentalidad, principalmente de dirigentes y gobernantes.

En Uruguay, el Ministerio del Interior, les pidió a los clubes que "la barra brava" designara referentes. La policía no entraba a las tribunas sin la autorización de esos "líderes". ¡Hasta ese absurdo se ha llegado!

Es por ello que en el proyecto mencionado, introdujimos un artículo que establece:

"Toda contribución en dinero o estimable en dinero, efectuada por un club deportivo a hinchas o simpatizantes del mismo o de otro, sea que se materialice bajo la forma de mutuo, donación, comodato o cualquier acto o contrato a título gratuito u oneroso, deberá ser registrada contablemente y comunicada a las autoridades del Registro de Hinchas del Deporte en la forma, plazos y condiciones determinadas en la reglamentación.

Se prohíbe a las personas naturales que representen legalmente al club, a los miembros de su Comisión Directiva como asimismo a cualquier dirigente de la misma, jugadores, miembros del equipo técnico y demás funcionarios del club, a entregar personalmente o por interpósita persona, cualquier tipo de financiamiento o apoyo económico o material a los hinchas o simpatizantes del mismo, bajo pena de aplicación de las multas que determinará la reglamentación".

Si la connivencia o el temor de dirigentes y/o jugadores, con los delincuentes que "dirigen" las hinchadas, continúan alimentando su accionar, seguiremos lamentando estos episodios.

El autor es ex Diputado nacional de Uruguay por el Partido Colorado