Diez procesados por la red de prostitución VIP en el Hotel Las Naciones

A principios de diciembre de 2014 se hicieron procedimientos en el conocido hotel cercano al Obelisco. A fin de año el juez Rodríguez dictó los procesamientos y mantuvo detenidas a dos mujeres

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El juez federal Luis Rodríguez firmó en las últimas horas de 2014 los procesamientos de diez personas por el manejo y la colaboración con el funcionamiento de una red de prostitución VIP en el Hotel Las Naciones. De los diez procesados cuatro son mujeres, seis son hombres y solo dos de ellas permanecen detenidas. Hay un prófugo.

Según lo determinado por el juez Rodríguez, convivían allí varios grupos que se dedicaban a la explotación de mujeres para la prostitución con gente que solo subalquilaba los departamentos para que hubiera encuentros sexuales. Se "prestaban chicas" entre los diferentes grupos que manejaban la prostitución. Y, además, el personal masculino del edificio aportaba su mano de obra para guiar a los clientes y de paso, cobraba dinero.

El caso del hotel de Corrientes 818 comenzó a investigarse en 2013 cuando el fiscal federal Federico Delgado recibió un mail en la fiscalía donde le indicaban que en ese lugar se ejercía la prostitución y había mujeres sometidas. Delgado ordenó que la Prefectura hiciera algunas tareas de inteligencia y a partir de eso se determinó que en el hotel había un "centro de masajes" que tenía su página web www.ciudadmasajes.com.ar (hoy sin actividad). Delgado hizo la denuncia que desembocó en la causa a cargo de Rodríguez. A ese expediente se adosaron varios, uno de ellos iniciado por la denuncia - sobre el ejercicio de la prostitución en el hotel- de un empleado de la firma que regentea el edificio.

Infobae accedió al procesamiento firmado por Rodríguez. Allí se describe a la inmensa mole que es el Hotel de Las Naciones "su subdivisión en un total de trescientos nueve (309) unidades funcionales destinadas a vivienda, ciento treinta y ocho (138) destinadas a cocheras como así también la existencia en los pisos 1°, 2° y 3° de diferentes salones que pueden ser utilizados para diversos fines. Todo ello dentro de una construcción desarrollada en veintiocho (28) pisos y dos subsuelos. Asimismo, el consorcio cuenta con una dotación de personal en relación de dependencia que presta funciones dentro del edificio y que está compuesta por cinco (5) garajistas, cuatro (4) calderistas, ocho (8) empleados de intendencia y seis (6) vigiladores, quienes deben cumplir las tareas propias de su puesto y reportar a través de los canales respectivos las novedades que ocurran en sus jornadas de trabajo al administrador."

Dentro de ese enorme edificio se movía la organización que encabezaba una mujer cuyas iniciales son PS. Cuando el juez la indagó la acusó de ser la "organizadora de la banda y se puntualizó que el sitio de internet www.ciudadmasajes.com.ar era dirigido por ella, ya que era ella quien ordenaba si se publicaban o no fotos de las chicas que trabajaban en el lugar. Además, al formulársele la imputación, se dijo que era ella quien encargaba la publicación de avisos para contratar chicas que se prostituyeran en el lugar, quien tomaba las "entrevistas" de reclutamiento, quien aportaba para la prestación de servicios sexuales el departamento 507 del que es propietaria, quien abonaba mensualmente los cánones locativos de las restantes unidades funcionales empleadas, quien gestionaba la publicidad de los servicios sexuales a través de la citada página www.ciudadmasajes.com.ar, quien es titular de las líneas telefónicas publicitadas en dicho sitio de internet y utilizadas para concertar las citas".

Según lo demostrado en la investigación era PS quien "retenía el dinero que abonaban los clientes y realizaba pagos semanales a las mujeres que se prostituían para ella. También ejercía el control respecto del funcionamiento del lugar y de la prestación de servicios sexuales y pasaba revista de lo que cada día ocurría tanto respecto del funcionamiento de las unidades empleadas como de la presencia y ausencia de las mujeres que prestaban servicios sexuales o de quien cumplía funciones de recepcionista, lo que redundaba en el caso de ausencia de las mujeres en descuentos y reducciones de los montos que semanalmente abonaba a las víctimas y a MES (la recepcionista) por su trabajo".

Los investigadores determinaron cuánto era lo que se cobraba por los servicios: el precio de la hora de "masajes descontracturantes con relax manual" variaba según el departamento donde se realizaran. Si era en alguno de los dos "gabinetes" que había en el departamento 507 o en el 600, se los denominaba "masaje standard" y su precio era $250. En cambio, los "masajes VIP", que se brindaban en los departamentos 2507 y 1401 –en ambos casos, monoambientes-, tenían un valor de $300. De dichos montos, las "masajistas" percibían $80 en el caso de los "masajes standard" y $100 en el caso de los VIP. En caso de que las "masajistas" quisieran brindar al "paciente" algún servicio sexual por fuera del masaje ofrecido por el lugar, el monto lo cobraban y lo conservaban para ellas".

La liquidación de "haberes" era semanal según pudo establecerse a través de conversaciones de las víctimas de la banda con integrantes del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata: "Al finalizar la semana, PMS o MES –en caso de que la primera no estuviera- abonaban a las mujeres los porcentajes correspondientes, previo descuento de un monto correspondiente a los bidones de agua empleados, del dinero relativo a la publicidad de las mujeres en otras páginas y del dinero correspondiente a las "multas" que PS. implementaba cuando las mujeres se ausentaban o llegaban tarde. En relación a los descuentos, vale destacar que una de las entrevistadas dijo a las profesionales del Programa de Rescate: "la señora P nos hace unas cuentas que no entendemos".

Se determinó que habían funcionado un par de organizaciones similares a la de PS dentro del Hotel Las Naciones. Otras dos mujeres fueron procesadas. En la investigación, además del negocio de los "masajes" se determinó que había otra mujer que tenía otro emprendimiento. Alquilaba departamentos a los propietarios y luego los subalquilaba -a más del doble del precio- y a mujeres que ejercían la prostitución. También fue procesada.

En el Hotel convivían varias operaciones tal como se desprende de las conclusiones del procesamiento: "Por otra parte, la coexistencia de negocios que compiten entre sí (administración de alquileres, alojamientos a turistas por fuera del esquema de funcionamiento del Hotel "Las Naciones", casas de masajes y otras tantas actividades) permiten fortalecer este razonamiento donde a la luz de las primeras pesquisas "nadie se conocía con nadie", hasta que la gestación de la causa y fundamentalmente los allanamientos de fecha 3 de diciembre generaron la exposición de un complejo entramado de relaciones personales donde se encuentran involucrados, inclusive, el personal en relación de dependencia del mismo consorcio". Los trabajadores del consorcio eran los que recibían a los clientes que habían sido derivados por teléfono hacia el Hotel. En el hall los comunicaban con la recepción de la casa de masajes y no los anotaban en los libros de seguridad del lugar. Seis empleados del edificio fueron procesados por colaborar con la organización. Ninguno está detenido.

El procesamiento firmado por Rodríguez se hizo en virtud de la Ley de Trata que modificó el artículo 145 del Código Penal y que establece que "Será reprimido con prisión de cuatro a ocho años, el que ofreciere, captare, trasladare, recibiere o acogiere personas con fines de explotación, ya sea dentro del territorio nacional, como desde o hacia otros países, aunque mediare el consentimiento de la víctima". Las situaciones procesales fueron agravadas "por haberse aprovechado de la situación de vulnerabilidad de las víctimas". Los testimonios de las mujeres explotadas fueron claves para que se dictara el procesamiento.