Boca arrancó el 2014 con la seguridad de que era su año. Con Carlos Bianchi en el banco, aunque sabiendo que el ciclo del entrenador más ganador de su historia no había arrancado como todos lo esperaban, el "Xeneize" tenía la obligación de mejorar sustancialmente el penúltimo puesto del Inicial 2013. A un año de su asunción, luego de que la Bombonera le haya dicho adiós a Julio César Falcioni, el "Virrey" también tenía su cuenta pendiente, como así Daniel Angelici quien veía que el apoyo dirigencial hacia el DT se estaba agotando.
El plantel no sufrió grandes cambios, como lo venía haciendo en los anteriores mercados de pases. Arrancó el año con Hernán Grana y Juan Forlíncomo caras nuevas. Por supuesto, el grupo seguía liderado por Juan Román Riquelme, que empezaba a ser altamente evaluado por la inminente caducidad de su contrato. Pero como se dijo, fue un año totalmente opuesto a las pretensiones antes marcadas. No sólo no ganó el título, pese a que no disputaba Copa Libertadores, sino que el campeón fue River. A esto le sumó un clásico muy discutido y perdido en la Bombonera. Recién pudo enderezar el rumbo al final, hilvanando muchos triunfos seguidos que lo dejó en el segundo lugar. Aunque tuvo chances de meterse en la lucha, siempre la dejó escapar y el título fue para el rival de toda la vida.
Gracias a esa racha, Carlos Bianchi se mantuvo en el cargo. Aunque el contrato marcaba que si al año y medio no había consagración alguna, la Comisión Directiva podía prescindir de sus servicios. Pero Angelici, junto al resto de los dirigentes decidieron darle otra oportunidad. Oportunidad que se terminó mucho antes de lo que todos pensaban (en la cuarta fecha). Porque el equipo, que contaba con seis caras nuevas, y una sensible baja como la de Juan Román Riquelme (quien, de buenas a primeras pegó el 'portazo' para ir a Argentinos), nunca apareció y así se esfumaron los sueños de todos los hinchas de un tercer ciclo de Bianchi tan ganador como los anteriores dos. Se iba una leyenda, un 'semi Dios' para la historia "Xeneize". Otro más, luego de la parta href="https://www.infobae.com/" rel="noopener noreferrer" /aida de Román.
Con muy poco margen, la dirigencia al "Vasco" Arruabarrenapara que enderece el barco. Lo logró, pero no con un título como muchos lo soñaban. Logró el objetivo de clasificar a la Copa Libertadores y de estar 'coqueteando' con el campeonato local. Sin embargo, el más importante era la Copa Sudamericana y lo perdió de la peor manera: cayó contra River en las semifinales. Otra dura herida, que seguramente tardará en cicatrizar y que se suma a los ocho superclásicos sin victorias.
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