No hace falta ser campeón del mundo para tener una alegría intensa con el fútbol. La fiel demostración de esta afirmación son las modestas selecciones de San Marino e Islas Feroe, quienes celebraron resultados humildes como si hubieran obtenido una corona. Ambos llegaban a sus partidos con estadísticas muy desfavorables, ya que se ubican en las últimas posiciones del Ranking FIFA, siendo de los peores combinados del mundo.
En las Eliminatorias para alcanzar la Eurocopa 2016, que se disputará en Francia, los de San Marino empataron 0-0 con Estonia, cortando una racha de 61 derrotas consecutivas. Para tomar dimensión del logro obtenido por este país de 60 kilómetros cuadrados (más pequeño que cualquier ciudad del Conurbano) y 30 mil habitantes, hay que tener en cuenta que no conseguía un resultado favorable desde el 2004, cuando superó 1-0 a Liechtenstein en un amistoso. Además, en esta competencia, no tenía una unidad desde el 2001 (igualó ante Letonia).
En el Grupo F, Islas Feroe consiguió un triunfo que fue titulado como "histórico" por los medios locales. Este pequeño archipiélago superó 1-0 a Grecia, generando que la Federación griega decida destituir como entrenador al italiano Claudio Rianieri. Los de Feroe lograron imponerse como visitantes en esta competición tras 19 años. La última vez, había sido en 1995, justamente, ante San Marino. "Hubo lágrimas en el vestuario, muchos sentimientos. Llevábamos esperando mucho, mucho tiempo un resultado así. Estamos increíblemente felices y orgullosos", aseguró el portero Gunnar Nielsen.