Venezuela registra más de 150.000 casos de dengue, malaria y chikungunya

En el país caribeño, crece la preocupación por la crisis sanitaria. En lo que va del año, hubo 1,2 millones de personas con episodios febriles cuyo diagnóstico no pudo ser precisado, según denuncian organizaciones civiles

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 Reuters 163
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La red Defendamos la Epidemiología de la Sociedad Venezolana de Salud Pública y el Observatorio de Salud señalaron que entre el 1º de enero y el 25 de octubre de este año, 71.620 personas han sido diagnosticadas con malaria; 71.007, con dengue, y 9.831, con chikungunya. En total, son más de 150.000 casos en los que va del año.

Esta es la segunda peor epidemia de dengue que enfrenta en 25 años. "Y aún estamos en la fase de expansión, este problema va a continuar", comentó a la AFP José Félix Oletta, ex ministro de Salud y uno de los expertos que participó en la elaboración del informe que fue divulgado hoy. Por otro lado, 1,2 millones de personas han registrado episodios febriles sin que se conozca un diagnóstico preciso.

Estas cifras y la alerta lanzada por ambas organizaciones contrastan con los datos gubernamentales, que a finales de septiembre reportaban solamente 48.827 casos de dengue y 634 de chikungunya en lo que iba del año.

"Tenemos un sistema de salud ineficiente que no informa y ataca el problema tardíamente. Pasaron 20 semanas desde que se sabía que el virus del chikungunya ya estaba en Venezuela y fue cuando el Gobierno empezó a exigir una notificación de los casos", criticó Oletta.

El experto sostuvo que, según las proyecciones, 2014 cerrará con 90.000 casos de malaria, lo que significa un "retroceso de décadas", ya que a finales de los 1960 se registraban unos 2.000 casos.

El Ministerio de Salud no dispone de recursos suficientes para atender la emergencia

Estas tres enfermedades, que provocan fiebre y dolor en el cuerpo, entre otros malestares, son transmitidas por la picadura de zancudos y no existe vacuna. Según Oletta, la presencia de mosquitos en Venezuela supera hasta en cuatro veces los niveles admitidos, lo que constituye una "tormenta perfecta" para el desarrollo de epidemias.

Tras la multiplicación de casos febriles, el Gobierno puso en marcha campañas informativas para prevenir el desarrollo de mosquitos y campañas de fumigación para eliminar criaderos. Sin embargo, para Oletta la reacción del Gobierno fue tardía, además de que el Ministerio de Salud no dispone de recursos suficientes para atender esta emergencia.

La multiplicación de estas enfermedades coincide con una crisis en el sector de salud venezolano, aquejado por una escasez de medicamentos, reactivos y equipos médicos, la gran mayoría importados. En Venezuela, rige desde 2003 un estricto control cambiario que obliga al sector privado a solicitar al Gobierno dólares para realizar importaciones.