"Hay cambios en Cuba. Es una cirugía plástica, un grado más que el maquillaje", asegura Reinaldo Escobar, de visita en Buenos Aires. Para este periodista cubano, todos estos cambios –"Usemos 'cambios' para no entrar en la polémica de si son verdaderas reformas"– tenían que hacerse.
"Es que autorizan cosas que ya estaban pasando y ridiculizaban al Gobierno", afirma. Según relata, estaba prohibido tener teléfonos celulares, pero cada vez más cubanos lograban que extranjeros les compraran uno y lo usaban con tarjeta de prepago. "Autorizan cosas que ya estaban pasando, el Gobierno hacía el ridículo prohibiéndolo", insiste.
Para Escobar, los cubanos son especialistas en inventar términos. Uno de los que más repite en la charla es absurdizar. "Cuando nosotros empezamos a difundir la tenencia del móvil logramos absurdizar la prohibición; cuando la gente empezó a comparar y a vender casas con trucos, herencias fraudulentas, matrimonios ficticios, absurdizamos al prohibición...", y sigue la lista.
Otro de esos "cambios" es la eliminación de las limitaciones migratorias. Él y su mujer, la bloguera Yoani Sánchez, vivieron en carne propia estas discrecionalidades castristas a la hora de otorgar permisos. Más de 20 veces les negaron la salida del país, aun cuando cumplían con las controversiales formalidades, como la carta de invitación.
"Todo cambio tiene una dirección, una profundidad y una velocidad. Los que está haciendo Raúl Castro tienen la dirección correcta, acepta las importancias de las leyes del mercado, pero lo hace muy lento y superficial", critica.
La evaluación también alcanza a los sectores de la oposición. Para Escobar, si el Gobierno hace cambios, la disidencia también tiene que hacer lo propio. "La agenda opositora también tiene que cambiar. Ya no podemos pedir que los cubanos sean cuentapropistas, ahora tenemos que exigir que puedan importar y exportar", ejemplifica.
La difícil tarea de hacer periodismo independiente en Cuba
Reinaldo Escobar narra para Infobae las peripecias que él y su mujer hacen para tener en marcha el diario digital hecho íntegramente en Cuba, 14ymedio.com ("Es el año 14, vivimos y trabajamos en un piso 14 y queríamos la Y en el medio").
"Yo soy periodista de profesión, soy licenciado en Periodismo por la universidad de La Habana y trabajé mucho tiempo en la prensa oficial hasta que me salieron. Mis ideas no se correspondían...", explica.
Ahora, están embarcados en este nuevo sitio web, que ya lleva cuatro meses de vida. El trayecto no fue, ni es, sencillo. "El mismo día que nacimos no bloquearon", afirma sin sorpresa, pero rápidamente explica que con un proxy anónimo también los leen en la isla.
"Buscamos un nombre que nos represente pero que no diga nada, no queremos ser 'La voz de la oposición'", deja claro. De la misma manera detalla: "Somos el único medio digital independiente que no tiene ningún financiamiento de ningún gobierno u ONG. Nuestro periódico es una empresa fundada en España con inversionistas que depositaron un dinero. Con eso pagamos la estructura informática y a la gente que trabaja".
"Dio la casualidad de que el régimen sacó el Nauta, nuestro Yahoo. Y desde allí podemos escribir mails de Cuba hacia Cuba y el extranjero. Pero desde afuera de Cuba no se puede consultar", explica con una sonrisa en la cara. Es que la creación castrista, sin quererlo, les abrió la puerta para que 14ymedio.com pudiera existir. "Para nosotros fue trascendental, porque a través del Nauta nos envían textos y fotos desde cualquier parte de Cuba", afirma. Pero eso no es todo lo que les brinda el mail cubano. Gracias a él pueden enviar las notas a España y desde allí, amigos y colaboradores las suben al sitio.
Otro de los desafíos fue la conformación del equipo de trabajo. "Nos falta gente porque para trabajar es necesario atreverse", lanza. En un principio habían armado una especie de capacitación donde habían logrado juntar varios periodistas. Sin embargo, "la policía política empezó a llamar y desertaron seis".
Así, según Escobar, "se produce una selección natural de colaboradores. Sólo se suman los más arrojados, pero buscamos más moderados. Porque un temeroso no piensa igual que un arrojado. Ese es nuestro punto flaco, tenemos que conquistar voces de la moderación", se lamenta.
"No queremos convertirnos en el periódico de la oposición. No somos anticastristas, somos un periódico", sentencia.
Escobar habla de 14ymedio.com como del futuro. Dice saber que Cuba aún no tiene las herramientas que un diario digital necesita, pero se entusiasma con ser la vanguardia: "Cuando todos tengan internet, 14ymedio.com ya va a estar ahí".