Así serán las guerras del futuro

El Pentágono presentó proyectos para enfrentar los peligros de los próximos años. Robots, la versión militar de Google Glass y una frase: "El hombre y las máquinas estarán cada vez más integrados"

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Reuters 163

La a href="http://www.darpa.mil/default.aspx" rel="noopener noreferrer" Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa/a (DARPA, por sus siglas en inglés) de los EEUU presentó hoy en el Pentágono los cien proyectos que prepara para guerras cibernéticas y campos de batallas plagados de robots.

El patio central del Pentágono mostró ayer brazos robóticos, la versión militar de las Google Glass y sobre todo software y plataformas digitales con el ojo puesto en futuras guerras cibernéticas, en las que los códigos binarios marcarán las diferencias entre vencedores y vencidos.

"El hombre y la máquina estarán cada vez más integrados", explicó Yifatch Eisenberg, director del proyecto de DARPA Ultra-Vis, un visor que se coloca frente al casco del soldado y envía en tiempo real información sobre órdenes, distancia a objetivos enemigos, grados con respecto al norte, situación de compañeros o la dirección por seguir.

"No es lo mismo que Google Glass, esto va más allá porque no hay que desviar la mirada hacia una lente, con este dispositivo se mira a través y se ve directamente la acción... muy parecido a un videojuego", explica Eisenberg.

Mientras tanto, Justin Sánchez, el director del proyecto de prótesis avanzadas de DARPA, la agencia que inventó Internet o el sistema GPS, mostró los últimos avances en brazos biónicos, que hoy ayudan a veteranos con amputaciones y en el futuro podrían servir para que robots compartan el terreno de batalla con humanos.

Por ejemplo, la a href="http://www.jhu.edu/" rel="noopener noreferrer" Universidad Johns Hopkins/a ha conseguido que un brazo robótico imite a la perfección los movimientos de una persona, algo que puede ayudar a personas de movilidad reducida, pero que tiene también aplicaciones militares de gran utilidad.

Dos presentaciones se llevaron bajo mayor discreción, ya que solo funcionarios norteamericanos podían asistir a las demostraciones: el de la supercámara de vigilancia en video Argus-IR y el sistema de análisis del teatro de guerra Insight.

El Argus-IR e s una nueva fase de un programa secreto de Lockheed Martin y BAE Systems que ha creado la cámara capaz de capturar desde el aire todo lo que sucede en 40 kilómetros a la redonda con una precisión de hasta 15 centímetros e identificar movimientos enemigos en infrarrojos.

Ese sistema combinado con programas como Insight, que integra mapas, información de inteligencia y otro tipo de datos, permitirá a las tropas del futuro abordar una batalla desde la retaguardia como quien se enfrenta a la estrategia de un videojuego.

Pero el protagonismo de la demostración se lo llevaron las aplicaciones de Ciberdefensa y análisis de datos o Big Data, que marcarán el futuro de unas Fuerzas Armadas hipeconectadas y que podrían enfrentarse a guerras en un nuevo frente: el ciberespacio.

Plan X es una plataforma que DARPA desarrolla para que pueda entrar en servicio en 2017 y permita integrar todas la capacidades equivalentes a un "comando central" en un guerra cibernética a gran escala, explica Alex Wissner-Gross, científico del proyecto.

Los Estados Unidos quiere tener la capacidad, hasta ahora inexistente, de coordinar ataques o defensa de, por ejemplo, su red eléctrica, de comunicaciones satélites u otras infraestructuras estratégicas en una guerra de "hackers" a gran escala entre países.

"Plan X sería como un App Store donde cada fuerza militar carga e integra sus capacidades", explica el físico, graduado en a href="http://www.harvard.edu/" rel="noopener noreferrer" Harvard/a hace apenas seis años.

La conexión entre el mundo de los bits y el real es cada vez más profunda y el Pentágono está preparando para cualquier eventualidad, como un software que reconoce automáticamente si la persona puede estar mintiendo o el que detecta infiltraciones de "hackers".

"Es relativamente fácil tomar el control a distancia de un vehículo o cambiar los datos de GPS de un navío para desviarlo de su ruta", explica Franz Franchetti, ingeniero de laa href="http://www.cmu.edu/index.shtml" rel="noopener noreferrer" Universidad Carnegie Mellon/a, que trabaja con DARPA para evitar que otras naciones tomen control de aeronaves o vehículos sin piloto.

En plena tensión con China sobre las acciones de ciberespionaje militar, todo apunta a que este tipo de acciones serán cada vez más habituales y ya han motivado una "carrera armamentística".