La redacción de mensajes de texto en el teléfono celular utilizando contracciones y alterando las palabras no empeora la ortografía de los jóvenes, según un estudio científico difundido por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS).
La investigación descarta la creencia extendida de que, utilizar esas palabras alteradas y contracciones o abreviaturas, lleva a que los adolescentes cometan más faltas de ortografía al escribir fuera del ámbito del mensaje de texto o de chat.
"Al contrario de los temores que se expresan a menudo, los
buenos estudiantes son quienes utilizan muchos 'textismos', en ruptura con el
código tradicional, mientras que los menos buenos no utilizan tanto",
resume el comunicado emitido por el Centro Nacional de Investigaciones Científicas,
publicado en la revista científica Journal
of Computer Assisted Learning.
Para llevar a cabo el estudio, investigadores de las universidades de Poitiers
y de Tours analizaron 4.524 mensajes de texto escritos por jóvenes franceses de
12 años, que ni tenían ni utilizaban teléfono móvil antes.
Durante un año, los científicos fueron clasificando los SMS que enviaban los
jóvenes en función de su densidad de "textismos", es decir, de
palabras adaptadas a la escritura corta de un mensaje de texto, al tiempo que
distinguían entre los que se asemejan a las palabras de origen y los que no.
El estudio demostró que los mensajes de texto no tienen influencia en la
ortografía de los estudiantes sino que es "su nivel en ortografía el que
determina el tipo de faltas presentes en los SMS".
En el comienzo de la investigación se creía que es el nivel de ortografía tradicional de cada niño
el que determina la forma de los menajes que envía, y no a la inversa. Pero un
año después, en el final del estudio, descubrieron que no existe "ningún
vínculo entre el nivel en ortografía tradicional y los SMS enviados",
salvo el hecho de que quienes más adaptan su escritura al lenguaje de móvil son
los jóvenes que mejor nivel tienen en ortografía tradicional.
"Vieron que la escritura no se ve influida por la utilización de textismos por parte de los chicos: si recortan todas las palabras cuando usan en el celular no significa que cuando escriban en la escuela eso se vea afectado: es decir, no es una deformación del lenguaje", expresó en una entrevista con Infobae el Dr. Pablo Richly –psiquiatra y jefe de la Clínica de la Memoria del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO).
"Incluso, los que tenían mayor capacidad tenían tendencia a utilizar textismos. Eso demuestra que diferentes ámbitos generan conductas adaptativas: una persona cambia de trabajo pero se adapta a las circunstancias. Cuando hay que ser muy conciso como en Twitter, con solo 140 caracteres disponibles, empiezan a usar acrónimos o reglas memotécnicas. Es una tendencia natural para optimizar recursos. Los chicos se dan cuenta que la escuela es la escuela y que allí no se escribe del mismo modo que en el celular", sostuvo el especialista.
"Me parece que el texting es una medida de adaptación y de optimización de recursos. El estudio demuestra que no es un peligro para la escritura tradicional", indicó el Dr. Richly.
El entrevistado sostuvo que la zona temporal del cerebro y ciertas áreas parietales están muy vinculadas con el lenguaje. "El lenguaje es comprender y expresar, y la región temporal se menciona como esa área y, por ende de la escritura. Hay una conjunción de diferentes áreas que trabajan conjuntamente", sostuvo.
"La genética es la potencialidad de una persona, es lo que ella puede ser. Después, lo que desarrolla es hasta dónde puede llegar. Si sus padres miden un metro cincuenta, esa persona nunca va a medir dos metros porque la genética no le da para eso. Pero si tiene dos hijos con la misma carga genética, uno se nutre mal y el otro bien, ellos no van a tener la misma altura. De hecho, se habla que hay un cambio en la evolución de la altura promedio en las poblaciones por un cambio en la alimentación", aseguró. "Una persona que tiene una posibilidad de ser buena en lengua si no la desarrolla, nunca lo va a conseguir. Para verlo más claro: si un individuo nace con el talento de Lionel Messi y no entrena, nunca va a llegar a ser como él ", finalizó el Dr. Richly.