Luego de doping, Maradona volvía a jugar al fútbol en el Sevilla

El 'astro' argentino vivía sus últimos días de suspensión por dar positivo en Napoli y el conjunto español decidía contratarlo. Estuvo una temporada en el club sevillano, donde disputó 26 partidos y anotó cuatro tantos. Luego, volvería al país para jugar ante Newell's

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"Yo me equivoqué y pagué, pero la pelota no se mancha". Maradona terminaba su partido despedida dando un discurso digno de cualquier líder político del mundo. Sus palabras embellecían los oídos de toda la Bombonera y de las millones de personas que lo seguían por televisión. La 'biblia' futbolera tendrá, en su preámbulo, lo que dijo el '10' aquella tarde.


Pero para llegar a aquel romántico discurso sobre la pelota, el "Diego" tuvo que 'equivocarse y pagar'. Un 22 de septiembre de 1992, Diego Armando Maradona sufría los últimos coletazos de la sanción por el dóping positivo por cocaína luego del partido entre Napoli y Bari de 1991. Mientras cumplía con la 'condena', coqueteaba con el retiro. Pero el Sevilla español, con Carlos Bilardo como entrenador, no estaba dispuesto a que el mejor jugador del mundo no siga enamorando con el balón pegado a su pie.


Los españoles desembolsaban 7.500.000 de dólares y Maradona, después de siete años con la casaca del conjunto del Sur de Italia, emigraba. Allí, fue un Dios. Hasta el día de hoy, los napolitanos alaban y contemplan al mejor jugador de todos los tiempos. Pero su presente, en 1992, distaba mucho del hombre que llegó a la cima. A pesar de eso, 6 días después de firmar con el "blanquirrojo" debutó en un amistoso frente al Bayern Munich. Así, volvía a pisar un campo de juego luego de un año y medio por la sanción que la FIFA le había impuesto.


      

Su estadía en Sevilla sería corta; apenas una temporada en la que jugó 26 partidos y marcó cuatro tantos. Luego emigraría a Newell's, donde se preparó para ser parte de Mundial de 1994, momento en el que, nuevamente, era 'apuntado' por un control positivo. En 1995, decidiría volver a su casa, Boca Juniors, para vivir los últimos días como futbolista. En su último partido, era reemplazado por Juan Román Riquelme. Toda una premonición.