El documento, redactado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), revela que 234.094 personas de 15 y más años fueron atendidas en urgencias tras hacerse daño en su cuarto de baño en 2008, ya fuese en la ducha, la bañera o en los servicios higiénicos.
Por lo general, se lastimaron mientras se lavaban (en 37% de los casos) o porque resbalaron en la ducha o la bañera (17%). Sólo en el 14% de los casos estudiados se requirió una hospitalización tras herirse por una caída "al levantarse, sentarse o durante el uso" del inodoro.
Entre los daños, las contusiones son los más comunes (29,3%), seguidos de esguinces (19,6%) y fracturas (17,4%). En el 0,5% de los casos las heridas resultaron fatales.
Cerca de 85% de los accidentes que suceden en la ducha o en la bañera implican a estadounidenses de entre 15 y 24 años. Las personas de 85 años, o más, se hieren más a menudo cuando van al servicio (51%).
"Todo el mundo sabe que el cuarto de baño es un lugar peligroso", sostienen los CDC, que para evitar caídas aconsejan instalar adhesivos antiderrapantes en las bañeras y duchas, así como barras para sujetarse.